Monday, March 18, 2013

Los periodistas épicos de "Granma"

Visas, Prensa, Inmigración

Los periodistas épicos de "Granma"

Pedirle al Granma que diga algo serio puede ser una petición excesiva:
nunca lo ha hecho

Haroldo Dilla Alfonso, Santo Domingo | 18/03/2013 9:40 am

Una de las cosas que más me sorprendió de Canadá durante el tiempo de mi
vida en ese país fue que tienen héroes pacíficos. El panteón histórico
está lleno de abogados y poetas, y aunque no niego que haya más de un
truhán entre ellos, lo cierto es que ninguno andaba a caballo con un
sable en la mano. Sus estatuas los representan con hojas de papel en las
manos, que bien pudieran ser leyes en proyectos o poesías a medio hacer.
Recuerdo que un día, tomando café con unos amigos, le pregunté por el
héroe nacional en esa mescolanza multinacional, y tras pensar unos
segundos, me dijo que debería ser Terry Fox.

Son diferentes a nosotros, pues nuestros héroes nacionales o son épicos
o no funcionan. O heroínas, porque eso de Mariana Grajales mandando
hijos al matadero todavía eriza. No es que seamos inferiores, solo
recalco la diferencia. Pero creo que de igual manera que los
canadienses, pacíficos hasta el tedio, abrieron el camino en Normandía,
nosotros debemos aprender que hay momentos en que la épica fuera de
lugar conduce a la grosería, la mala educación, y peor aún, a la pérdida
de oportunidades.

Es el caso, por ejemplo, de lo que leo en Granma el 11 de marzo, que fue
visitado por una comisión de la SINA —con el cónsul a la cabeza—
interesada en informar a la población sobre los requerimientos para la
obtención de visas tras la reforma migratoria. Un buen gesto que hubiera
valido la pena aprovechar. Más aún si consideramos que un 10 % de la
población cubana vive en Estados Unidos, y que ella constituye el
segmento demográfica y económicamente más activo de la sociedad
transnacional cubana. Nada espectacular: solo dejarlos hablar y
transmitir lo que dijeron.

Pero en lugar de ello, lo que el artículo de Granma describe en un
tercio de su sucinta extensión es la combatividad de la parte cubana,
supuestamente llevando a los gringos a situaciones difíciles donde nada
podían replicar. Como Maceo en Peralejo. Así se relata como le
preguntaron sobre la ley de ajuste cubano y sobre el programa para
captar médicos cubanos en el exterior, dos temas que, cualesquiera sean
las opiniones de los lectores, todos coincidiríamos en que no tienen
nada que ver con el objetivo de la visita, ni con las potestades de los
funcionarios entrevistados.

Y para culminar la apoteosis épica, los periodistas de Granma
denunciaron con gallardía en la cara de sus visitantes que "la política
migratoria de su gobierno hacia Cuba… ha provocado dolorosas pérdidas de
vidas humanas y cuyo único fin es promover la subversión y la
desestabilización del país, justificar la propaganda anticubana y
tergiversar nuestra realidad".

Finalmente, algo me llamó la atención del artículo de Granma. Hay un
momento en que el cónsul americano afirma que se están dando pocas visas
de visita a jóvenes, porque tienden más a quedarse que los adultos
envejecientes. A ello el articulo de Granma replica diciendo que no es
así porque según el Gobierno cubano solo se queda en Estados Unidos el
13 % de los visitantes. Lo cual, huelga enfatizarlo, no responde a lo
que dice el cónsul acerca de la mayor frecuencia de "quedados" entre los
jóvenes que entre los menos jóvenes.

Pero no es mi intención ahondar en los descarríos mentales de quienes
escriben estos artículos, ni de quienes los aprueban. Sino, focalizar en
la tremenda irresponsabilidad pública que encierra esa afirmación. Pues
estamos hablando que en los últimos doce años, solo por la vía de las
visitas de no inmigrantes, se radican en Estados Unidos la friolera de
120.750 cubanos, algo más de un 1 % de la población nacional, y, si
hacemos caso al cónsul, en buena medida jóvenes en edad laboral óptima y
que van a tener sus hijos en Estados Unidos. Si esta cantidad se suma a
los muchos miles que llegan a Estados Unidos con visas de migrantes, o
cruzando la frontera por algún punto, entonces hay que entender que
hablamos de un tema muy grave como para ser despachado ideológicamente.

La sociedad insular muestra hoy una pirámide demográfica regresiva —ya
tiene forma de bulbo— y la población sigue disminuyendo porque las
mujeres no tienen hijos, o los tienen cuando emigran. Esto conduce a un
cuello de botella en que la pirámide se va a invertir, en una sociedad
con bajos niveles de productividad y de capitalización. Es una situación
insostenible.

Yo sé que pedirle al Granma que diga algo serio puede ser una petición
excesiva. Nunca lo han hecho y con el adefesio del aparato ideológico
partidista encima, nunca podrán hacerlo. Pero, francamente me preocupa
tanta liviandad en medio de tanto desastre. Y mucha mala educación con
esos gringos que, nos caigan bien o mal, están haciendo su trabajo y
representan al país donde viven muchos cubanos, que producen, riquezas
que una parte las envían a Cuba, y también niñitos. Dos cosas que en
Cuba hay cada vez menos.

http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/los-periodistas-epicos-de-granma-283524

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