CRONICA DE DOMINGO
Encuentros, esperanzas y salidas
Raúl Rivero
Madrid – Los gobiernos totalitarios, fascinados por la tentación del
poder eterno, producen siempre en los grandes sectores de las
generaciones de ciudadanos que los padecen, reacciones diversas que van,
desde el hastío, el rechazo, el escapismo y la indiferencia hasta el
reconcomio, la indignación y la rebeldía.
Se trata, como han dejado escrito algunos de los cronistas de la batalla
contra el comunismo en Europa del Este y como enseña la experiencia
criolla, de la alternativa de salir al exterior a buscar la libertad y
el progreso que les está negado en su país de origen o permanecer, por
encima de todos los signos negativos, para trabajar a favor de la
transformación tajante de la realidad.
Como es natural, cada una de las naciones del llamado campo socialista
que se quitó de la cabeza la dictadura lo hizo de acuerdo a su historia,
su cultura, sus singularidades geográficas. Y la capacidad de los
dirigentes que surgieron, en algunos casos, de organizaciones sindicales
como Lech Walesa, en Polonia y, en otros, de la disidencia intelectual
como el dramaturgo checo Vaclav Havel.
No hay manuales, ni guías traducidas de otro idioma para señalar las
vías que deben tomar quienes trabajan por la libertad dentro de Cuba.
Lo más atinado y respetuoso que he escuchado sobre el tema lo dijo una
tarde de la primavera de 2005, en su oficina privada de Praga, el
protagonista principal de la Revolución de Terciopelo. En voz muy baja,
con serenidad y afecto Havel susurró algo como esto: Estamos aquí para
escuchar a Cuba y para ayudar.
Así como no se han escrito fórmulas que se puedan exportar, tampoco hay
almanaques con las fechas señaladas de antemano, ni relojes detenidos a
ninguna hora. Pero el empeño y la ilusión del cambio es un elemento que
ni las maniobras políticas del gobierno, ni la represión, el destierro,
la cárcel o la violencia han podido borrar del escenario de la isla.
Esta semana se anunció en La Habana la creación en una alianza de grupos
opositores que tiene representantes de todas las provincias del país. La
coalición, la Unión Patriótica de Cuba, está dirigida por los ex presos
políticos José Daniel Ferrer, Félix Navarro y por Guillermo Fariñas,
premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo.
Junto a ellos aparecen otros ex prisioneros políticos de la Primavera
Negra de 2003, como Iván Hernández Carrillo, Ángel Moya y Pedro
Argüelles. El abogado René Gómez Manzano y el profesor Félix Bonne
Carcasés, veteranos líderes de la oposición, están el secretariado de la
coalición.
Quieren convertirse en una organización de masas "donde tengan
participación todos los que desean una Cuba libre, justa y democrática".
Ellos, que llegaron de todas partes, desde los grupos de jornaleros
agrícolas, fábricas, talleres, bufetes de abogados, aulas de la
universidad y los calabozos, han hallado puntos de encuentro y quieren
abrirlos para sus compatriotas. Las palabras de Vaclav Havel le deben
sonar a buena música: Estamos aquí para escuchar a Cuba y para ayudar.
http://www.elnuevoherald.com/2013/03/03/1420250_raul-rivero-encuentros-esperanzas.html#
No comments:
Post a Comment