Monday, March 18, 2013

Pollo por pescado

Racionamiento, Alimentación

Pollo por pescado

Un cubano invitado por un familiar que vive en el exterior narra el
asombro, al abrir la carta del menú en un restaurante de la Isla y
encontrar los "famosos y añorados" productos del mar

Hugo Araña, Matanzas | 18/03/2013 9:30 am

Ante todo, el título con que encabezo este comentario, no procede de
ningún filme. Es sencillamente que el mencionado se ha inscripto o
incrustado en la realidad alimenticia cubana, cuya "creación" se la
debemos a las regias autoridades del Comercio Interior de nuestra Isla.

Y aunque su origen se ha perdido en el tiempo, que se hace trabajoso
ubicar cuando apareció, desde entonces adopta la posición de un
paliativo (uno más en nuestra realidad), de sustituir los productos
marinos por otro bastante terrenal, el infeliz animal con plumas.

Por lo tanto, mensualmente nuestros ciudadanos en vez de recibir su
cuota de pescado, y fíjese que apunto cuota, lo que recibe en cambio,
mediante la medieval Libreta de Abastecimiento, es pedazos del bípedo.
Por lo tanto, cuando se oiga que llegó "el pollo por pescado", ya todos
saben a qué se debe. Por supuesto, exceptúo los que mediante la dieta sí
pueden adquirir dicho producto marino. Y eso no en cantidad tampoco que
pueda satisfacer y paladear a calidad el sabor de este alimento. Y ni
siquiera complace a la población, cuando en las raras pescaderías
estatales, lo que ofertan son pescados que no tienen aceptación ni
calidad para el sector turístico.

Mientras esto sucede, que al parecer no tendrá fin, el pueblo, ése, el
que paga la culpa de las incapacidades de nuestros dirigentes, cuando
desea cambiar lo que más o menos aparece cotidianamente en nuestras
mesas a la hora de la comida, se dirigen a unos puestos que se ignoran
si son legales o no, y adquieren el pescado que desean, eso sí, con la
consabida herida que le causan a su bolsillo, ya que los precios están
demasiado arriba de las posibilidades del ciudadano común. Pero bueno,
un día es un día, ya que ignoramos si mañana podremos ver la salida del sol.

Mientras, y como siempre, no podemos soslayar que este adverbio haga su
augusta aparición, este comunicador tuvo la oportunidad, mediante una
invitación de un familiar suyo procedente de USA desde los mismos años
sesentas, para comer en un restaurante de un hotel Cuatro Estrellas en
la cercana Playa de Varadero, donde por poco sufre un infarto en el
miocardio, cuando al abrir la Carta del Menú, los famosos y añorados
productos del mar que rodean y no rodean nuestra Isla aparecían en
diversas formas comestibles, hasta algunas especies en platos con
nombres en francés, hasta el humilde y cotidiano pargo.

El se extrañó que yo no pidiera un bisté de res (otra carne desaparecida
de nuestra alimentación) No, le repliqué, ¡pescado! Y él, que al parecer
desconoce de nuestra realidad, me preguntó algo desconcertado, ¿pero
pescado? Le contesté, sí, el mismo, ya que aquí no abunda. Y mi
respuesta hasta le causó cuando sorpresa al exclamar: ¿es que también se
fueron de Cuba?, para argumentarme a continuación, si hasta en el
Malecón de la Habana frente al Hotel Habana Riviera desde el balcón de
su habitación había visto a muchas personas practicando ese "deporte",
con el resultado que no pude reprimir una mueca que por poco el pedazo
de pargo a la cubana que en esos instantes masticaba se me atragantara.
¿Deporte? No, mi primo, pescan por necesidad para la familia, o para
venderlo por detrás del telón. El resto de la conversación por supuesto
derivó en una Mesa Redonda nada televisiva.

Y es así, no invento. Para quién lea este comentario en otra parte de
nuestro planeta sin lugar a dudas sentirá algo así como el bochorno que
nosotros atravesamos, porque nuestros mariscos que tanto abundan en
nuestras costas desde tiempos inmemoriales no podemos saborearlos.
Además, y para que la ironía esté presente, en nuestra Isla existen
flotas estatales para realizar las capturas; sólo que, y ahora entra el
Señor Desengaño en escena, esas pescas no son para la población.
Primero, porque la mayor parte es enviada al extranjero; otra, bastante
ridículo para los que al adolecer de alguna enfermedad le venden algo; y
el resto, donde van a parar las toneladas de las capturas, es para los
hoteles de primera y segunda categoría en adelante.

Si esto no es una falta de respeto de este Gobierno, por favor que
alguien más inteligente me ayude a encontrar otro calificativo. Porque a
la verdad, yo lo encuentro.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/pollo-por-pescado-283521

No comments:

Post a Comment