Wednesday, August 17, 2011

CRÓNICA DE UN ACTO DE REPUDIO

CRÓNICA DE UN ACTO DE REPUDIO
17-08-2011.
León Padrón Azcuy
Activista Pro Derechos Humanos

(www.miscelaneasdecuba.net).- Eran las siete y media de la mañana del 12
de agosto del 2005, cuando un numeroso grupo de personas se apostaron
frente a la casa de un reconocido opositor cubano con el objetivo de
evitar su participación en una importante reunión política, prevista
para ese día, en un lugar de la capital cubana.

El encuentro, convocado por los dirigentes del hasta entonces movimiento
"Todos Unidos", líder indiscutible --durante esa época- de la promoción
de diferentes e importantes proyectos dentro de la isla, preveía, en
coordinación con los diversos grupos políticos que militaban en su seno,
examinar la situación política del país, las terribles condiciones de
los presos políticos, el relanzamiento de la iniciativa, "36 medidas
para salir de la crisis", entre otras tareas acordes a la construcción
democrática nacional.

La noche antes, se produjo una deshonesta visita a la vivienda del
demócrata, cuya posición como Presidente de un Movimiento Político
dentro de Cuba les era molesta y preocupante. Eran pasadas las diez de
la noche, cuando siete representantes del régimen parados sobre la
escalera de aquel edificio, ubicado en un barrio capitalino, le
anunciaron que no lo dejarían salir al otro día.

Estos represivos métodos inmoderados han sido símbolos de la prepotencia
gubernamental que, valiéndose de los llamados factores, en
representación de diferentes organizaciones de masas como los: Comité de
Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, el Poder
Popular, la Asociación de Combatientes y el Partido Comunista, envían
tenebrosos mensajes a los que intentan desmarcarse de su doctrina.

El escenario quedaría listo para que se inscribiera otra de las tantas
páginas negras en el expediente represivo de la dictadura castrista.
Quienes usan su temible Policía Política para el trabajo sucio,
ordenándoles que movilicen a trabajadores de varios centros laborales,
previamente manipulados, ya que les dicen que los demócratas son
mercenarios y terroristas o pagados por el Imperio, para quitarles su
"soberanía".

Estas tácticas llevaron el 12 de Agosto del 2005, a cientos de personas
frente a la humilde morada del opositor del régimen, cuyo delito ha
sido emplazar al gobierno por sus constantes violaciones de los Derechos
Humanos. Ese día, encabezados por dos "parlamentarios": la Directora del
Hospital Materno William Soler y un pinareño de apellido Medina,
elegido por la empresa constructiva ECOA No 6, comenzó todo. Estos
individuos, mezclados con las turbas, se gastaron todo el arsenal
grotesco, típico de gente de baja catadura moral, más que de diputados
de la Asamblea Nacional.

Su lenguaje violento prevaleció hasta cerca del crepúsculo, al estilo de
los Camisas Pardas de Benito Mussolini, la intransigencia monárquica
española de fines de siglo XIX utilizado contra Benito Pérez Galdós, o
las indignas actuaciones de las tropas de choque del tirano Gerardo
Machado en 1933.

Bajo este terrible asedio han vivido muchos demócratas cubanos. En el
caso que nos ocupa, se le cortó toda comunicación, empezando por el
servicio telefónico, inhabilitado en cuanto las emisoras radiales
intentaron buscar información. También fue notable la censura mediática,
al prohibirle a las cadenas televisivas extranjeras acreditadas en la
Habana que cubrieran el suceso íntegramente, pues no les permitieron
entrevistarlo.

Irónicamente, en pleno siglo XXI y a más de un quinquenio de aquel
oscuro suceso, el gobierno mantiene esta conducta, que ha perfilando los
rostros de la élite comunista, cuyos métodos para paralizar a la
oposición y amedrentar a los cubanos, los ubica dentro de los máximos
depredadores de la libertad, razón suficiente para la inhabilitación
política de por vida.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33317

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