La dictadura no está tan acabada
Martes, Junio 25, 2013 | Por José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org - Lamento no coincidir con
algunos analistas en cuanto a que el reciente congreso de estudiantes
universitarios cubanos constituyó otra prueba del desfase histórico del
régimen, y de lo perdido que están nuestros caciques, al pretender
captar entre la juventud a sus prospectos de nuevos pichones de
dictadores. Por más que nos guste repetirlo, el totalitarismo fidelista
no está aún tan muerto, ni tan desorientado como al parecer se complace
en hacernos creer.
Al margen de lo risible que pudo resultar Machado Ventura, con su camisa
a cuadros de cowboy trasnochado y con sus aburridas chocheces,
contrastando al frente del evento como una cebolla en la cesta de los
claveles, tal vez pueda decirse que esta ocasión, incluso por encima de
otras anteriores, el régimen consiguió realizar su jugada entre los
universitarios. Lo menos importante es que se hayan reiterado las
críticas adocenadas de rigor, y las fementidas promisiones, incluida la
de un hipotético plan para que los estudiantes participen activamente en
la adecuación de esta cosa a la que llaman "nuestro modelo socialista".
Eso, al igual que las monsergas del cowboy, no debe haber sido
contemplado sino como parte del espectáculo, el humo para camuflar la
escena.
Cuando a los jóvenes se les priva de ser auténticos protagonistas de su
existencia, puede ser natural (aunque no parezca lógico) que gocen
convirtiéndose en héroes de sus equivocaciones. Es una máxima antigua y
consabida, que Fidel Castro supo explotar siempre a tope, con apenas
pequeñas variantes, según las circunstancias. Y todo indica que justo
teniendo como derrotero esta máxima, trazó el régimen sus nuevos
propósitos para la celebración de este Octavo Congreso de la Federación
Estudiantil Universitaria.
Cierto es que, como de costumbre, los estudiantes dijeron muchas cosas
menos las que verdaderamente piensan. Sin embargo, todo cuanto se habló
parecía muy bien pensado de antemano. En un contexto donde cada madre y
cada padre se las están viendo cruda para controlar a sus hijos de
puertas hacia adentro y para conseguir que piensen y actúen según los
razonamientos de los mayores de la familia, pareciera un prodigio de
leso maleficio que esos jóvenes que no respetan a sus propios padres y
rehúsan atenerse a sus preceptos, acepten sumisa y públicamente el total
dominio y la imposición de criterios que les encaja una caterva de
ancianos irracionales y ajenos a sus intereses.
Me dirán que la mayoría lo hace para salir del paso. Exacto. Así, ni más
ni menos, fue previsto en el plan de nuestros caciques, por cuanto es
todo lo que necesitan para hacer su jugada en las actuales coyunturas,
tal como la hicieron.
Ahora mismo, en Brasil, un país con singulares progresos económicos y
con un sistema de gobierno infinitamente más eficaz y más justo que el
nuestro, además muchísimo más consecuente con la legalidad y con el
respeto a los derechos humanos, están ardiendo las calles con
manifestaciones de protestas, sobre todo de los jóvenes, que exigen
mayor equidad social y menos represión.
Y mientras, la dictadura cubana, con la aprobación y el aplauso
(sinceros o no, da igual) de la presunta vanguardia de nuestra juventud,
se gasta el lujo de nombrar como nuevo presidente de la FEU a un híbrido
de laboratorio que parece estar entre lo peor de los engendros de Fidel
Castro, digamos entre Hasán Pérez y Felipe Pérez Roque. Allá quien
quiera verlo como prueba de decadencia. Yo lo veo como una buena jugada
de su parte, señal de que otra vez ganaron los malos de la película.
Tampoco puedo ver con optimismo que mientras algunas mentes preclaras,
incluidas las de economistas bien respetables, aprueban el avance
(supuesto o no) de las reformas que tienen lugar en Cuba, el régimen
esté restregando en la cara de todos, desvergonzadamente, que ya decidió
por sus santos pantalones quién será el próximo presidente de la Isla, y
que además disponga de la friolera de cinco años para promocionar ante
el mundo al mediocre y represor Miguel Díaz-Canel como su nueva
esperanza blanca, desconociendo y despreciando, como siempre, la opinión
popular y las leyes de la civilización moderna.
Decadentes son, condenados están, pero de eso a que se hayan cruzado de
brazos para esperar sentados el cortejo fúnebre de su régimen, todavía
resta un buen tramo. Alguien ha dicho que el mayor peligro que enfrenta
esta época es la indiferencia y la impotencia gregaria de los seres
comunes ante el empuje de los poderosos y los políticos. En nuestro
caso, donde se cumple al dedillo esta sentencia, habría que agregar
además las falsas expectativas de los ingenuos.
Source: "La dictadura no está tan acabada | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/la-dictadura-no-esta-tan-acabada/
No comments:
Post a Comment