Aculturación y sometimiento
La aculturación es el mecanismo propicio para cualquiera que busque en
otras tierras la libertad y la prosperidad que no encontró en su entorno
natural.
Jorge Riopedre
agosto 14, 2014
Aculturación es el término que utilizan los especialistas que estudian
el proceso cultural por el que individuos o poblaciones se adaptan a
nuevas condiciones de vida y a una nueva identidad social.
Dicho proceso tiene como sinónimo el término transculturación acuñado
por el humanista cubano, Fernando Ortiz, que lo interpretaba como un
proceso recíproco en el que todas las culturas se ven afectadas. El
término concebido por Ortiz, sin embargo, no define con toda exactitud
la evolución cultural de un emigrante por cuanto la reciprocidad
cultural que propone se disuelve ante la hegemonía de la cultura dominante.
La popularidad de los tacos y los frijoles negros no impedirá que la
cultura dominante prevalezca, pero lo que sí determinará su declinación
es el cambio demográfico, porque ineludiblemente éste va acompañado de
un cambio cultural.
El célebre escritor y científico, Isaac Asimov, lo describió con su
tersura acostumbrada: Roma desapareció cuando se acabaron los romanos y
las tribus bárbaras se apoderaron del imperio. Lo importante de la
aculturación es que uno la pueda adoptar por voluntad propia, sin
imposición, sin miedo, con el fin soberano de buscar adaptación a un
nuevo estilo de vida.
Los cubanos residentes en Estados Unidos, por ejemplo, asimilan hábitos,
costumbres y tradiciones estadounidenses enriqueciendo su nuevo acervo
cultural, pero inevitablemente sufren una merma creciente de su
identidad a medida que pasa el tiempo, hasta agotar su reserva cultural
dentro de cierto número de generaciones.
Muchos de ellos abandonaron Cuba por motivos políticos para escapar de
la tiranía castrista y son ellos los que más sufren la pérdida de la
tierra natal, pero compensan ese quebranto con haber salvado a sus
descendientes de la barbarie que reina en ese desdichado país.
No obstante, un buen número de ellos ha logrado sobreponerse a tan duro
golpe acelerando incluso el proceso de aculturación con el fin de lograr
el denominado sueño americano adaptándose lo antes posible a la nueva
ética ciudadana, las normas y costumbres que fortalecen la iniciativa
individual y llevan a la prosperidad colectiva.
Siempre ha sido así desde que hace miles de años el ser humano abandonó
África en una marcha épica hacia lo desconocido, pobló el planeta, cruzó
el océano y ya se dispone a conquistar otros mundos. La aculturación es
el mecanismo propicio para cualquiera que busque en otras tierras la
libertad y la prosperidad que no encontró en su entorno natural.
Pero la aculturación es un arma mortal cuando conduce al sometimiento.
Entonces la tierra ajena no es la que se encuentra allende el mar, sino
la tierra que pisan nuestras plantas convertidas en prisión y manicomio.
Sólo se piensa en escapar de la más abyecta sumisión que inocula el
Estado desde la niñez en libros destinados a convertir al ciudadano en
un autómata, obediente, corrupto y despreciable.
Entonces comienza a desdibujarse el paisaje, las palmas dejan de ser
novias que esperan y desaparecen de la playa los caracoles que solían
llamar a guerra a los indios muertos. No se trata de un mero lavado de
cerebro como reza la popular frase, sino de un proceso de aculturación
que en sistemas absolutistas como los de Cuba y Corea del Norte conduce
al genocidio cultural. Fernando Ortiz probablemente pensaría lo mismo.
Source: Aculturación y sometimiento -
http://www.martinoticias.com/content/aculturacion-sometimiento-cuba-cubanoamericano/72365.html
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