¿Qué nos deja el 2016 a los cubanos?
Aunque ha sido un año de acontecimientos, estos no han tenido incidencia
en nuestra vida diaria. Todo sigue igual o peor
Jueves, diciembre 29, 2016 | Roberto Jesús Quiñones Haces
GUANTÁNAMO, Cuba.- El 2016 casi concluye. Aunque ha sido un año lleno de
acontecimientos significativos para Cuba, estos no han tenido incidencia
en la vida de los cubanos, para quienes todo sigue igual o peor.
Internacionalmente destacan los acercamientos entre el gobierno cubano y
la Unión Europea (UE), la continuidad de la dependencia energética con
respecto a Venezuela y el segundo año de relaciones con el gobierno de
Barack Obama.
En cuanto a las relaciones con el bloque europeo la mayoría de sus
países condonaron la deuda externa contraída con ellos por el castrismo,
un gesto imitado por gobiernos fuera de la UE como los de Rusia, Japón y
México. Como colofón, este mes de diciembre el canciller cubano Bruno
Rodríguez Parrilla firmó en Bruselas el Acuerdo de Diálogo Político y
Cooperación entre Cuba y la UE, con el cual se puso fin a la Posición
Común adoptada por el bloque regional en 1996, que condicionaba las
buenas relaciones con el régimen castrista a que éste cumpliera con
todos los derechos humanos y no con una parte de ellos.
En toda su historia el régimen ha mantenido una economía de
subsistencia, por eso la esperanza de progreso del cubano promedio es
una quimera. Dependiente de un comercio ventajoso y acosado por la
carencia de divisas, el régimen no recibe la misma cantidad de petróleo
procedente de Venezuela que años atrás. Esto, unido a inestabilidad
política y económica de ese país y a la declaración oficial de que la
extracción de crudo y gas nacional decrecerá el año entrante, empaña la
proyección de lograr el magro crecimiento del 2% para ese período.
En cuanto a las relaciones con EE.UU., cuyo restablecimiento cumplió dos
años el pasado 17 de diciembre, el suceso más relevante del año fue la
visita del presidente Barack Obama, quien dejó entre los cubanos una ola
de simpatía extraordinaria a pesar de que el régimen limitó su contacto
con el pueblo y la divulgación de su presencia en varios escenarios
capitalinos. A su visita se unieron otras de alto nivel como la del
secretario de estado John Kerry y varios miembros de su gabinete. Tales
encuentros, unidos a la regularización de reuniones de trabajo para
analizar asuntos de interés han permitido que ambos gobiernos firmen
importantes acuerdos. A pesar de los notables avances alcanzados el
gobierno cubano continuó atrincherado en sus barricadas ideológicas, y
perdió un tiempo precioso, aduciendo que ningún cambio en las relaciones
entre ambos países va a perjudicar la soberanía de la nación, léase la
voluntad de los mandamases. En medio de este escenario resulta
sorprendente la candidez de estos gobiernos, confiados en que sus
concesiones provocarán que el castrismo comience a respetar elementales
derechos civiles, políticos y sociales reconocidos internacionalmente.
En el plano doméstico
En lo interno tres acontecimientos han marcado la historia reciente de
Cuba, uno de ellos indeleblemente. Me refiero al Séptimo Congreso del
PCC (Partido Comunista de Cuba), la publicación y discusión en círculos
muy limitados del documento conocido como "Conceptualización del Modelo
Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista" y la muerte de Fidel
Castro.
En cuanto al primer suceso, las sesiones transmitidas por la televisión
reflejaron el mismo discurso cansino y pedestre, más ocupado esta vez en
criticar al presidente norteño que en analizar los grandes males que
corroen a la nación, entre ellos la probada ineficacia económica del
gobierno y la indetenible emigración.
Sobre el documento mencionado, su importancia radica en que por primera
vez se conceptualizó el andamiaje del castrismo. Aunque tiene algunos
enunciados esperanzadores queda por ver si su destino será el de tantos
otros documentos promulgados por el régimen, como la propia Constitución.
Sin dudas el más trascendente de estos acontecimientos fue la muerte de
Fidel Castro porque de no adoptarse un régimen de monarquía socialista a
lo norcoreano, constituye la posibilidad del inicio del fin del castrismo.
Entre tales sucesos, una medida cuyas repercusiones están aún por
evaluarse fue la imposición de los precios topados para los productos
agrícolas. Pretendía impedir la especulación con los productos agrícolas
y fue bien recibida por la mayoría de la población. Durante los primeros
días todo estuvo bien y la prensa oficialista batió sus platillos
triunfalistas, pero meses después se constata que lejos de lograrse un
sostenido abastecimiento de los mercados estatales se ha producido lo
contrario. Mientras, los mercados que se rigen por el sistema de oferta
y demanda están abarrotados de productos. Lo ocurrido es un signo más de
por qué no deben imponerse medidas sin realizar un estudio objetivo de
los problemas, mucho menos cuando está demostrada su ineficacia y el
consuetudinario descontrol del aparato burocrático del régimen.
Nuevamente el gobierno incumple la proyección de crecimiento económico
que aprobó en diciembre del 2015. Según Cubadebate, Ricardo Cabrisas
Ruíz, Ministro de Economía y Planificación, expuso ante la sesión
plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrada este 27 de
diciembre que la economía cubana decreció en un 0.9 % este año, aunque a
modo de esperanza adelantó que en el 2017 se estima un crecimiento del
2% y que también crecerán el ingreso medio de la población y la
capacidad de absorción del estado, posibilitando el equilibrio monetario
financiero del país.
Quien se tome el trabajo de leer periódicos viejos podrá constatar que
año tras año los vaticinios económicos del régimen se incumplen, aunque
los responsables de tal descalabro continúan incólumes en sus puestos y,
para colmo, hasta se atreven a hablar de soberanía. Mientras, Liborio
sigue simulando o soñando con emigrar a donde sea.
Source: ¿Qué nos deja el 2016 a los cubanos? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/que-nos-deja-el-2016-a-los-cubanos/
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