Bolas de hierro y navajas mezcladas con alcohol y drogas son un
explosivo coctel que se expande entre un sector marginal de la sociedad
y alarma al ciudadano común
martinoticias.com 16 de agosto de 2011
"Los hechos sangrientos han crecido en Cuba de manera vertiginosa" dice
Jorge Corrales Ceballos, periodista independiente desde la ciudad de
Guantánamo."Estos incidentes, que se producen casi a diario en las
calles, van desde una puñalada a un machetazo, o a una pedrada con
consecuencias graves".
"Solo hay que acudir al hospital de mi ciudad cualquier día de cualquier
semana, al cuerpo de urgencia, para ver que no pasa un día en que no
lleguen lesionados, agredidos no solo con armas punzantes sino con
objetos de cualquier índole", añade Corrales a martinoticias.
"El año pasado en esta provincia hubo alrededor de 17 asesinatos", y "a
pesar de que el régimen no publica esos incidentes en la prensa oficial,
esto se conoce de boca en boca entre la población"
El periodista, que es activista de la Alianza Democrática Oriental, en
la sección de derechos humanos que se ocupa de recoger todos estos
incidentes, alude al testimonio de una persona que trabaja en el cuerpo
de guardia del hospital Agustino Neto. Según la fuente, "una noche
relativamente de las más tranquilas, en ese cuerpo de guardia llegan
cinco o seis heridos por incidentes de violencia", y menciona al caso de
una muchacha que fue seriamente agredida y llegó al hospital con una
enorme herida en el abdomen que le derramó los intestinos.
"Es algo penoso, porque estoy hablando de mi ciudad, de mi país, donde
estamos viendo la pérdida de valores". "Y esto no solo ocurre en
Guantánamo, sino en las 14 provincias de Cuba".
"¿Qué nos está pasando? ¿Por qué esta furia que se vuelca contra el
otro?", se pregunta Yoani Sánchez en su post titulado "Estado de
Encono": "Hace unos días, dos mujeres se tironeaban de los cabellos por
subir a un taxi colectivo, un inspector de ómnibus esperaba con un palo
a un usuario (…) un cederista santiaguero golpeaba a un opositor hasta
partirle la mandíbula".
"Basta ya de falsear las estadísticas, manipular los certificados de
lesiones, ocultar los resultados de la rabia. Somos una sociedad donde
el golpe y el grito han sustituido a la palabra", dice Yoani.
Roberto Valdivia, desde Ciego de Avila, opina que más allá de los
atropellos contra la disidencia, se están dando estas manifestaciones de
violencia popular mayormente en la juventud, por ejemplo, en las
discotecas y centros nocturnos donde los jóvenes se desahogan en la
bebida y en la droga, y se producen riñas tumultuarias que resultan en
varios jóvenes apuñalados.
"Se comenta que en los alrededores de esta área, llamada "el oeste de
Ciego de Avila", existen armas ocultas como bolas de hierro, piedras,
machetes, cuchillos, para usar en las broncas".
Para Valdivia, "la violencia está dada por los crecientes niveles de
descontento de la población, y mayormente de los jóvenes, que no ven una
salida a las cosas que ellos desean. Hay una frustración muy grande en
la juventud cubana".
Pero en la isla caribeña, añade el diario digital informador.com,
también hay otras formas de violencia como los empujones y golpes que se
prodigan algunas personas, tanto frente a la taquilla de un cine a al
subir a un ómnibus en horario pico, o como esa "violencia soterrada" que
sufre el ciudadano por parte de empleados de tiendas, cafeterías,
centros comerciales, según puede leerse en un artículo sobre la
violencia en Cuba.
"Se asiste a un sostenido crecimiento de conductas agresivas, sobre todo
entre los más jóvenes", añade el portal digital.
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