Sosteniendo el día a día. Personas mayores en Cuba (I)
abril 15, 2014
Regina Cano
HAVANA TIMES — Les confieso, que al levantarme muchas mañanas no preciso
mirar el reloj, pues a las 7 am de cada día suena el silbato del
panadero acompañado de su anuncio: "Panaderooo! Vamos, el paaan!" quien
invariablemente, pasa por el frente de mi casa.
Desde hace algunos años este señor, con edad cercana a los 70s, empuja
un carretón lleno de sacos de pan -habitualmente frescos-, un beneficio
para el vecino que se evita caminar unas cuantas cuadras hasta la panadería.
Cada día, todas las mañanas, en otros espacios de la Ciudad de la
Habana, otras personas mayores -mujeres y hombres- realizan su deambular
cotidiano en busca de clientes para sus ofertas. Algunos de ellos
dependen de abastecedores, pero otros confeccionan sus propios productos.
Actualmente, los adultos mayores cubanos –fuerza no creadora de producto
bruto- prestan servicios de diversas índoles, pues la sostenibilidad de
vida es cada vez más cara -aumento de precios y las consecuencias de la
corrupción-, motivo primordial de otras búsquedas económica para
aquellos, fundamentalmente jubilados, con una pobre pensión y muy poco
de otra ayuda para sobrevivir a diario. En algunos casos, esta se agrega
a la economía familiar o solamente cubre el sustento individual.
En estos días, la voz oficial ha estado reiterando la noticia del
envejecimiento de la población cubana, algo que realmente anunciaba la
avalancha migratoria, mediado los 90's –la cual ahora tiene otros
matices- y que provocó la ausencia de gran parte de un escalón
generacional, en el futuro que ahora vivimos.
En aquel tiempo, la huída de la crisis económica contó con altos números
de jóvenes, cubanas y cubanos, que en busca de mejoras de vida salieron
del país y ahora se ubican entre los ciudadanos de mucha partes del
mundo, adonde fueron a incrementar su fuerza laboral y llevaron el
contrafuerte de sus descendencias.
También se llevaron en la memoria a sus seres queridos, a quienes -de
alguna manera- asumieron ayudar económicamente, y a los que -en muchos
casos- no pueden cumplirles el porcentaje que la ayuda requiere o como
ellos mismos desean.
Por otro lado, en estos momentos enfrentar el coste de vida deja menos
espacio a la calidad aceptable de existir de muchas personas que
sobrepasan o se acercan a los 70's, viviendo y alimentándose mal.
Uno puede ver en las calles, además de los vendedores de pan, dulces,
maní o pasteles, a vendedores de tamales, mensajeros de bodegas (de la
cuota), del gas, a mensajeros de correos y hasta acarreadores de
carretillas para cargar artículos domésticos, formando parte de esta tropa.
En un área bastante grande de Alamar, son populares 2 señores andarines:
uno lleva el maní en una lata con nicho de carbón para mantenerlo
caliente. Y la otra, una señora que suena una campanita llevando en un
recipiente plástico los diversos dulces que elabora.
En otras partes de la ciudad te encuentras con personas mayores que
deambulan por las calles, con poco aseo o vistiendo ropas viejas,
recogiendo materias primas, hurgando en la basura, vendiendo retazos
usados de plomerías o electricidad -sustitutos que algunos compran.
Vendiendo pasta de dientes, velas, almohadillas sanitarias, paquetes de
algodón, zapatos de uso, cigarros al menudeo o durofríos* para los
muchachos, jabitas de nylon o calditos de pollo.
Muchos ya no pueden contratarse con las instituciones oficiales y crean
también formas ilegales para su manutención.
Y aunque todo esto puede ser común con otras sociedades, en Cuba un
pasado relativamente reciente ubicaba a los jubilados en un lugar,
colectivamente privilegiado, pues era el momento de realizar muchas de
aquellas "cosas" que un compromiso social de crear valores limitaba y
–generalmente- no relacionadas con la búsqueda de dinero.
Pues señores, esto se ha ido agudizando o hecho más notable a medida que
el tiempo pasa. Cada uno de ellos ya forma parte de los hábitos de
cualquier pedazo de barrio de la capital, así como pudiéramos ser
nosotros los que en un futuro integremos la plantilla de este ejército,
para el cual han disminuido sus días de combate.
Nota: Durofrío: Especie de hielo saborizado y azucarado, con base de
jugo o refresco.
Source: Sosteniendo el día a día. Personas mayores en Cuba (I) - Havana
Times en español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=95164
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