Más de lo mismo
PEDRO CAMPOS | La Habana | 29 de Diciembre de 2016 - 09:49 CET.
La filosofía general que regirá el próximo año de gobierno, hasta la
retirada anunciada de la presidencia del general Raúl Castro, quedó
claramente delineada en su discurso de clausura del periodo ordinario
de sesiones de la octava legislatura de la Asamblea Nacional del Poder
Popular.
Según un resumen del mismo publicado por Granma este 27 de diciembre, el
general de Ejército Raúl Castro Ruz, culpó a "las limitaciones en los
suministros de combustible y las tensiones financieras agravadas a causa
de la caída de los ingresos por exportaciones y de los precios de los
principales rubros" del pobre desempeño de la estatalizada economía
cubana, que en el pasado año que acusó un decrecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB) en un 0,9%.
Y completó: "Otro impacto en la economía cubana fueron las afectaciones
que ocasionó el huracán Mathew", y "No se pueden olvidar los efectos
negativos que genera el bloqueo", al tiempo que precisaba: "a pesar de
ello, se preservaron los servicios de educación y salud gratuitos".
En estos elementos queda claro que la culpa de nuestros problemas y del
desastre económico se sigue achacando a factores externos y a los
desastre naturales, sin reparar en el papel funesto del estatalismo y la
centralización de las decisiones, la propiedad y los recursos del país,
sin reevaluar el negativo desempeño de los monopolios estatales sobre
el mercado interno y externo y para colmo seguir difundiendo la idea del
estado como sacrosanto creador de riquezas al margen de los productores,
con la supuesta gratuidad de la salud y la educación.
Por otra parte, indicó que para alcanzar la moderada cifra de
crecimiento de 2%, en el plan del 2017, "será preciso cumplir tres
premisas decisivas: garantizar las exportaciones y su cobro oportuno,
incrementar la producción nacional que sustituya importaciones, y
reducir todo gasto no imprescindible". Asimismo agregó: "Un aspecto
trascedente para lograrlo será superar de una vez y por siempre la
mentalidad obsoleta, llena de prejuicios, contra la inversión foránea".
En estas líneas se evidencia igualmente que las esperanzas de desarrollo
y crecimiento se dejan a propósitos enunciados en otras ocasiones, para
nada relacionados con búsqueda de la eficiencia en los métodos y la
organización de la producción, desdeñando el estímulo al trabajo y el
papel de las formas de producción y las tecnologías, como el pago por
trabajo, las cooperativas o la iniciativa privada nacional, mientras que
se confía en que el capitalismo internacional venga a salvar al
"socialismo cubano" de la debacle previsible.
Por otra parte agregó Raúl Castro que "el líder histórico de la
Revolución Cubana nos legó su ejemplo imperecedero, su irrenunciable
optimismo y fe en la victoria. El mejor monumento a sus ideales y obra
es hacer realidad cada día los postulados contenidos en su brillante
definición del concepto de Revolución".
Esta referencia a la fe de Fidel en la victoria y a los postulados de la
vaga definición fidelista de revolución, tan distante de la de Marx y
demás revolucionarios de la modernidad, viene a refrendar que se
seguirá el camino de la filosofía populista, voluntarista, centralista y
estatal-asalariada que ha caracterizado las políticas aplicadas en Cuba
desde 1959.
Es evidente: Raúl Castro desea retirarse del poder guardando plena
fidelidad a los postulados de su hermano. Nada, ni una sola señal de
cambios y los que vengan detrás… que se la arreglen cómo puedan.
Los objetivos democráticos enunciados para movilizar al pueblo cubano en
la lucha contra Batista y luego los socialistas en 1961 para enrolar a
los trabajadores, campesinos, estudiantes y a todo el pueblo en función
de alcanzar una sociedad superior, seguirán postergados para seguir
aplicando los conceptos sobre justicia social del fidelismo;, nada que
ver con democracia, derechos humanos, ni socialismo.
Habrá que ver si la economía desastrada, la generosidad extranjera y las
aspiraciones de la mayoría del pueblo cubano aguantan otro año, sin que
de alguna manera se precipiten los cambios necesarios y urgentes, de
carácter político, económicos y social demandados a viva voz por buena
parte de la intelectualidad, los trabajadores y el pueblo cubano.
Source: Más de lo mismo | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1482967317_27735.html
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