La trata de batas blancas
PEDRO CAMPOS, Miami | Abril 11, 2017
La trata de negros o mercado de esclavos traídos de África desarrollado
por los colonialistas europeos quedó establecido como un claro crimen
contra la humanidad ante todos los seres civilizados contemporáneos sin
la más mínima duda. Se trataba de "vender" a seres humanos como
mercancía para servir de meros instrumentos de producción, especialmente
en las plantaciones azucareras, cafetaleras y algodoneras del Nuevo Mundo.
En los siglos XX y XXI la trata de personas adquirió otras connotaciones
que hicieron a la ONU abordar el tema como un crimen internacional
porque se ha seguido usando, aunque con formas distintas a aquella
esclavitud, pero esencialmente con la misma connotación de someter a las
personas a la explotación de la prostitución u otras formas de
explotación sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o las prácticas
análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. Las
víctimas han sido fundamentalmente mujeres y niños.
Por estos días visita Cuba María Grazia Giammarinaro, relatora especial
de la ONU sobre la trata de personas. A fin de que la distinguida
visitante conozca un aspecto que debería investigar en Cuba, expongo el
caso de la "trata de batas blancas", que de una u otra forma muchos
venimos denunciando en Cuba hace años.
Al respecto, es preciso acudir a la definición de trata de personas para
la ONU.
El Protocolo de la ONU contra la trata de personas se refiere a la misma
como "la acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir
personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas
de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una
situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra, con fines de explotación".
Tras leer esta definición, ¿alguien tiene alguna duda de que las
operaciones del Gobierno cubano para enviar médicos y paramédicos
cubanos a distintos países del mundo a "cumplir misiones
internacionalistas" constituyen verdaderos tráficos de personas, con
fines de explotación?
El Gobierno cubano capta, transporta, traslada a médicos y paramédicos
cubanos recurriendo al abuso de poder que tiene sobre sus ciudadanos y
especialmente a la situación de vulnerabilidad económica de esos
trabajadores a los que se brindan determinados beneficios ínfimos, dado
el bajo nivel de los salarios establecidos por el propio Gobierno para
sus asalariados, por medio de los cuales obtiene el consentimiento de
los mismos para ser explotarlos, en tanto que se apropia entre el 70% y
el 90% de los salarios que pagan los gobiernos de otros países o las
propias instituciones de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La medicina es una de las labores que el Estado prohíbe para el
ejercicio por cuenta propio, lo cual es otro factor de presión para
obligar a los profesionales a "aceptar" misiones internacionalistas. Si
el trabajo por cuenta propia les fuera permitido sus ingresos
aumentarían y no tendrían que verse obligados a "cumplir misión".
Además, a esos profesionales se les impide viajar con sus familias, para
mantener a sus hijos y cónyuges en calidad de rehenes que los obligue a
regresar al país, por lo cual también son víctimas de coacción
extraeconómica. El engaño también ha sido usado para lograr el
reclutamiento de galenos cubanos para estos fines, pues se les ha
ofrecido prebendas que nunca fueron satisfechas, como la venta de autos.
Para que se tenga una idea de la magnitud de este programa del Gobierno
cubano, de acuerdo con su Ministro de Salud Pública, Roberto Morales,
Cuba tendría unos 50.000 profesionales del ramo trabajando en más de 66
países y, según el periódico oficial del Partido Comunista, Granma, el
Gobierno recibiría cerca de 8.000 millones de dólares por este trabajo
esclavo. Es la mayor entrada de divisas al país, solo comparable a las
que vienen vía remesas y gastos de cubanoamericanos en sus envíos de
alimentos, medicinas, ropas, electrodomésticos y viajes.
Estos elementos son suficientes para acusar al Gobierno cubano de operar
un enorme sistema internacional de trata de batas blancas en varios
continentes que incluyen violaciones flagrantes y masivas de los
derechos humanos de esos ciudadanos en tanto son forzados por la
realidad de la economía a servir de esclavos al Estado cubano, no
recibir salarios justos por su trabajo y ser sometidos a coacción por la
situación de rehenes en que quedan sus familiares.
La muestra más reciente de que se trata de un gran negocio del Gobierno
es su reciente decisión de impedir a los médicos salir del país
libremente como al resto de los ciudadanos, salvo que lo hagan por medio
de esas "misiones internacionalistas"
Si la relatora desea tener una información completa sobre este asunto,
además de oír lo que tiene que decir el Gobierno cubano sobre esto,
debería reunirse con algunos de los cientos de médicos que han decidido
abandonar su misión y residen en EE UU u otros países.
Las organizaciones cubanas de derechos humanos, los grupos opositores y
disidentes seguramente estarán atentos a que este tema sea debidamente
investigado por la honorable relatora especial de la ONU para la trata
de personas, con motivo de su viaje a Cuba.
Source: La trata de batas blancas -
http://www.14ymedio.com/opinion/trata-batas-blancas_0_2197580225.html
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