La misa revolucionaria se hace de madrugada
YOANI SÁNCHEZ, La Habana | Julio 26, 2015
La liturgia no varía. Frente al imponente cuartel Moncada se desarrolló
este domingo el acto por el día de la rebeldía nacional. Un guión donde
cada detalle se repite año tras año, como un rito vaciado de emoción y
sorpresas. La única novedad en esta ocasión ha sido la hora elegida para
el comienzo. A las 5:12 de la mañana la televisión nacional inició la
transmisión del evento desde una plaza en penumbras y con un orador que
le agregó bostezos a la madrugada.
El segundo secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura,
fue el encargado este año del discurso por el 26 de julio. Cualquier
estudio de audiencia televisiva revelaría que los únicos pegados a esa
hora a la pantalla chica eran los insomnes en busca de algo para
entretenerse y los periodistas a la caza de titulares. Ambas criaturas
nocturnas terminaron defraudadas. No hubo diversión ni noticias.
No podía faltar en el acto la pionerita de verbo encendido y lágrimas a
punto de brotar, declamando palabras aprendidas de memoria. Tampoco la
reproducción del asalto al cuartel, hace 62 años, actuada por
adolescentes que sólo conocen la versión de la historia que le
impusieron los señores sentados en la primera fila. Lo único estimulante
fue escuchar en sus voces juveniles el grito de ¡Abajo la dictadura! Los
aplausos, casi cronometrados, completaron el espectáculo.
La gala artística, con sus bailarines de gesto rudo los hombres y
lánguido las mujeres, se sumó al culto histórico. Un estilo danzario muy
extendido en los eventos oficiales que mezcla el realismo socialista, el
kitsch y el acto circense. Al decir del dramaturgo y director de cine
Juan Carlos Cremata, otro más de "los miles de actos públicos donde se
derrocha el gasto a granel y se fomenta el mal gusto, la inoperancia, la
falsedad y la sinrazón".
Sin anuncios transcurrió la "misa revolucionaria". Ni siquiera al
abordar el tema del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos,
fue Machado Ventura más allá de lo ya dicho hasta el cansancio. Que el
proceso será "largo y complejo", rezó como una cansina oración el
funcionario. En sus palabras brilló por su ausencia una alusión a la
próxima visita de John Kerry a Cuba y a la ceremonia de inauguración de
la embajada norteamericana en La Habana.
Por su parte, el discurso de Lázaro Expósito Canto, primer secretario
del comité provincial del Partido en Santiago de Cuba, se deslizó por
los caminos del triunfalismo. Enarboló los resultados económicos del
territorio, de manera acrítica y maquillada. No podía faltar el
compromiso con los fundadores del culto, cuando afirmó que "los
santiagueros jamás le han fallado al Partido ni a la dirección de la
Revolución, porque en Santiago, queridos Fidel y Raúl siempre, pero
siempre, les esperará la victoria". Sin explicar si sería "una victoria"
como la de aquella aciaga madrugada de la Santa Ana.
Sólo un gesto se salió del guión. Raúl Castro, en el último segundo tomó
el micrófono y gritó "¡Qué Santiago siga siendo Santiago!". Un cansino
"amén" que pocos llegaron a escuchar porque ya habían apagado el televisor.
Source: La misa revolucionaria se hace de madrugada -
http://www.14ymedio.com/opinion/misa-revolucionaria-hace-madrugada_0_1822617727.html
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