Metas quiméricas

Metas quiméricas
[11-03-2013]
Aimée Cabrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- El lunes 4 de marzo fue el Día del
Trabajador de Hotelería y Turismo. En la capital se realizaron variados
encuentros para celebrar la efeméride, como fue un encuentro con
dirigentes sindicales ya jubilados que participaron en el XIII Congreso
de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

Los participantes destacaron la importancia de brindar la correcta
capacitación a los dirigentes sindicales y se habló de ahorro y de
luchar contra el delito y la corrupción.

Para cumplir los planes económicos, los trabajadores del Sindicato
Nacional de Trabajadores de Hotelería y Turismo (SNTHT), trataron
aspectos como el relacionado con la afiliación al sector, de
trabajadores por cuenta propia que se dedican al alojamiento y a hacer
ofertas gastronómicas en los restaurantes privados conocidos como paladares.

Trabajadores del turismo con una trayectoria laboral de más de 20 años
recibieron la distinción Elpidio Sosa. También obtuvieron
reconocimientos centros destacados entre los que se encontraban el
cabaret Tropicana, Marina Hemingway y un grupo de hoteles habaneros.

Cuando comenzó el Período Especial en los 90, muchas personas trataron
de irse para este sector: profesores y otros que vieron cómo de nada les
había servido haberse licenciado , cuando subió el nivel de vida ,
aparecieron las dos monedas y tantos cubanos pasaron hambre.

Después hubo un período de gran corrupción, venta de plazas laborales,
poner en venta lo que no es mercancía de la instalación hotelera sino
del propio trabajador u otras opciones en las que tiene parte de la
ganancia. Muchos de estos trabajadores buscaron la vía de ser invitados
al exterior y quedarse, casarse con turistas o simplemente desaparecer
en una lancha.

Si hace unas décadas no se podía hablar de palabras tan contundentes
como delito y corrupción, ahora son lo más normal de la vida cotidiana
del cubano sea trabajador o no. Antes era solo un mal de la República y
de los países capitalistas que no existía en el país. En la actualidad
se expande por cualquier sector y en turismo, echó raíces.

Como siempre, la ganancia es para unos pocos, mientras que buena parte
de los trabajadores apenas reciben dinero que en sí no es propina sino
que de manera personal realizan actividades que los turistas se las
pagan y ellos no las declaran, porque ni en turismo alcanza el salario
para vivir.

Muchos propietarios de casas y apartamentos que viven del alquiler a
turistas extranjeros, o tienen cafeterías o restaurantes con reconocida
demanda por su higiene, buen trato y excelencia temen caer en el control
de quienes no han podido lograr similares resultados y buscan, de esa
manera reducir la prosperidad de quienes trabajan con eficiencia, porque
en el sector no estatal, las pérdidas sí duelen.

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