Sunday, April 21, 2013

Lo que suceda en Venezuela influirá en Cuba inevitablemente

«Lo que suceda en Venezuela influirá en Cuba inevitablemente»
carmen muñozcmunozcamos / madrid
Día 21/04/2013 - 03.11h

El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional, Elizardo Sánchez, comienza en España una gira para denunciar
«la peor situación de derechos civiles y políticos» de la región

Son un referente internacional sus informes mensuales sobre las ominosas
cifras en derechos humanos de la dictadura castrista: entre 90 y 100
presos políticos, una población penal vejada de más de 60.000 personas
en una isla de once millones... Después de una docena de intentos en
once años para salir de su país, el portavoz de la Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) tiene previsto
llegar este lunes a España. Aquí comienza una gira por Europa y América
con una agenda marcada por los derechos humanos, con casos concretos
como la disidente presa Sonia Garro. Días antes de reunirse con expertos
en esa materia en Ginebra y con personalidades europeas ya sin cargo
oficial, Elizardo Sánchez conversó por teléfono con ABC.

—¿Cuál es el análisis sobre la situación de los derechos humanos  en
Cuba que presentará en este viaje?

—Lamentablemente tengo que describir una situación muy desfavorable, que
es la que persiste en materia de derechos fundamentales, sin que se
vislumbre una situación mejor a corto plazo.

—¿La ajustada victoria de Nicolás Maduro en Venezuela puede acelerar las
reformas en la isla, que sobrevive con su petróleo y sus dólares?

—Lo que suceda en Venezuela va a influir en Cuba de manera inevitable.
Hasta ahora la influencia del chavismo ha sido negativa en el campo de
los derechos humanos. Ese tema no estaba en la agenda del anterior
gobierno ni lo está en la del actual. Durante años han financiado al
régimen totalitario.

—¿El fin del chavismo será el fin del castrismo?

—España ha pasado por ello: cuando desaparecen los caudillos,
desaparecen sus ideologías. Por suerte.

—¿Detrás del Gobierno de Caracas está el de La Habana?

—Sin duda se apoyan el uno al otro, pero hay diferencias. Cuba presenta
la peor situación de derechos civiles y políticos de toda Iberoamérica.
Venezuela, pese a sus muchos problemas y abusos, aún sigue siendo una
sociedad abierta, donde hasta ahora hay elecciones y permiten alguna
libertad de prensa.
«No hay reformas, solo son cambios limitados, tardíos y de poco calado»
—¿La reforma migratoria, los tímidos cambios económicos… son signos de
que algo se mueve en su país?

—En Cuba no ha tenido lugar ninguna reforma, ni migratoria ni mucho
menos económica. Son solo cambios muy limitados, tardíos y de poco
calado, cuya finalidad ha sido emitir falsas señales de cambio para
engañar a la comunidad internacional.

—Pero desde que la nueva política migratoria entró  en vigor en enero
han podido salir de la isla una veintena de opositores.

—Podría considerarse una reforma si se permitiera viajar a todos los
cubanos sin restricciones y el regreso de todos los que están en el
exterior, lo que para nada está en la mente del Gobierno.

—¿Qué le pareció el recorrido por cárceles cubanas al que llevaron hace
poco a medios de comunicación?

—Otra de las tantas maniobras diversionistas, el régimen ha demostrado
durante 54 años que es un experto. Eran centros escogidos que para nada
representan la situación inaceptable que reina en las más de 200
cárceles y campos de prisioneros, donde priman condiciones crueles,
inhumanas y degradantes.

—¿Es partidario del diálogo con la dictadura sobre una transición hacia
la democracia?

—Ese tipo de diálogo no va a dar grandes resultados porque durante
décadas el régimen ha engañado a sus interlocutores, no importa si eran
de izquierda o de derecha. Pero la Comisión no está en desacuerdo con
que se abran canales de contacto diplomático.

—¿Y con la oposición?

—Es impensable, el Gobierno de los hermanos Castro considera que los que
disentimos o respondemos ante los abusos somos no personas y como tales
nos trata, al mismo tiempo que nos acusa de manera infamante de estar a
sueldo de Washington.

—¿Y no es cierto?

—No

—¿Qué responde a las acusaciones de que usted es un agente doble?

—Forma parte de las infamias del régimen. Se debe a que en 1997 traté de
acercarme al Gobierno después de un viaje a Europa, donde existía el
criterio de que había que tratar de hablar con La Habana. Fidel Castro
ocultó sus verdaderas intenciones.El régimen mordió mi mano montando
calumnias, como le hicieron a Havel, a las que no puedo responder porque
es el dueño de los medios. Pero antes de sentarme a conversar para
mejorar la situación de los derechos humanos con responsables del
Gobierno —que escogió a altos oficiales de la policía secreta—, se lo
comuniqué a cinco potencias a través de sus embajadas y las mantuve
informadas. No obtuve ningún resultado, salvo una campaña de descrédito
que Fidel Castro llevó adelante personalmente incluso con un libro.
«Espero que España mantenga una posición de apoyo humano y político»
—¿Qué le pide al Gobierno español?

—Esperamos que mantenga una posición de apoyo humano, moral y político
en cuanto a los derechos fundamentales. Pero nos damos cuenta de que
España, como otros países del continente, preferirían actuar en el
contexto de la Unión Europea, algo que comprendo.

—¿Tiene esperanzas en el nuevo primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel?

—Prácticamente ninguna. El régimen castrista está intacto. Su
nombramiento ha sido un cambio insignificante en la composición del
modelo totalitario. Los dos hermanos (Fidel y Raúl Castro) no quieren
hacer ninguna verdadera reforma. Su posibilidad de influir a favor de
las reformas es mínima, aparte de que su perfil no es el de un
reformista sino todo lo contrario.
Pionero de la disidencia cubana
C. M.
Elizardo Sánchez (Santiago de Cuba, 1944) lleva 45 años en la
«resistencia no violenta» contra el régimen de los Castro. Desde la
Universidad de La Habana, donde era profesor de filosofía marxista, en
1967 emprendió con un grupo de académicos una oposición de izquierda
contra un gobierno que ya se había quitado la máscara. Al año siguiente
fue expulsado de esa universidad, donde se había licenciado en economía
y ciencias sociales.
Sánchez procedía del Partido Socialista Popular, el viejo partido
comunista disuelto en 1960. Subraya que su ruptura con el castrismo se
produjo desde una posición socialista, a la que sigue fiel. Su
disidencia le llevó tres veces a la cárcel (dos veces fue considerado
prisionero de conciencia), donde durante más de ocho años sufrió las
mismas vejaciones que ahora denuncia en sus informes sobre otros
compatriotas. Con otros ex presos políticos (todos en el exilio salvo su
hermano Gerardo) fundó en 1987 la Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional.

http://www.abc.es/internacional/20130421/abci-suceda-venezuela-influira-cuba-201304192311.html

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