El cólera en Granma
Lunes, 13 de Agosto de 2012 00:59
Escrito por Julio Antonio Aleaga Pesant
Cuba actualidad, Bayamo, Granma, (PD) Al bajarse en la terminal, del
vehículo de Ómnibus Nacionales (ON), el hombre del pulóver verde buscó
la casa donde venden jugo de naranja.
Durante años, su primera acción al llegar a Bayamo, fue dar la vuelta
al edificio y buscar la avenida que corre por detrás, para encontrarse
con la joven poco agraciada y peor vendedora que expende un frio jugo de
naranja natural, a dos pesos el vaso. Se sorprendió al ver el
establecimiento cerrado. Buscó con la mirada el punto donde venden
guarapo. Tampoco estaba abierto. Sin esperanzas se dirigió a su
destino. Lamentó la ausencia de los refrescantes jugos naturales.
No sabía aun que en la tarde y caminando por la terminal de trenes,
confirmaría la prohibición de las autoridades municipales. No se
comercian refrescos, jugos naturales y batidos a la población, por parte
de los dueños de cafeterías y paladares. Mientras, en los restaurantes
y cafeterías propiedad del Estado, solo se vende agua, refrescos y jugos
embotellados.
La medida, una de las tantas tomadas por las autoridades sanitarias en
gran parte de la provincia, afecta tanto a los cuentapropistas, como a
los usuarios y es parte de un paquete mayor, donde muchas veces, parece
que botan al niño, junto al agua sucia.
No existe venta de líquidos de manera informal en esta ciudad, y en la
mayoría de los pueblos de la llanura del Cauto y en toda la costa del
golfo se venden solo los etiquetados por las empresas estatales. Pero
estos tienen precios inalcanzables para una población que sufre de altos
niveles de desempleo, sub empleo y salarios inferiores a los 240 pesos.
Un refresco en lata cuesta 10 pesos, una botella de agua personal 8.35
pesos. Una botella de litro y medio de refresco gaseado se cotiza a 25
pesos, una botella de agua de igual capacidad 17.5 pesos, mientras por
una botella con 5 litros de agua se paga 47.5 pesos.
A diferencia de lo que articulan algunos economistas independientes en
la provincia, las aguas, los refrescos gaseados y los jugos embotellados
no gozaron de una flexibilidad de precios que los acercara al deprimido
bolsillo del consumidor local.
Pero esto es solo lo más visible de un grupo de restricciones de más
alcance sobre la población.
Fuentes del Ministerio del Interior en condición de anonimato
confirmaron que sus homólogos de la provincia Holguín (al norte),
impiden desde el pasado 25 de julio, que los granmeses escapen de la
canícula del verano a las playas del norte (Guardalavaca, Nipe, Gibara),
en camiones u otros transportes públicos. No se conoce de otras
medidas discriminatorias de este tipo, pero es muy probable que tanto
las provincias de Tunas (oeste), como Santiago de Cuba (este) tomaran
medidas de cuarentena del mismo nivel o superior.
Por lo pronto se sabe que los camiones con viandas, hortalizas y otros
productos agrícolas de la provincia que intentaron llegar a Santiago de
Cuba, durante los carnavales de finales de julio, fueron regresados a
sus destinos desde los puntos de control de la Policía Nacional
Revolucionaria, como parte de una cuarentena sanitaria, silenciosa e
implacable con los pocos productos y recursos de la ahora mas
empobrecida provincia.
En los medios de transporte se confirma entre la población la suspensión
de los trenes Jiguaní-Manzanillo-Jiguaní, Bayamo-Contramaestre-Bayamo,
Santiago-Manzanillo-Santiago, Bayamo-Guamo- Grito de Yara, así como
rígidos controles sanitarios en cabeceras municipales de la costa: Yara,
Manzanillo, Campechuela, Media Luna, Niquero, Pilón.
Entre las medidas más impopulares en la zona costera de Granma, esta la
prohibición por las autoridades pesqueras, sanitarias y portuarias de
salir a pescar al mar. Alegan que ostiones, almejas, moluscos o
crustáceos como el camarón, la langosta o peces como sierras, lisetas,
cuberas, gallegos, biajaibas u otros comunes en el área del delta del
Cauto pueden estar contaminados con el virus que afecta a la población
en el territorio.
La situación se vuelve crítica en el área, porque la actividad pesquera
es la principal fuente de trabajo y alimentación de la población,
luego que la dictadura militar desmantelara la mayoría de los ingenios
azucareros del territorio.
Algunos pescadores comentaron la importancia de que el Estado, entregue
subsidios para afrontar los próximos meses y hasta probablemente un año
sin trabajo.
Pero lo que más lacera la ruinosa economía regional es la ahora caótica
"revolución energética" lanzada por el dictador Fidel Castro Ruz, un par
de años antes de abandonar el poder. La estrategia de aquella
"revolución", fue eliminar todas las fuentes alternativas de energía
para la cocción de los alimentos en los hogares y cambiarlos por
utensilios eléctricos (cocina, ollas, calentadores). Ahora, con la
necesidad de hervir el agua, además de otras medidas profilácticas, el
pago por consumo eléctrico aumentó en más de 1600%. Si hasta el mes de
abril una familia promedio en Granma pagaba entre 10 y 15 pesos
mensuales por consumo eléctrico, actualmente desembolsa algo más de 250
pesos. Lo que equivale a la mitad del presupuesto de una familia tipo.
Sobre esta realidad y la crisis epidemiológica no se informa en los
medios informativos oficiales, fuera de la provincia. Pero en Granma se
habilitan espacios diarios en la televisión y la radio local para
informar desde una visión onírica, triunfalista y poco critica, el
comportamiento de la enfermedad. Es tan así que nadie sabe a ciencia
cierta si la enfermedad aumenta o disminuye, si la batalla contra el
flagelo medieval se gana o se pierde. Nadie sabe cuándo terminará este
estado de sitio no declarado y cuándo volverán a la vida pre-colérica
los habitantes del territorio.
En Bayamo, cabecera provincial, se publica un suplemento especial del
semanario La Demajagua, que cubre información específica del brote
epidémico, aunque no da muchas luces sobre el tema.
¡Alerta!, en su segundo número, salido durante la última semana de
julio, incluye información sobre la visita de una comisión especial del
Consejo de Estado y de Ministros formada por José Machado, Esteban Lazo,
José Balaguer, Víctor Gaute, el General de División Ramón Pardo, Sonia
Pérez Mojena, primera secretaria del Partido Comunista en Granma y
Manuel Sobrino Martínez, presidente del gobierno provincial. La visita
supuestamente se realizó el 26 de julio y el rango de los visitantes
recuerda el tamaño del problema que enfrenta la ciudad.
También incluye la segunda edición Lo que usted debe saber, sobre el
hipoclorito de sodio, Medidas emergentes para erradicar el brote
epidémico de infección gastrointestinal, y ¿Que es el cólera? ¿Cómo se
trasmite? síntomas y prevención, así como otros textos más pequeños. En
uno de ellos se entrevista a un paciente geriátrico que sobrevivió a la
enfermedad. El anciano concluye dando loas al gobierno. Mientras, otro
artículo refiere a la suspensión del carnaval en Manzanillo, una
decisión del gobierno provincial que tiene alta aceptación entre la
población.
Agasajado por la brisa marina, el hombre del pulóver verde se refugia
del calor de agosto en el silencioso Balneario de Manzanillo. Lo que
hace un par de meses era un punto de reunión de jóvenes y viejos que
venían a bañarse al mar, hoy es un lugar solitario, silencioso, vacío.
El que sea pillado bañándose en el mar pagará hasta 1 500 pesos de
multa. Se rumora que un joven por La Vuelta del Caño, bañaba su caballo
en el Rio Yara y en juicio sumario fue condenado a un año de cárcel. En
el horizonte los botes bailan al son del oleaje. Esperan el momento en
que puedan volver navegar.
Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4890-el-colera-en-granma.html
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