Sunday, August 21, 2011

Deporte cubano se desangra por las deserciones

Deportes

Deporte cubano se desangra por las deserciones

A dos meses de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, en México, todas
las miradas están puestas en la delegación antillana y la posibilidad de
que sus atletas salten al mundo libre
Aroldis Chapman se escapó de Cuba y ahora lanza en las mayores (AP)
EL UNIVERSAL
domingo 21 de agosto de 2011 06:39 PM

La Habana.- Un año después de haber ganado brillantemente el campeonato
nacional de beisbol, los Industriales, el equipo más emblemático de la
pelota cubana, finalizó décimo entre 16 equipos, reseñó AP.

Y no fue de extrañar: se habían quedado sin siete jugadores que
desertaron de la isla, incluidos dos pitchers importantes como Armando
Rivero y Joan Socarras, y el estelar antesalista Leugim Barroso.

A dos meses de los Juegos Panamericanos, las deserciones siguen siendo
un azote para el deporte cubano, agravadas por una situación económica
que impide dedicar a la actividad deportiva tantos recursos como en el
pasado.

El beisbol, el deporte nacional, sufrió un nuevo golpe cuando la novena
cubana cayó ante Taiwán en la final de un torneo internacional en
Rotterdam, Holanda. Esa derrota prolongó una racha nefasta: Cuba, tres
veces campeón olímpico y múltiple titular mundial, no gana un título
grande en beisbol desde el 2005.

Se cree que en los últimos 20 años cientos de peloteros abandonaron la
isla para probar suerte en las Ligas Mayores de Estados Unidos, incluido
Yohennis Céspedes, quien rompió récord de jonrones en la pasada
temporada en Cuba y ahora está en la República Dominicana. Céspedes
siguió los pasos de otros beisbolistas que se fueron del país en tiempos
recientes, como Gerardo Concepción, Yunieski Maya, Kendry Morales, Yunel
Escobar, Alexei Ramírez, Aroldis Chapman, Yuniesky Betancourt y Dayán
Viciedo.

Pero el beisbol no es el único deporte afectado. El voleibolista
Roberlandy Simon, capitán del equipo subcampeón mundial en el 2010,
renunció a la selección este año junto a otros dos jugadores, en medio
de versiones de que podrían desertar. El voleibol ya había soportado la
deserción de seis jugadores de la selección en el 2001.

En la Copa de Oro de junio, el futbolista Yosniel Mesa escapó por una
escalera de incendios en Carolina del Norte y se quedó en Estados
Unidos. ``Fue un poco difícil porque los entrenadores estaban en el
lobby del hotel. Llevaba un vaso en la mano porque si me veían podía
decir que iba por hielo'', relató luego el deportista desertor.

El deterioro del deporte cubano ha sido progresivo y visible. Después de
quedar en quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992,
detrás de potencias como la Unión Soviética, Estados Unidos, Alemania y
China, Cuba finalizó en el puesto 28 en los juegos más recientes, los de
Pekín, en 2008.

Y muchos se preguntan si en los Panamericanos de Guadalajara, en
octubre, logrará mantener su tradicional segundo lugar, detrás de
Estados Unidos, ante el embate de Brasil, que en la última edición de la
justa le pisó los talones, y de un México que le apuesta fuerte a los
juegos por ser local.

``Nos hemos dormido en los laureles'', dijo Fidel Castro en una columna
de opinión después de los juegos de Pekín. ``Seamos honestos y
reconozcámoslo todos. Revisemos cada disciplina, cada recurso humano y
material que dedicamos al deporte''.

No obstante, la principal razón de la debacle seguramente son las
deserciones, que debilitan no sólo el beisbol sino también otros
deportes, en particular el boxeo, durante mucho tiempo fuente inagotable
de preseas doradas y que en Pekín no cosechó una sola medalla de oro.

Algunos cubanos creen que será difícil contener el drenaje de talento
que se marcha al exterior si el gobierno no le da a los deportistas la
posibilidad de competir afuera del país, y lamentan que no se haya
liberalizado esa política en el marco de recientes reformas que permiten
el trabajo independiente en diversos campos.

Rompiendo con un viejo tabú de no hablar de estos asuntos, el ex
pelotero Víctor Mesa destacó que hay que ``hacer algo para detener el
robo de jugadores'', y lamentó que no se esté contemplando autorizar a
peloteros locales jugar en el exterior.

Mesa, actual manager del equipo Matanzas, comentó que los cubanos
podrían ``jugar ocho años en la serie nacional, y después (que) el
Estado les permitiera ser contratados para jugar en ligas de Venezuela,
Nicaragua, Japón, Corea del Sur o México''.

``Los tiempos cambian'', comentó a su vez Rey Vicente Anglada, ex
manager de Industriales y de Cuba (2002-2005). ``Hay jugadores cubanos
que han querido probar suerte. Se ven con posibilidades y ven a otros
que lo han hecho bien''.

Agregó que no ve ``cómo se puede parar'' eso.

La tentación es demasiado grande cuando jugadores como el pitcher
Aroldis Chapman firman contratos por cinco años y 30 millones de dólares
con los Rojos de Cincinnati.

En debates a nivel de barrio y centros de trabajo organizados antes de
lanzar las últimas reformas económicas, más de 3.000 personas abogaron
por ``incluir en los lineamientos una referencia a la contratación en el
extranjero de los deportistas'', de acuerdo al informe oficial de esos
debates publicado por el gobierno. El mismo informe dice que se trata de
``un tema que se continuará estudiando''.

Hay quienes creen que si se les permitiese competir legalmente en el
exterior, los deportistas no tendrían la necesidad de desertar y podrán
incorporarse a los equipos nacionales en los torneos internacionales.

``El gobierno cubano no quiere aceptar el hecho que los peloteros
deciden desertar para jugar al más alto nivel, en las mayores'', sostuvo
Jaime Torres, un puertorriqueño que es agente deportivo de José
Contreras, Ramírez y Betancourt.

Por su parte, el técnico de la selección francesa de voleibol, Philippe
Blain, declaró a la AP por teléfono que ``los voleibolistas de alto
nivel sueñan con jugar las más grandes ligas. Por eso los cubanos se
van. Para ellos se une el aspecto deportivo al atractivo financiero''.

En 1999 hubo una pequeña apertura y el Instituto Cubano de Deportes
negoció contratos para que voleibolistas y peloteros jugasen en ligas
foráneas. La experiencia, no obstante, fue suspendida en el 2005, sin
que se diesen explicaciones oficiales.

Al margen de las deserciones, está claro que escasean los recursos
económicos. Si bien no se conocen cifras oficiales del presupuesto del
deporte cubano, resulta evidente que el zapato aprieta. Cuba no pudo
jugar sus partidos de la Liga Mundial de Voleibol porque no se reparó el
aire acondicionado de la Ciudad Deportiva y por esa razón disputó sus
partidos de local afuera.

En deportes como judo o boxeo, en los que Cuba fue otrora potencia, las
delegaciones nacionales dejaron de participar en varios torneos en
Europa que habitualmente le sirvieron como preparación para las grandes
citas.

Desde su llegada al poder en 1959, Castro desarrolló el deporte y la
cultura, a través de los cuales promovió imágenes positivas de la
Revolución. En 1961 se eliminó el deporte profesional.

En toda la isla se abrieron escuelas de deportes, desde las edades más
pequeñas hasta la universidad, al tiempo que el Estado cubano asumió los
gastos de entrenamiento, educación, salud y viajes.

Los atletas cubanos cobran un salario mensual de unos 400 pesos cubanos
(16 dólares), y los medallistas olímpicos reciben un estipendio mensual
de por vida: 300 pesos convertibles cubanos (o CUC, equivalente a un
dólar), por el oro, 200 por la plata y 100 por el bronce. Además el
estado cubano entrega estímulos materiales como vivienda o automóvil. Un
CUC equivale a 25 pesos cubanos.

Las deserciones comenzaron en 1980, con el campeón mundial de pesas
Roberto Urrutia. En el beisbol, arrancaron en 1991, cuando el
serpentinero de los Industriales René Arocha se quedó en Miami y terminó
jugando con los Cardenales de San Luis y los Gigantes de San Francisco.
Después brillaron en las mayores jugadores como Orlando ``El Duque''
Hernández, su hermano Liván, Rey Ordóñez, Danny Báez y muchos más.

Pero ha habido cubanos que han resistido la tentación del dinero del
exterior.

``¿Qué representa un millón de dólares comparado con el amor de todo un
pueblo?'', preguntó el legendario Teófilo Stevenson, triple campeón
olímpico y mundial de boxeo, a quien le habrían ofrecido grandes sumas
para pelear como profesional en la época en que Muhamad Alí dominaba el
boxeo profesional. Ese combate nunca se realizó.

http://www.eluniversal.com/2011/08/21/deporte-cubano-se-desangra-por-las-deserciones.shtml

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