Última actualización Tuesday, 5 July 2011 03:40
Por EMILIO MORALES*
- De todas las medidas puestas en práctica hasta el momento por el
gobierno de Raúl Castro, la autorización de ventas de casas y autos es
sin dudas la que mayor peso tendrá en el cambio de modelo y en la
sociedad cubana actual.
En primer lugar, estas medidas van a lograr un incremento sustancial de
los envíos de remesas, las cuales en el 2010 alcanzaron la cifra de los
$2,000 millones de dólares.
En este nuevo escenario las remesas podrían alcanzar unos $3,000
millones de dólares para el próximo año, lo que significaría un
crecimiento de un 50 por ciento. ¿Por qué?
La venta de las casas es una medida audaz y obligada al mismo tiempo.
Audaz, porque en 50 años el sector inmobiliario ha estado vedado para
los cubanos. Es algo sin precedentes en medio siglo y tendrá gran
incidencia en la sociedad y en la vida de los cubanos.
La medida va a terminar con unas cuantas ilegalidades y desarticulará
gran parte del mercado negro que se generaba alrededor de las
operaciones inmobiliarias.
Y decimos que es obligada, porque el gobierno tiene que dar respuesta al
problema de la vivienda y al mismo tiempo flexibilizar las inversiones
extranjeras para el sector inmobiliario. Este paso permitirá crear la
base legal para eliminar las diferencias y los privilegios de
extranjeros sobre nacionales, lo que resulta muy importante para
desarrollar un modelo de economía de mercado eficiente.
También podría ser el motor de arranque para poner en movimiento una
industria de construcción que ha estado lenta y poco productiva en los
últimos 50 años y a la par generar una sinergia dinámica con el resto de
las industrias que la respaldan, con nuevos espacios potenciales en el
mercado laboral de la isla.
Por otra parte, la dinámica que desatará poner el mercado inmobiliario
cubano bajo las leyes de la oferta y la demanda será un factor de cambio
de 180 grados en el contexto empresarial cubano, lo que comenzará a
mover grandes cantidades de dinero desde el exterior, especialmente de
los nacionales que viven fuera del país.
Para tener una idea de la magnitud que pudiera tener este fenómeno, sólo
basta con recordar que fuera de la isla viven ya más de dos millones de
cubanos, 1.8 millones en Estados Unidos. Si miramos los datos
migratorios vamos a poder observar que en los últimos ocho años han
emigrado de Cuba un promedio de 45,000 cubanos anualmente.
Por tanto, las remesas de los cubanos emigrados será un factor decisivo
para el florecimiento de las transacciones de vivienda en la isla.
Con la venta de los automóviles la situación es similar. El transporte
es un sector débil en la la isla, pero resulta un elemento esencial en
los esfuerzos por construir una economía eficiente y fuerte.
Tal vez el más claro indicio de que la decisión de cambiar el modelo es
irreversible.
Como la venta de casas entre particulares, la decisión sobre los autos
no tiene precedentes en medio siglo y tendrá similar efecto de terminar
con ilegalidades, además de que genera nuevas oportunidades de trabajo.
Descolocar al mercado negro
Cuba era en 1958 el sexto país del mundo en promedio de automóviles por
habitantes. La superaban, en este orden, Estados Unidos, Canadá, Gran
Bretaña, Venezuela y Alemania Occidental. En 1959 circulaban en Cuba
180,511 autos, casi todos de procedencia norteamericana.
Las estadísticas revelan que Chevrolet era la marca preferida por los
cubanos en aquel entonces, seguida por los vehículos de Ford, Buick y
Plymouth. Cuba se convirtió en un paraíso para la industria
automovilística norteamericana. Sin embargo, 50 años después, el país se
encuentra en los últimos lugares de la lista, con apenas 38 vehículos
por cada mil habitantes.
En la actualidad el 75 por ciento del parque automotor del país se
encuentra en manos del Estado y apenas un 25 por ciento en manos
privadas. En Cuba existen alrededor de 3.5 millones de núcleos
familiares, pero solo el 1.2 por ciento de los habitantes disponen de un
auto.
El sector estatal posee una amplia red de almacenes de distribución de
piezas de repuesto y talleres de reparación de automóviles, aunque en su
mayoría presentan un desabastecimiento generalizado, al mismo tiempo que
talleres y almacenes distribuidores sirven de proveedores del mercado negro.
En el sector privado existen miles de mecánicos que trabajan por cuenta
propia y dan servicio a todo el parque automotor privado del país.
También se destacan decenas de cientos de chapistas dedicados a la labor
de chapistería y pintura, quienes operan de manera ilegal, pues el
oficio no ha sido autorizado aún para el trabajo privado.
Con la nueva apertura se espera que el gobierno implemente almacenes de
venta de insumos para poder respaldar a toda esta masa laboral que hoy
se abastece del mercado negro.
A la vez, todo el tejido empresarial privado que se está formando
requiere y necesita de una red de transporte privada que garantice el
movimiento de las producciones agrícolas hacia las ciudades, y que
asegure el abastecimiento a todos los mercados, incluyendo los
estatales. Esperemos que dichas medidas se implementen lo más rápido
posible. Sin duda alguna el país comienza a entrar en una dinámica
diferente, parece que la realidad está superando la ficción.
10 factores como palanca de cambio
La apertura realizada por el gobierno en el año 1993 fue el primer paso
en quebrar el sistema de economía planificada, pero se quedó a medio
camino y dio marcha atrás. La fórmula cubana funcionó y logró sacar al
país de la crisis del "período especial". Sin embargo, intentaron
retornar al centralismo y el tutelaje político de la economía de los
años 80 y el resultado fue un total fracaso.
La lección fue clara: la fórmula capitalista era la única que podría
hacer funcionar la economía.
Aunque hace solo unos meses que de manera oficial se reconoce el cambio
del modelo económico cubano, a mi juicio, habría comenzado hace varios años.
Hay una decena de decisiones internas y externas que convergen en este
momento, pero que se vienen fraguando desde hace tiempo en favor del
cambio de modelo en Cuba. Este fue el pronóstico de hace dos años en mi
libro Cuba: ¿Tránsito silencioso al capitalismo? (2009) sobre los 10
factores esenciales de la transformación económica cubana:
1. Aumento de la emigración.
2. Levantamiento de las restricciones de viajes desde Estados Unidos.
3. Levantamiento de las restricciones a los envíos de remesas.
4. Posicionamiento de liderazgo del exilio cubano dentro del sector
empresarial de la comunidad hispana en los Estados Unidos.
5. Liberación de los servicios de telefonía celular.
6. Liberación del acceso a internet.
7. Liberación de la compra y venta de casas.
8. Liberación de la compra y venta de autos.
9. Liberación de la agricultura.
10.Apertura a la pequeña y mediana empresa privada.
De todos esos factores, solo falta por cumplirse el de la apertura de la
internet. Aunque el asunto entra en un sensible campo político sobre el
control y el uso de la información, el país no tiene otro remedio que
aceptar, a mediano plazo, la masividad del acceso a la red. De hecho, ya
se están dando pasos legales y de inversiones fundamentales en el sector
de las nuevas tecnologías, habrá disponible conexión de alta velocidad
para fines de este año, y mer atrevo a pronosticar cambios fundamentales
respecto al acceso a internet en Cuba en los próximos 18 meses.
Para los que piensan que en Cuba no está pasando nada y que los cambios
en el modelo económico son pura teoría de ilusionistas, les recomiendo
observar los hechos cotidianos para que el viraje no los tome por sorpresa.
* Economista cubano. Ex jefe de mercadotectnia en la corporación CIMEX y
autor de Cuba: ¿tránsito silencioso al capitalismo? Es presidente de
Havana Consulting Group, en Miami.
Disposiciones sobre la venta de casas y autos:
http://cafefuerte.com/wp-content/uploads/2011/07/DisposicionCasa-Carros.doc
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