Monday, September 10, 2012

Algo no ensambla

Algo no ensambla
Lunes, 10 de Septiembre de 2012 05:47
Escrito por Frank Cosme Valdés Quintana

Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Los XXX Juegos Olímpicos
de Londres y la V Copa Mundial de beisbol femenino en Edmonton Canadá
volvieron a traer noticias sobre fugas, desapariciones, y peticiones de
asilo de cubanos y cubanas ligados al deporte, ya como deportistas o en
profesiones afines, como los periodistas encargados de cubrir estos
lances, etc.

En los Juegos Panamericanos de México en octubre del 2011, el
fotorreportero del Instituto Nacional de Deportes (INDER), Daniel Amaya,
y el director de la página deportiva de Bohemia, Damián Delgado,
decidieron permanecer en este país.

El 15 de agosto, en los Juegos Olímpicos de Londres, el jefe de
redacción de Juventud Rebelde, Luís López Viera, decidió pedir asilo
político al Border Agency, entidad del gobierno británico que se encarga
de estos trámites.

Tres días después, el 18 de agosto, en la V Copa Mundial de Beisbol
femenino de Edmonton Canadá una joven pelotera cubana de 21 años cruzó
la frontera entre Canadá y los Estados Unidos.

Solo transcurrieron cuatro días y otras tres peloteras escaparon. Fue en
esta misma ciudad que en el año 2008, en el Torneo Mundial Juvenil,
otros tres deportistas cubanos protagonizaron otra fuga.

Si se fuera a hacer un cálculo de estas evasiones de deportistas,
médicos, y de funcionarios en estos 50 años habría que hacer un libro de
300 páginas. Si por el contrario se fuera a hacer otro recuento, pero en
este caso de los desconocidos, los no mediáticos, aquellos que catalogan
como simples hombres y mujeres comunes, habría que hacer una enciclopedia.

Desde los primeros vuelos hacia Estados Unidos y otros países como la
propia Venezuela, Puerto Rico y España en los primeros años, Camarioca
en 1965, Mariel en 1980, la crisis de los balseros en 1994 y ahora en
estos últimos años el Mariel terrestre que comenzando en Ecuador
atraviesa Colombia y Centroamérica hasta llegar a México y pasar la
frontera hacia EU, miles de cubanos han emprendido este desdichado éxodo
histórico e interminable que ya resulta demasiado doloroso.

Hoy ya suman millones de cubanos y sus descendientes que deambulan por
el mundo, ya no solo en los países de América y Europa, sino desde
Australia hasta Ulán Bator en Mongolia.

Hasta ahora no se ha hecho el recuento real de los que no llegaron, los
que desaparecieron en el estrecho de la Florida, los que sucumbieron
tratando de huir y ahora también en este tránsito Ecuador-EU de los que
ya existen más que suficientes cuentos amargos e infortunados.

Mientras tanto, la comunidad internacional, más atenta a la situación de
Siria, Irán o Corea del Norte, sigue sin cuestionarse por qué la gente
huye de Cuba.

Tan dramática como la situación que se generó en el 1994 con el
Maleconazo en que desesperados se lanzaron al mar miles de cubanos
desapareciendo muchos y sumiendo en el dolor a cientos de familias, es
este que ocurre en este nuevo camino del infierno que va desde Ecuador
hasta EU. Otros desesperados cubanos se han embarcado en una aventura a
través de selvas infectadas no de alimañas habituales, sino de otras aún
peor, compuestas de narcotraficantes, coyotes y policías corruptos.

Hace ya cinco meses en el número 216 de este semanario, se publicó otro
artículo de mi autoría ("El éxodo silencioso"), sobre este tema. De
entonces acá poco se ha escrito sobre este hecho en los medios
internacionales, nada en los llamados "influyentes". En cambio, se leen
muchas sandeces de que estos emigrantes cubanos son emigrantes
económicos. ¿Acaso los italianos y españoles que emigraron a América en
los años 20, catalogados también como económicos, tuvieron que atravesar
el Atlántico en una balsa? Nadie se juega el pellejo de la manera que se
lo juegan los cubanos si no es por otra razón de más peso, aunque
algunos de ellos, educados para ser esclavos y que padecen del "síndrome
de Estocolmo", digan que se han ido de Cuba por estos problemas.

Algo no ensambla cuando la gente elige masivamente largarse de un lugar
aunque padezca del dichoso síndrome. Tampoco encaja cuando algunos
intelectuales y organizaciones internacionales declaran como ejemplo ese
lugar, e inclusive lo galardonan. Y mucho menos cuando se sigue
repitiendo hasta la saciedad que se está "actualizando" un modelo que la
historia descartó por inservible.

Para Cuba actualidad: glofran263@yahoo.com

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