Violencia contra mujeres no conoce límites
Tres activistas, una de Santa Clara, otra de Palma Soriano y una de La
Habana, ponen en claro la virulencia de los cuerpos represivos en la
isla. Desnudadas y bañadas con mezcla asfáltica.
Jorge Ignacio Pérez
febrero 24, 2015
Digna Rodríguez Ibáñez , de 55 años, no tuvo tiempo de reaccionar cuando
un hombre encapuchado se abalanzó sobre su cuerpo con una cubeta de unos
20 litros de un producto negro y viscoso. La mujer estaba en la puerta
de su casa cuando el sujeto, un enviado de la policía política, la
atacó. No la dejó ciega porque llevaba gafas de sol.
No obstante, según comentó ella misma al programa Contacto Cuba de Radio
Martí, presenta quemaduras en el rostro.
No es la primera vez que este sujeto con pasamontañas la agrede. En
ocasiones anteriores –cinco en lo que va de año– el hombre embadurnó la
fachada de su vivienda con el mismo producto que, además de asfalto
derretido, contiene heces fecales. Una vejación en toda regla. El hecho
se agrava al definir como objetivo a una mujer pacífica.
Rodríguez Ibáñez es Dama de Blanco. Este último domingo, día 22, iba a
misa cuando fue atacada. Algunos activistas la asistieron y, según
cuenta el periodista independiente Guillermo del Sol, quien le tomó
testimonio, el párroco de la iglesia logró retirarle un poco de
chapapote de la cara con un trapo húmedo. El propio cura no daba crédito
de la barbaridad, pero aun así celebraron la misa.
Paralelamente, al este de Santa Clara, en Palma Soriano, que pertenece a
Santiago de Cuba, otro grupo de mujeres eran detenidas camino al
santuario de El Cobre. El arresto se produjo en las inmediaciones de un
lugar conocido como La Tanqueta.
Estas mujeres, también activistas pacíficas, pertenecen al grupo
Ciudadanas por la Democracia. Yenisey Jiménez, madre de dos niñas (de 6
y 11 años) fue conducida a un autobús donde había mujeres del cuerpo
represivo de la Seguridad del Estado. Dentro del vehículo la desnudaron
completamente y luego registraron su cuerpo en busca de algún teléfono
móvil.
La vejación, cuenta Jiménez, estuvo acompañada de violencia. Le
deshicieron su peinado y revolcaron todo su cabello también buscando
dispositivos para hacer fotos. El régimen comunista no quiere
testimonios gráficos de sus violaciones a los Derechos Humanos.
Está acostumbrado a trasmitir terror a sus oponentes, incluyendo menores
de edad. En la escuela, continúa explicando la activista de Palma
Soriano, sus hijas son nombradas con desprecio "Las contra", diminutivo
de "contrarrevolucionarias". La niña de 11 años fue amenazada de muerte
y golpeada, asegura la madre.
En La Habana, la Dama de Blanco María Cristina Labrada encontró una
patrulla en la puerta de su vivienda este último domingo. No la dejaron
avanzar. Cargaron con ella y con una amiga que estaba de visita.
Terminaron el día en la estación policial de Cojímar, al este de la
capital. Allí fueron interrogadas y también amenazadas.
Al salir de la comisaría, supieron que, por intentar acercarse a las
iglesias (para orar por familiares y amigos que están en las cárceles
por razones políticas), el pasado domingo hubo un centenar de
detenciones en toda Cuba.
El nombre de los arrestados puede consultarse en el siguiente enlace:
http://www.martinoticias.com/content/cuba-informes-detenciones-fin-de-semana-unpacu-damas-blanco/87263.html
Source: Violencia contra mujeres no conoce límites -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-violencia-mujeres-contacto-radio/87383.html
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