Señor Donohue, usted está equivocado
Por las leyes vigentes, no existe ninguna posibilidad de que la empresa
privada en Cuba pueda ser un competidor del Estado. Todo está diseñado
para que este sector se mantenga en los niveles de una economía de
subsistencia
martes, junio 10, 2014 | Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba -Todavía persiste el acalorado debate provocado por la
carta de un grupo de personalidades al presidente Obama y la visita a La
Habana de Tom Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de los
Estados Unidos.
Muchos han expresado que una mejoría de las relaciones comerciales entre
Washington y La Habana solo beneficiaría a la elite gobernante y no al
pueblo cubano.
Según líderes de la oposición, en Cuba y el exilio, la carta abierta a
Obama, coordinada por Cuban Study Group y el Consejo de las Américas, no
alude a los derechos humanos y las libertades fundamentales, que el
gobierno cubano viola de forma flagrante y contumaz, no exige mayores
aperturas al régimen y da una versión falseada de la rudimentaria
sociedad civil en Cuba.
La crisis cubana no es consecuencia del embargo ni de la ausencia de
relaciones con Estados Unidos, sino que se debe a las políticas erradas
del gobierno cubano.
El gobierno de Raúl Castro no ha realizado cambios que justifiquen un
mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos. Ante los pasos dados
por el gobierno norteamericano, La Habana no ha dado ninguno dirigido a
cambiar el status quo existente.
También son muchos los que consideran que la visita del Sr. Donohue a La
Habana –la segunda que hace, la primera fue en 1999, cuando se reunió
con Fidel Castro- no beneficiará al pueblo cubano.
Para juzgar la visita de Donohue, es necesario analizar cuál es la
política que en torno a la economía, la actividad privada y la inversión
extranjera aplica hoy el gobierno cubano.
El tercero de los 301 lineamientos económicos aprobados en el VI
Congreso del Partido Comunista, al puntualizar que "en la forma de
gestión privada no se permitirá la concentración de la propiedad en
personas jurídica ni naturales", deja claro que no se reconocen la
pequeña y la mediana empresa.
El vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo Jorge, en la
reunión del Banco Internacional de Inversiones, celebrada el 8 de mayo
en La Habana, advirtió que "las transformaciones en la economía se
producirán sin cambio de propiedad de los medios de producción". Es
decir, que no se apuesta a cambios estructurales.
Tales planteamientos de Murillo se contraponen a lo expresado por
Donohue en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, cuando señaló
que su misión es "apoyar a las empresas privadas y persuadir a los
gobiernos de que sin control por parte del estado, sus economía serán
exitosas y productivas".
Todo indica que los empresarios norteamericanos que visitaron La Habana,
no disponen de suficiente información sobre la política económica que
aplica el gobierno cubano. Afirmar que las autoridades cubanas realizan
"cambios importantes en la economía dirigidos a estimular al
empresariado" y que "abren oportunidades para el comercio y la
inversión", indica una total desubicación respecto a la realidad
económica de Cuba.
El zar de la economía cubana, Marino Murillo, dejó claro que en el
actual modelo económico, por sobre la actividad privada, prevalecerán
las cooperativas tanto agropecuarias como no agropecuarias, que serán
las que dispondrán del mercado mayorista que no se le brindará a los
empresarios privados y que la carga tributaria que estos últimos
abonarán será un 50% mayor que la de las cooperativas.
Es decir, que el gobierno cubano dirigirá su política económica a la
creación de cooperativas y ralentizará, mediante los alto impuestos y
otras restricciones, al sector privado, para frenar la expansión y
consolidación de una clase media adinera e influyente. Es por ello que
priorizarán a las personas organizadas en cooperativas y no a las que
despliegan actividades privadas.
Donohue y la delegación que lo acompañó dieron muestras de su
desconocimiento de las trabas legales que impone el gobierno cubano al
emergente sector privado. No se corresponde con los hechos la declarada
intención de Donohue de "vincularse a los cubanos para explicarles la
manera en que la empresa privada podría mejorar de manera drástica la
vida de los ciudadanos".
Como la Ley118 de Inversión Extranjera no reconoce como personas
jurídicas a los dueños de los 2000 pequeños restaurantes, a pesar de que
cumplen con los requerimientos para ser catalogados como pequeñas
empresa privadas; legalmente no pueden realizar transacciones de
exportación e importación con partners nacionales o extranjeros.
Por las trabas legales vigentes, no existe ninguna posibilidad de que la
actividad privada en Cuba pueda ser un competidor leal de las empresas
del Estado. Todo está diseñado para que este sector no alcance el
desarrollo que se espera, y solo se mantenga en los niveles propios de
una economía de subsistencia.
Sr. Donohue, usted está equivocado.
ramsetgandshui@yahoo.com
Source: Señor Donohue, usted está equivocado | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/senor-donohue-usted-esta-equivocado/
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