La basura aumenta y la fumigación desaparece
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 30 de Enero de 2017 - 17:40 CET.
Como solución al aumento de los vertederos de basura en La Habana, el
Gobierno anunció en las pasadas Asambleas de Rendición de Cuentas que se
establecería un horario —entre 6:00 pm y 6:00 am— "para sacar la
basura". Los delegados de circunscripción advirtieron en aquellas
reuniones que "el ciudadano que incumpliese con lo dispuesto sería
multado" por las autoridades competentes.
"Al parecer, el rigor de un horario y la amenaza de multa por
incumplirlo no hicieron el milagro de desaparecer las montañas de
basura", criticó Orestes Vázquez, vecino del Consejo Popular Santo
Suárez, en 10 de Octubre.
"No necesitamos horarios ni inspectores ociosos, sino contenedores,
camiones recolectores y un verdadero Poder Popular que exija al Estado,
no a la población. Vivimos entre la mugre y el escombro, a expensas de
cualquier epidemia. Es un fracaso que la recogida de basura requiera la
voluntad política y sea una tarea ideológica", añadió molesto.
Barriadas enteras de La Habana Vieja y Centro Habana conviven entre
derrumbes que se convierten en focos de vectores, amontonamiento de
escombros de obras constructivas estatales y privadas y la podredumbre
que resulta de los deshechos acumulados durante días.
El Gobierno ha aumentado el número de contenedores disponibles y la
frecuencia con que pasan los camiones de recogida, pero aún es de solo
dos o tres veces a la semana, muy poco para la cantidad de basura que se
acumula en la ciudad.
"¿Quién multa a esas 'autoridades competentes' por el incumplimiento de
sus obligaciones?", cuestionó Ramira Pomares, vecina del Consejo Popular
San Isidro, en La Habana Vieja.
"Se habló de no sé cuántos miles de millones aportados por el turismo,
pero acaso el viceministerio de Higiene y Epidemiología no tiene
potestad para exigir que un porciento de esas divisas se invierta en
recursos para minimizar la crisis de suciedad, prevenir el brote de
vectores y, de paso, embellecer el entorno", agregó.
Funcionarios de Servicios Comunales en varios municipios habaneros
insistieron en atribuir el problema de los aún insuficientes
contenedores de basura "al vandalismo y a individuos inescrupulosos que
lucran con la propiedad pública".
Al ser preguntados por la falta de camiones recolectores respondieron
que "el Gobierno provincial está trabajando en ello", y añadieron que
"también hay que tener en cuenta el costo de las importaciones y la
indisciplina social".
De salideros y vectores
La proliferación de salideros de aguas albañales en la vía pública es
alarmante en territorios como 10 de Octubre, Cerro, La Habana Vieja,
Arroyo Naranjo, Boyeros y Marianao. Los residentes se quejan además de
"la interrupción de los planes de fumigación" y temen "por la
posibilidad evidente de brotes de zika o dengue", de los que ya el
Gobierno ni siquiera habla en los medios de prensa.
"Al principio, como todo en esta Isla, hubo mucha movilización para
fumigar con militares e inspectores incluidos, mucha propaganda,
tabloides con advertencia y recomendaciones preventivas, pero esa furia
se acabó y las aguas estancadas de los salideros son otro habitante más
del barrio", dijo Amelia Herrera, vecina del Consejo Popular Vista Alegre.
"Es verdad que hay personas irresponsables que echan la basura en
cualquier esquina y que algunos salideros de aguas albañales son
provocados por las reparaciones de viviendas particulares, pero el
grueso del asunto es responsabilidad del Estado", apuntó Eladio Gómez,
vecino del barrio Río Verde, en Boyeros.
"¿Por qué se detuvo la campaña de fumigación, por qué demora la recogida
de basura, por qué no se reparan los salideros, por qué no recogen los
escombros que dejan las obras públicas? Estas no son responsabilidades
de la ciudadanía, sino una mala gestión gubernamental", insistió.
A escasos metros de la entrada al centro de elaboración del ICRT,
ubicado en las inmediaciones de la avenida Vento, existe un vertedero de
aguas albañales "que le lleva allí más de seis meses", aseguraron
trabajadores.
"Los inspectores de control de vectores vienen una vez al mes, toman
nota y se van por donde mismo vinieron. Los vecinos viven aterrorizados
porque las larvas de mosquitos se ven a kilómetros, sin embargo nadie
multa a Salud Pública por hacer caso omiso", añadieron.
Madelín Silva, trabajadora de La Habana Vieja, aseguró que "por estos
lares no se fumiga desde que se perdió Camilo, a pesar de esta zona es
de mucho tránsito de turismo".
"La calle Obispo podrá parecer muy limpia, pero cuando te adentras en
calles cercanas te sorprende la retahíla de salideros de aguas sucias y
el desborde de la basura en cada cuadra".
Preguntado sobre a qué se debe la interrupción en la campaña, un jefe de
brigada de fumigación en Arroyo Naranjo declaró que, ciertamente,
"existen reportes de brotes de zika", pero añadió: "Nosotros cumplimos
las orientaciones de las direcciones de Control de Vectores y de Higiene
y Epidemiología… si ellos no indican dónde hay que fumigar, nosotros no
somos adivinos".
Source: La basura aumenta y la fumigación desaparece | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1485794413_28539.html
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