Lo que dice o no dice Raúl
Miércoles, 08 de Agosto de 2012 00:10
Escrito por Tania Díaz Castro
Cuba actualidad, Santa Fe, La Habana, (PD) Para interpretar cabalmente
el discurso de Raúl Castro en la clausura del IX Período Ordinario de
Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, el 23 de
julio de este año, hay que adquirir un diccionario de términos de
escritura dudosa que nos aclare esas palabras que se escriben de forma
diferente y que tienen la misma significación.
Analicemos brevemente las palabras de este líder octogenario y
llegaremos a una conclusión nada favorable para él.
La zafra azucarera, dice, a pesar de haber estado lastrada por atrasos,
falta de organización y deficiente preparación de la industria, creció,
mantuvo la tendencia a su recuperación. Si lo quiere entender mejor,
apele al diccionario mencionado.
Sobre el turismo, señala: "Aunque no se alcanzó la cifra planificada de
ingresos turísticos, hubo una mejora de los indicadores principales en
esta actividad".
"Aunque insuficiente", afirma, "se eleva la oferta a la población de
materiales de la construcción".
Con relación al presupuesto estatal, Raúl Castro expresa que "pese a un
comportamiento aceptable, termina el año en los marcos del déficit
aprobado y que pese a síntomas positivos, es muy largo el camino a
recorrer".
Pero lo increíble del discurso: El líder político acepta que el estado
no puede administrar un conjunto de producciones y servicios de carácter
secundario y sí de los medios fundamentales de producción. ¿Acaso no ha
fracasado en ambas esferas administrativas a lo largo de varias décadas
de dictadura?
Otra pregunta. Si la economía cubana no ha podido desarrollar el país
por las ataduras conocidas, ¿a qué formulas se refiere el líder que
puedan propiciar la producción de alimentos?
Enfatizó que para fijar en las mentes de los cubanos el número de
lineamientos a cumplir, es necesario un cambio de mentalidad. ¿Cuál
sería pues ese cambio? Si no me equivoco, se refirió a viejos hábitos de
la era de su hermano Fidel: la improvisación, el apresuramiento, la
falta de rigor, el invento individual, etc.
Sin embargo, el causante de esos hábitos malignos, su hermano, fue
precisamente quien, hace veinte años, aportó soluciones para que no se
extinguiera la especie humana.
Para concluir, interpretemos sus palabras dudosas y saquemos en
conclusión que no hay indicio alguno de que la profunda y larga crisis
económica que sufre Cuba desde 1959, es el resultado de disparates,
falta de rigor, malhechurías, ataduras, improvisación, terquedad,
indisciplina, apresuramiento, etc.
Por último, dos preguntas más: ¿Cree de verdad Raúl Castro que sus
acuerdos son fruto de uno de los ejercicios democráticos más amplios y
profundos que ha llevado a cabo la Revolución en consulta con el pueblo?
¿Quiere decir que los anteriores ejercicios democráticos no fueron tan
amplios y profundos? Y la última: ¿Por qué Jaime Crombet trabajará con
él en la esfera principal del régimen, si fue destituido precisamente
por razones de salud?
Si usted no entiende bien el discurso del jefe de estado cubano,
consulte el diccionario de términos de escritura dudosa, editado por el
Instituto Cubano del Libro.
Nota: En el discurso este señor usa la palabra bienhechurías. Yo la uso
en otra forma.
Para Cuba actualidad: vlamagre7@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4853-lo-que-dice-o-no-dice-raul.html
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