Trabajo por Cuenta Propia, Flexible o Inflexible
[26-09-2012]
Ariel Lázaro Fernández González
Frente de Línea Dura y Boicot
(www.miscelaneasdecuba.net).- El pasado miércoles 18 fui testigo de un
peculiar debate en el céntrico parque ubicado en la calle Calzada y K,
justo a una cuadra de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La
Habana. Resulta que dos personas conversaban acaloradamente bajo la
mirada escrutadora de oficiales de la PNR. Uno de los implicados resultó
ser un trabajador por cuenta propia y la otra contendiente era una
inspectora de sanidad del Municipio Plaza.
El enrollo fue cogiendo calentura por cada minuto que pasaba, el joven
reclamaba que pagaba contribución y legalmente podía vender donde le
pareciera y la otra parte argumentaba que vender pan con jamón y
refrescos en pomo plásticos necesitaba una licencia sanitaria la cual a
todas luces el muchacho no poseía, mas argumentaba que el susodicho
documento estaba en la Dirección de Trabajo donde se lo habían retenido
para entregarle la Licencia de Trabajador.
Como el asunto apuntaba a uno de los puntos más polémicos que existen,
siguieron llegando policías al lugar, incluido el que parecía ser el
Jefe de Grupo, la inspectora vociferaba como un león amarrado y exigía a
gritos que los condujeran en un auto policial a los dos a la unidad, en
el dime que te diré el joven manifestó que las Leyes y la Constitución
habían que respetarlas lo cual provocó una contundente respuesta de la
Sra. Inspectora, "Yo soy un Funcionario y no tengo que RESPETAR NADA".
Por supuesto quedé anonadado y por un momento pensé en intervenir, mas
el joven dijo algo revelador que me enfrió el alma y creo que le pasó
igual a los demás opositores que observábamos la escena, pues con la
mayor tranquilidad del mundo nuestro chico reveló que era chivato del
DTI, como si esto fuera un salvoconducto para hacer lo que le pareciera,
al momento los policías los llevaron a un lugar aparte y sencillamente
todo quedó en casa pues luego vi al joven tranquilamente vender sus
panes en otro lugar del Vedado.
Pero lo que me trae a escribir este articulo más bien son los graves
problemas que día a día tienen que enfrentar los Trabajadores por Cuenta
Propia, empecemos por el principio, reconozco que es elemental que el
Estado tenga un cuerpo de inspectores que velen por todas las normas
legisladas y hagan cumplir lo dispuesto. Esto existe en todos los países
del mundo, creo además que es correctísimo que existan inspectores de
sanidad que velen por la higiene de los alimentos que se expendan, eso
está bien y nadie lo critica.
Ahora lo cuestionable de todo en primer lugar es la falta de
profesionalidad con que la FUNCIONARIA se dirigió al trabajador, desde
el primer momento su trato fue déspota y prepotente, exigiendo a todas
luces algo má$$$$ que un simple papel acuñado, como no pudo lograr nada
a no ser una discusión, acudió de inmediato a los veladores de la Ley,
que no tardaron en darle la razón a la otra parte, una por lo revelado
de su trabajo para el DTI y otra porque la tenia según la Ley, pues los
demás documentos estaban en regla.
Lo segundo y a mi entender fundamental es que la higiene que tenían los
productos que expedía, el pan con jamón estaba protegido por un nylon y
los pomos impecablemente limpios, parece que las inspecciones de la
sanidad sólo están destinadas a esta capa trabajadora, pues en la misma
esquina donde se produjo la escena, justo en los bajos de la funeraria
existe una cafetería ESTATAL, donde las cucarachas caminan
tranquilamente por encima de los productos y el mostrador, a la vista de
todos los comensales que allí acuden y los dependientes fuman
tranquilamente mientras sirven los pedidos del día.
Al parecer no hay ley para ellos, sino cómo pudiéramos explicar esta
extraña situación, mas no podemos menos que dejar de mencionarla pues en
cualquier momento una persona va a parar a un hospital por la suciedad y
la falta de higiene de esos centros que son propiedad del Estado. ¿Acaso
no saben los inspectores que esta situación no es puntual, pues es
frecuente ver a gastronómicos vender panes y otros alimentos en plena
calle sin la debida protección contra el polvo y otras sustancias? No,
no estoy exagerando, sólo hay que recorrer la calle Monte en el
municipio Centro Habana para percatarse de lo que afirmo.
Lo tercero que me llama la atención es que a pesar de que estas personas
pagan una elevada cuota por la actividad que desarrollan no lo pueden
hacer tranquilamente, pues deben estar escondiéndose de los inspectores.
Recientemente conversé en una parada con una vendedora de maní y me
decía que para que no los molestaran debían pagarle a los funcionarios.
Esto no es de asombro para nadie que conoce la realidad cubana pues la
corrupción ha llegado a niveles altísimos en los últimos años, escudada
muchas veces en los problemas financieros que presentan los trabajadores.
Otra cuestión que ha afectado a los que se empeñan en tratar de sacar su
economía y la de su familia a flote mediante esta modalidad, es la
burocracia imperante. Primero, las Direcciones de Trabajo Municipales
(DMT) tiene un horario limitado para la atención a solicitudes de nuevas
licencias y el término excesivo de 7 días para la concesión es absurdo,
luego se debe recorrer un laberinto entre la Oficina Nacional de
Administración Tributaria (ONAT) y la DMT para lograr tener el documento
acreditativo, pero si se propone expender productos alimenticios la
traba es aun mayor pues hay que ir al Dpto. de Higiene de la Dirección
de Salud.
Lo siguiente que vuelve imposible el desarrollo normal de estas
actividades es la inversión inicial necesaria, para obtener un carné de
la ONAT hay que entregar nada más y nada menos que 35.00 pesos MN en
sellos, luego hay que invertir para adquirir las materias primas con las
cuales se producirá el producto final. Estas derogaciones por demás a
precios minoristas en pesos cubanos convertibles (CUC). Esto le pone los
pelos de puntas al más guapo pues todos sabemos que un trabajador
honesto y que viva de su salario no puede darse el lujo de ahorrar
dinero para esto porque si no con qué vive, se viste o alimenta.
La política crediticia ha demostrado que es una de las tantas cosas
absurdas de este sistema. ¿Cómo le puede exigir a alguien que pida un
crédito, haber pagado por lo menos 3 meses de contribución a la ONAT,
presentar codeudores y una serie de requisitos que no los puede cumplir
la mayoría de la población? Si realmente los que gobiernan estuvieran
interesados en que esta modalidad de empleo se desarrollara, invertirían
en lograr que las personas cada día abrieran nuevos espacios y con ello
lograrían estabilizar primero y luego bajar los altos precios de los
productos que hoy se expenden por nuestros trabajadores por cuenta propia.
Finalmente está claro que al ente estatal poco le importa los trabajos y
vicisitudes del pueblo, el cuenta propismo no es más que una nueva
estrategia de este Régimen para ganar tiempo y seguir confundiendo a
nuestros compatriotas, nada o poco va a cambiar, los Inspectores
seguirán haciendo de las suyas y los que trabajan tendrán que seguir
pagándoles sus honorarios a cambio de que no les sea retirada la
licencia o le impongan una multa desproporcionada, o simplemente
volverse un soplón como el muchacho del parque lo cual al parecer
confiere algo de inmunidad en este país.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37208
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