Tuesday, July 5, 2011

Taxis y taxistas

Taxis y taxistas
Tuesday, July 5, 2011 | Por Juan Carlos Linares Balmaseda

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – Tengo dos amigos que pueden
ganarse "legalmente" hasta cien dólares diarios, en este país donde la
mayoría de la gente gana un dólar o menos por día. Son taxistas. Uno
trabaja para el Estado y el otro conduce un taxi particular.

Mis dos amigos taxistas no se conocen, pero el del taxi estatal ve con
malos ojos que hayan autorizado los autos de alquiler particulares para
transportar extranjeros.

Hasta hace poco, ese era un delito que podía costar a los propietarios
el decomiso de sus automóviles. Por su parte, el taxista particular se
queja de que todavía le prohíban hacer piquera en el aeropuerto y zonas
cercanas a los hoteles donde se hospedan los turistas.

Recientemente, fueron unificadas un gran número de agencias de taxis
estatales, bajo el nombre de Cubataxi. Desde entonces puede afirmarse
que existen sólo dos categorías de taxis: los estatales y los
particulares, conocidos como boteros.

Cubataxi agrupa a las 11 bases de taxis existentes en La Habana. Entre
las más populares están Panataxi, Fénix, OK, Gaviota, Habanataxi, los
llamados cocotaxis, y los autos antiguos de la agencia Anchar. Quedaron
fuera de Cubataxi las agencias Rencar, dedicada al alquiler de autos sin
chofer, y Transtur, de ómnibus. Las dos se subordinan al Ministerio de
Turismo.

Mis amigos taxistas compran combustible en el mercado negro, porque es
mejor negocio. Los garajes en Cuba son propiedad del Estado y en ellos
tanto la gasolina como el petróleo valen un dólar con veinte centavos el
litro. Por fuera, la gasolina se consigue con sólo veinticinco por
ciento de rebaja, pero el petróleo se vende con setenta y cinco por
ciento de descuento, lo cual es una gran ventaja para los boteros, que
mayormente tienen viejos autos americanos con motores petroleros adaptados.

No obstante, aun que tienen la ventaja de que el petróleo es más barato,
los boteros tienen un grave problema a la hora de competir con los taxis
estatales: sus antiquísimos autos están completamente destartalados y se
rompen continuamente.

A sus gastos deben sumar el costo de las continuas reparaciones y las
piezas de repuesto que, aunque en teoría el Estado les vende, en la
práctica tienen que conseguir casi siempre en el mercado negro. Además,
deben pagar altos impuestos, que aumentan en dependencia del modelo del
auto y la cantidad de asientos.

Hay autos particulares que, en vez de gasolina utilizan keroseno, un
nuevo invento de los difíciles tiempos que corren. El keroseno se
consigue sólo en el mercado negro, por un valor similar al del petróleo
mal habido.

Ni los taxistas particulares, ni los que trabajan para el Estado, tienen
sindicatos a quien recurrir para que los protejan, y menos para
preguntar adónde va a parar todo el dinero de las licencias y los altos
impuestos que pagan.

Ya son 14 mil los trabajadores por cuenta propia que se dedican a
transportar pasajeros. No entienden por qué el gobierno insiste en
hacerles la competencia, por qué deben competir de manera tan desigual
con el Estado, en lugar de permitirles a todos los ciudadanos competir a
todos en igualdad de condiciones.

http://www.cubanet.org/articulos/taxis-y-taxistas/

No comments:

Post a Comment