Podremos confiar en lo que pasa en Cuba?

¿Podremos confiar en lo que pasa en Cuba?
abril 16, 2015 12:53 pm·

Cuba actualidad, El Cerro, La Habana, (PD) El cumplimiento de los
treinta artículos de la Carta Universal de los Derechos Humanos, es una
obligación de todos los estados, lo es su cumplimiento y velar por estos.

Por el derecho de haber nacido todos libres e iguales, nada deberá
enajenar la libertad, si no por su utilidad. Lo diferente respecto a lo
expresado anteriormente consiste que la familia, núcleo del derecho
natural, por necesidad, crea al Estado. En la familia y en ella, el
padre, el amor es puro y sincero. En el caso del estado, la razón del
amor es sustituida por algo que es el interés de garantizar el mandato
de los gobernantes sobre los gobernados. Como esto se hace necesario, es
imprescindible y vital que los hombres para vivir en sociedad deberán
estar representados por maneras de actuar diferentes y en pensamientos e
ideologías diversas. Esto nos pondrá en condiciones de que todos y para
el bien de todos, vivamos en paz y armonía, los unos con los otros.

La garantía de que lo expuesto anteriormente sea posible, solo podrá
garantizarse con una constitución no excluyente en que quepan todos los
ciudadanos. Sin importar los distintos pensamientos e ideologías.

Todos los seres humanos nacen con derechos y libertades fundamentales
iguales e inalienables.

Las Naciones Unidas tienen el compromiso de apoyar y proteger los
Derechos Humanos de todas las personas. Este empeño tiene su origen en
la Carta de las Naciones Unidas, que reafirma la fe de los pueblos del
mundo en los Derechos Humanos fundamentales y en la dignidad y el valor
de las personas.

Si se argumenta por parte de las autoridades de nuestro país, que deberá
respetarse la autodeterminación de los estados, de acuerdo a lo
estipulado internacionalmente. ¿Por qué no cumplir entonces, con la
Carta Universal de Derechos Humanos? Si se quiere que vivamos en una
zona de paz, hay que comenzar por respetar todas las ideas, pues todas
son válidas. Si se acepta la diferencia entre sistemas políticos
diferentes, en la comunidad internacional, entonces hay que acatar y
respetar todas las ideas y maneras de pensar en el interior de Cuba.

El problema cubano es algo que viene desde el 10 de Marzo de l952, hasta
hoy. No hay terrorismo bueno ni terrorismo malo, no hay injerencias
justas o injustas, no hay dictaduras de derecha o izquierda, todas son
dictaduras. Es hora ya que demos un vuelco a la situación nacional. Es
imprescindible que entre todos le demos solución a lo que ocurre en
Cuba. En la semana de la VII Cumbre celebrada en la República de Panamá,
soy de la opinión que todo lo ocurrido en contra, o a favor en el
evento, paralelo al mismo, será beneficioso para la nación cubana. Días
antes de este evento de las Américas, hube de conversar con algunos
amigos del Ejecutivo del Partido Liberales de Cuba. Les exprese, que
habría un antes y un después de la Cumbre, para la situación por la que
atraviesa nuestro país. ¡Ojala así sea, y no esté equivocado! ¡Cuba
necesita del concurso de todos¡ ¡Basta de consignas huecas ¡

¡La nación cubana, no es propiedad del Partido Comunista de Cuba, ni del
Estado, ni del Gobierno, ni tampoco de los militares que mandan hace más
de 56 años en el país, ni de las organizaciones que contradicen los
artículos 5, 7, 62, por solo citar algunos en la Constitución de la
Republica y dicen hoy llamarse, Organizaciones de la Sociedad Civil
Independiente.

Son de las que cuando llega el momento se convierten en paramilitares.
Por ejemplo, en el año l98O, y después muchas otras veces, actuaron
contra disidentes y opositores. Para la ocasión, estos atacantes
recibieron el calificativo de "¡El Pueblo enardecido!". También la
U.N.E.A.C. ha realizado funciones de Tribunal de la Inquisición. Basta,
¡La nación cubana, pertenece a todos los cubanos por igual¡

Basta que dada la situación crítica que padecemos, tengamos que
continuar lejos de hijos, hermanos, nietos, bisnietos y amigos. Los
Estados Unidos son nuestros vecinos más cercanos. Los cubanos, no somos
ni rusos, ni chinos, nuestros lazos principales están en las Américas y
en los Estados Unidos, que abrió sus puertas a nuestros familiares y
compatriotas. También, nuestro José Martí, pasó gran parte de su
fructífera vida en esa nación hermana, y no fue por gusto. Dada la
libertad que encontró en ese territorio, pudo organizar la guerra
independentista.

Gracias a las remesas que desde ese país entran a Cuba, los cubanos de
forma directa o indirecta podemos respirar algo. Si el pueblo dependiera
de su salario, sabemos qué hubiera pasado. A los que gritan y apostrofan
de mercenarios, asalariados, anexionista, traidores y todos esos
calificativos que les ordenan que griten, les decimos que una
significativa parte de los disidentes y opositores cubanos, fuimos
echados a la calle de nuestros centros de trabajo, sin derecho a
jubilación ni a la mísera pensión de hambre que reciben los pensionados
en Cuba. Muchos de nosotros laboramos por más de 3O años en distintos
centros de trabajo y nos negaron las pensiones correspondientes. A
otros, -todos- les niegan el empleo, para así tratar de rendir la
voluntad de luchar por los derechos de todos.

¡Basta ya de enfrentamientos y ofensas. Todos nacimos en la misma tierra
y a ninguno le corresponde un pedazo mayor de esta, sea quien sea. Cuba,
no deberá seguir como parcela privada de los simpatizantes o miembros
del socialismo, comunismo o castrismo. Cuba es de todos los cubanos por
igual.

Para Cuba actualidad: rogeliot@nauta.cu
*Partido Liberales de Cuba

Source: ¿Podremos confiar en lo que pasa en Cuba? | Primavera Digital -
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