Thursday, September 6, 2012

Para un pueblo envejecido un hospital pediátrico

Para un pueblo envejecido un hospital pediátrico
Miércoles, 05 de Septiembre de 2012 00:46
Escrito por Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)

Cuba actualidad, Guanajay, Artemisa, (PD) Guanajay vive por estos meses
una crítica situación de salud al verse privado de su único hospital,
emblema de ese pueblo, que por más de dos siglos brindó una esmerada
atención a los pacientes.

Fundado en la entonces calle San Rafael en 1810, fue trasladado en 1892
para el cuartel San Carlos de la Concordia, cuyo terreno fue donado por
don Miguel Antonio de Herrera, Conde de Jibacoa, autorizado por el
capitán general y gobernador Don José de Muro y Salazar, Marqués de
Someruelos, quien quedó como vicepatrono de la edificación.

En 1953, la entonces primera dama de la República, Martha Fernández de
Batista, mandó a construir un nuevo hospital sobre dicho terreno.

La nueva división político-administrativa dio por resultado la creación
de dos nuevas provincias. En una de ellas, Artemisa, quedó enclavado el
municipio de Guanajay. Sin infraestructura alguna, Artemisa fue
convertida de golpe y porrazo en cabecera de provincia. Quizás fue para
satisfacer al comandante de la revolución Ramiro Valdés -a pesar de que
hace muchos años que no vive en el municipio ni él ni su familia- y
convertirlo en una especie de reyezuelo gracias a los artemiseños
muertos en el asalto al cuartel Moncada, cuyos nombres es lo único que
puede exhibir Artemisa.

La incorporación a Artemisa es un hecho criticado por los habitantes de
pueblos como Bauta, cuya población reniega de lo que para ellos
significa un atraso económico y una usurpación al sentido de
pertenencia, además de un saqueo permanente llevado a cabo por la
cabecera provincial.

No son pocos los especialistas de la salud y ciudadanos que han
criticado esta forma de apropiación forzosa.

El hospital "José Ramón Martínez", tenía salas de pediatría que
conjuntamente con las del resto de las especialidades, daban un servicio
completo, tanto a los pobladores de Guanajay como a los de los pueblos
adyacentes.

Hoy pretenden construir un hospital pediátrico y se ve afectada una
comunidad que posee uno de los mayores índices de ancianidad a nivel
nacional.

La mala política y principalmente la envidia y el afán de quitarle al
otro lo que tiene, hizo que el hospital "José Ramón Martínez", al igual
que el teatro "Vicente Mora", el segundo de su tipo en América,
convertido hasta hace poco en almacén de papas, sean hoy parte de las
ruinas del destartalado y mísero Guanajay.

Ahora los pacientes de este pueblo, privados de solvencia económica, se
exponen a morir en sus casas o en camino a algún centro hospitalario,
porque ninguno les queda cerca. La mayoría de las personas no tienen el
dinero necesario para trasladarse hasta San Cristóbal, a más de 40
kilómetros, en carros particulares, únicos medios de transporte de
pasajeros, por la constante y aguda penuria de ómnibus desde hace más de
quince años en este territorio. Los pocos ómnibus que han puesto no
resuelven ni la mínima parte de la situación.

Para un país como Cuba que dentro de breves años, será, si no el
primero, uno de los países con mayor porciento de ancianos en América
Latina, donde el dengue y el cólera han brotado de manera sorpresiva y
bajo el amparo de un sistema que se precia de ser potencia médica a
pesar de que muchos de sus mejores especialistas se encuentran en
cualquier parte menos en Cuba, la burocracia comunista priva a un
municipio de su hospital.

La decisión ha provocado el sobresalto y la indignación ciudadana. Los
pobladores de Guanajay, Bauta y Caimito, con los cuales no se contó para
adherirlos a la provincia Artemisa ni para el desmantelamiento del
hospital, exigen de las autoridades la devolución de este centro
hospitalario, más necesario hoy que nunca antes debido a la parálisis
casi total del transporte público y al aumento progresivo de ancianos en
la localidad.

Cualquier respuesta negativa que se aplique, será contra la voluntad
ciudadana, para imponer una vez más, frente a la fuerza de la razón, la
razón de la fuerza. Eso solo acarreará el rechazo de la población hacia
unos dirigentes, que se habrán ganado, con sobrada justicia, el
calificativo de cabrones. Porque de apropiaciones arbitrarias y otras
malas intenciones, está lleno el tenebroso camino que conduce al socialismo.

Para Cuba actualidad: makandalmm@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/5112-para-un-pueblo-envejecido-un-hospital-pediatrico.html

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