‘Reparadores’, indispensables para sobrevivir en Cuba con embargo
RIGOBERTO DIAZ/AFP
02/26/2015 5:40 AM 02/26/2015 5:40 AM
LA HABANA
Cansado de lidiar con los desperfectos de una pieza del motor de su
viejo automóvil Buick, el mecánico Raúl López decidió construirla él
mismo, abrazando la filosofía de que en Cuba “todo se remienda o se repara”.
“Me vi en la obligación de empezar a inventar hasta que construí este
árbol de levas, increíblemente. A veces yo mismo me creo que es
mentira”, dice López en su pequeño taller en La Habana mientras muestra
la pieza nueva lista para ser acoplada al auto.
Mecánico empírico de 51 años, López decidió “lanzarse a la aventura” de
construir la pieza después de que una similar que importó desde
Argentina sólo “duró una semana, pues tenía muy mala calidad”.
Con medio siglo de carencias materiales, los cubanos se han visto
obligados a desarrollar el ingenio para alargar la vida de sus pocos
bienes y para reparar equipos eléctricos y autos, a veces con décadas de
uso, ante la imposibilidad de adquirir repuestos o renovarlos.
De ahí, que la isla tenga un ejército de “reparadores”, entre los que
sobresalen los mecánicos que, como López, mantienen rodando los autos
estadounidenses de los años 50 -muchos de los cuales sirven como taxis
colectivos-, a pesar de que sus repuestos desaparecieron después de que
Estados Unidos impuso un embargo contra la isla comunista en 1962.
“Es una filosofía del reciclaje que ha tenido que desarrollar el cubano
y que nos ha dado una capacidad de sobrevivencia increíble”, dice el
artesano Fidel Rangel, de 65 años.
“Aquí todo tiene reparación y a lo que está muy difícil se le pone un
parche, se pega, se cose y se arregla”, dice el zapatero Raúl Norguel,
de 40 años y cuyo taller, en el portal de una casona del barrio de El
Vedado en la capital, es por sí mismo un ejemplo de conservación.
Además del oficio, Norguel heredó de su abuelo una máquina de coser
Singer que él mantiene funcionando, aunque considera que “debía estar en
un museo”, porque “es del tiempo del capitalismo”, es decir, de antes de
la revolución de 1959.
Además, posee una lijadora artesanal que armó con un motor de una
lavadora rusa Aurika. Estos motores también suelen ser usados para mover
ventiladores y molinos en la isla.
Cerca del taller de Norguel, Serafín Ortiz, un ex cartero de 63 años, se
gana la vida reparando y recargando encendedores desechables, una
práctica muy extendida en la isla.
“En otro país la botan cuando se les acaba el gas, aquí la perforamos
por el fondo, la rellenamos y luego sellamos con un alfiler”, indica
Ortiz, subrayando que con esa “técnica la fosforera (encendedor) se
vuelve eterna”.
“Aquí la botas y cuando vas a la tienda no hay, y luego hay personas que
no tienen el dinero para comprarse una cada vez”, agrega Ortiz, al
explicar por qué tiene “tantos clientes”.
Su labor de “reparador-rellenador de fosforeras” es uno de los 200
oficios por “cuenta propia” autorizados por el gobierno de Raúl Castro
como parte de las reformas económicas, que han abierto un tímido espacio
a la iniciativa privada.
En Cuba también hay reparadores de colchones, paraguas y cocinas,
amoladores de tijeras y cuchillos, y fabricantes artesanales de escobas,
cepillos y utensilios de aluminio y plástico (llamados “merolicos”) y de
productos de aseo y limpieza (“alquimistas”).
Algunas de esas actividades aparecieron con la profunda crisis económica
que se vivió en la isla tras la desintegración del bloque soviético en 1991.
Los “reparadores” esperan que el inicio del proceso de normalización de
las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, tras medio siglo de
enemistad, mejore su vida cotidiana, a través de una más amplia y más
barata oferta de piezas, equipos y materias primas para su labor.
Sus expectativas parten de la promesa del presidente Barack Obama “de
empoderar al naciente sector privado cubano”, y de las regulaciones que
Washington puso en vigor en enero para flexibilizar los viajes y el
comercio entre ambos países, aunque el embargo sigue vigente.
“Hay evidentemente un propósito claro de facilitar la importación para
el sector de la economía, ya sea cooperativas o trabajadores privados”,
dice el economista cubano Juan Triana.
Source: ‘Reparadores’, indispensables para sobrevivir en Cuba con
embargo | El Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article11192396.html
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