Thursday, June 16, 2011 | Por Eugenio Leal
LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) – La manipulación de los
símbolos patrios en los últimos cincuenta y dos años, es algo que nunca
se imaginaron los fundadores de la nación ni los compatriotas de las
primeras décadas de vida republicana.
En el texto "Bandera, Himno y Escudo de Cuba. Notas históricas,
disposiciones legales, usos" (La Habana, publicaciones del Ministerio de
Estado, diciembre de 1950), entre las reglas se nos define que la
bandera es uno de los símbolos más representativos de la nación. No es
considerada sólo un objeto material, sino como algo viviente. Sobre ella
no se debe estampar, escribir, pintar o colocar letreros, retratos ni
objetos de clase alguna. Ya sean propagandas comerciales, políticas o de
tendencia o clase alguna. Ni utilizar como vestido o parte de un
uniforme, bordar o pintar en materiales con destino a menesteres domésticos.
Esto fue así hasta 1959. Los que accedieron al poder destruyeron el
Estado de Derecho que regia los destinos de la República. Al
consolidarse se situaron por encima de la nación y de sus habitantes. La
patria pasó a ser su pedestal y para los demás el ara del sacrificio.
Al desaparecer el campo socialista perdieron la base económica, política
e ideológica y se centraron en los valores históricos. Pero dejaron
claro que la autoridad les permitía legitimar los símbolos de la
nacionalidad, porque Fidel Castro era la máxima encarnación de la patria.
Lo vimos en 1992 al ser despedida la delegación que asistiría a los
Juegos Panamericanos de Mar del Plata en Argentina. La bandera que
llevarían fue firmada por Fidel Castro en la estrella, Raúl Castro en el
triángulo y sus más cercanos colaboradores lo hicieron en las franjas.
Entonces el país tocaba fondo en la crisis más profunda y prolongada de
su historia, y se esperaban las reformas. Ahora, casi veinte años
después, las verdaderas reformas no se han hecho realidad, crecen las
manifestaciones de descontento y aumentan las medidas represivas.
Por eso los hermanos Marcos Maiquel y Antonio Michel Lima fueron
enjuiciados y sancionados a 3 y 2 años de privación de libertad,
respectivamente, por el Tribunal Municipal de Holguín. Se les declaró
culpables de los delitos de ultraje a los símbolos patrios y escándalo
público, en una vista en que se violaron las normas procesales.
El arresto ocurrió el 25 de diciembre de 2010. La noche anterior los
hermanos festejaron con canciones del grupo musical Los Aldeanos y
enarbolaron la bandera cubana frente a su casa. Se trata de otro desmán
de quienes ultrajan la nación desde el poder.
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