¿Pero es que acabó la guerra fría?
[18-10-2012]
Elías Amor Bravo
(www.miscelaneasdecuba.net).- Hay muchos indicadores que confirman que
el régimen castrista permanece alejado de la realidad, sueña con
quimeras de tiempos pasados y piensa que el mundo, por desgracia para
ellos, es el mismo que el que existía en los años 60.
Pero nada es igual. Y los 50 años transcurridos desde entonces, han
cambiado tanto la faz de la tierra que el castrismo, y sus instrumentos
de propaganda, nada pueden hacer para tratar de recomponer un escenario
en el que se veían reconfortados, con escaso éxito.
Todos los días, aparecen en el diario Granma artículos y reseñas de
aquel período oscuro de la historia, denominado "guerra fría" en el que
el comunismo intentó por la violencia de las armas, la represión y la
eliminación sistemática de los demócratas, establecer un sistema
político y de control denominado "telón de acero", como instrumento de
ofensiva al bloque de naciones democráticas occidentales.
Con motivo de la crisis de los misiles en la que Fidel Castro arriesgó
la vida de millones de inocentes por intentar ganar apoyos soviéticos a
cualquier coste, estos días se están produciendo numerosos recuerdos de
aquella época, en los que se incide en la pervivencia de la guerra fría.
Así es como se expresa un artículo de Aliana Nieves en Granma titulado,
¿Quién dice que acabó la guerra fría?
Tu pregunta, Aliana, tiene respuesta. Acabó hace 23 años cuando una
tarde, los berlineses del este, convertidos obligatoriamente al
comunismo por la URSS, decidieron poner fin a una experiencia negativa
de su historia, y saltaron el muro, en el que años antes las tropas de
la Alemania del este bajo la dirección criminal de Enver Hoxa habían
asesinado a miles de ciudadanos que intentaban escapar del absurdo
comunista.
Por supuesto que en octubre de 1962 sí que existía la "guerra fría". En
concreto, en Cuba, Fidel Castro había estado organizando una operación a
escondidas con los mandatarios de la URSS para amenazar con armas
nucleares a EEUU y a la mayoría de países de América Latina. Gracias a
la vigilancia de aviones espías estadounidenses se pudo conocer la
existencia de la operación, y con la fuerza moral y la dignidad del
presidente Kennedy doblegar aquel pulso de fuerza en el que, Fidel
Castro, instigador de la operación, quedó mal ante el mundo, ante los
rusos y ante cualquiera en su sano juicio.
Estoy de acuerdo que fue el momento más próximo a una guerra nuclear que
ha vivido la humanidad, y no conviene olvidar de quién partió la
iniciativa. Aquello ya pasó. Posiblemente, tu generación no había
nacido. Yo tenía sólo tres años.
Por eso, no puedo estar de acuerdo en que medio siglo después
permanezcan los factores que provocaron aquella crisis. Es posible que
en la mente desquiciada de alguien que se debata entre la vida y la
muerte se pueda albergar esa idea retorcida. Sobre todo cuando ese
alguien, cada vez que recupera el sentido de la realidad, tal vez por
instantes, observa que sus sueños no se han hecho realidad y que el
mundo actual es muy distinto de la orgía belicosa de los años de la
"guerra fría" en la que se sintió tan a gusto.
No existe el menor interés por país alguno, incluido EEUU, por extender
zonas de influencia política, cuando en el mundo en que vivimos
actualmente es mucho más importante el poder económico. Eso se resume en
variables como la competitividad, la eficacia, la productividad y la
capacidad para producir bienes y servicios que tengan demanda en los
mercados mundiales. Observar la experiencia de los países asiáticos,
llamados "dragones", que hace veinte años se encontraban
subdesarrollados, y actualmente se sitúan entre las primeras naciones
del Mundo. Milagros como China o Vietnam, tan lejanos a lo que sucede en
Cuba, son buenos ejemplos de las "zonas de influencia".
Ya no hace falta levantar "telones de acero" geográficos e ideológicos,
ni realizar comercio de pajarera como en el CAME, ni tampoco
intercambios bilaterales, porque la globalización ha cambiado, por
suerte, todo eso. El desarrollo y el subdesarrollo no son compartimentos
estancos, y nunca antes, la economía mundial ha experimentado cambios
estructurales tan relevantes como en nuestro tiempo. Echar un vistazo a
las previsiones de crecimiento por países del FMI y contemplar dónde se
registran las tasas más elevadas, es un buen ejercicio,
Y de forma más concreta, ni a Putin le interesa el regreso a la "guerra
fría", ni a Obama o su eventual sucesor, ni a la Unión Europea, ni a
China, ni a ninguno de los países BRIC. Estamos en una época distinta, y
debemos asumir que nada volverá a ser igual. Los gastos en armamento a
nivel mundial no hacen más que disminuir en términos reales, y en su
lugar, la industria se ha debido orientar a sistemas y mecanismos de
seguridad y prevención de los delitos contra propiedades y personas, en
una clara orientación a los clientes individuales. Por no haber, ni
siquiera aparecen conflictos bélicos tribales o regionales, salvo casos
concretos en países en los que se lucha por la libertad y la democracia.
Nadie quiera atacar militarmente a nadie, nadie quiere conflictos
bélicos. Ahora, esas cuestiones se dilucidan en los mercados y en la
economía mundial. Y por desgracia, la economía castrista no está
preparada para ese tipo de retos, y lo que es peor, trata de recurrir a
las viejas fórmulas de trueque y comercio de pajarera, escudándose en un
pretendido falso embargo en el que ya nadie cree. La realidad es que en
aquello que Cuba es atractiva a nivel global, turismo, biotecnología,
minería, no existe embargo alguno y las cifras se pueden calificar como
positivas.
En tales condiciones, podemos dormir tranquilos. Los esfuerzos de la
humanidad en los últimos años por sentar las bases de la convivencia en
paz han sido realmente importantes. Pienso que nunca antes en la
historia, los niveles de entendimiento entre los países y bloques de
naciones han sido tan notables. Por abundar más aun en la cuestión, dudo
mucho que el mundo se pueda identificar en la actualidad con los polos
que caracterizaron a los años de la "guerra fría". Desaparecido el telón
de acero, y la ideología política que lo sostenía, a quién en su sano
juicio le puede interesar mantener el debate antagónico, cuando no
existe razón alguna para ello.
Los cubanos que viven en la Isla, y perciben el 100% de la información a
través de medios empeñados en distorsionar la realidad, deben saber que
nada es igual. Que todo ha cambiado. Que de la "guerra fría" nadie se
acuerda. Que lo verdaderamente importante en el siglo XXI es la
libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos y que cada
día, más y más naciones, se integren al sistema democrático plural que
es el único capaz de garantizar cotas crecientes de bienestar y
prosperidad a todos. Si se tuviera que hacer un análisis de la
importancia que los dos candidatos a la presidencia de EEUU, Obama y
Romney, otorgan a estos temas, se podría comprobar que han dedicado
menos del 1% del tiempo de sus debates y declaraciones a hablar de ello.
Lo que más les preocupa es la economía, el empleo, las clases medias y
la prosperidad. Eso es lo que nos dejó la "guerra fría" y lo que no
vamos a perder.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37408
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