Wednesday, March 8, 2017

Desfachatez difícil de tolerar

Desfachatez difícil de tolerar
8 Marzo, 2017 4:12 pm por Nelson Rodríguez Chartrand

Los Pinos, Arroyo Naranjo, Nelson Rodríguez Chartrand, (PD) Está más que
comprobado, que a los dictadores cubanos no les importa siquiera las
leyes que ellos mismos promulgan. Cuando de reprimir a sus detractores
se trata, la imaginación en ellos se hace más creativa, hasta el punto
de imaginar delitos sólo concebibles en mentes diabólicas enfermas de
poder. Veamos lo que sucedió apenas hace unas horas en el capitalino
reparto de Los Pinos.

Rafael Ramos Balaguer es un defensor pacífico de los Derechos Humanos
que reside en Alberto González entre Finlay y Cisneros Betancourt, en el
reparto Los Pinos del municipio capitalino de Arroyo Naranjo. El 6 de
marzo de 20017, a las 2:00PM de la tarde aproximadamente, junto a dos
también defensores pacíficos de los Derechos Humanos, decidió escribir
en la fachada de su vivienda que ostenta en carácter de propietario, la
palabra CAMBIO y fotografiarse con la bandera cubana.

¿Hay algún delito en eso si tomamos en cuenta que uno de los elementos
esenciales para que una acción humana pueda constituirse en delito es
que represente amenaza o peligrosidad social o haya causado daño? Así lo
estipula el artículo 8 del Código Penal cubano.

Pero como ya expresé, a los dictadores cubanos poco les importan las leyes.

No pasaron veinte minutos desde que sucedió este suceso, cuando se
personaron en el lugar agentes de la policía Seguridad del Estado (DSE)
y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), quienes en ejercicio del
uso arrogante de su Poder e inmunidad desmedida, arremetieron contra
esos tres pacíficos ciudadanos que ejercían los derechos inalienables de
libre expresión. Dos de ellos lograron escapar, pero Rafael Ramos
Balaguer fue detenido y conducido hacia un lugar desconocido, es decir,
literalmente secuestrado.

Me viene ahora mismo a la mente lo que estipula la bochornosa
Constitución dictatorial cubana en cuanto a que el Estado cubano se
encuentra organizado, entre otras mentiras, para el disfrute de la
libertad política y la justicia social. ¿Puede existir justicia social
donde ocurren hechos como estos?

Cualquiera pudiera pensar que el secuestro de Ramos Balaguer no tendrá
trascendencia alguna y que el mismo sería liberado cuanto antes, pero
los que conocemos las entrañas de los dictadores cubanos y su sistema de
"injusticia", sabemos que perfectamente cualquier cosa puede ocurrir.

Claro está, que escribir la palabra CAMBIO no constituye un delito en la
legislación penal cubana. Pero recuérdese que, el monopolio de las
pruebas judiciales, por una parte, y la sumisión de los tribunales a los
designios de los dictadores, por la otra, crea condiciones idóneas para
la fabricación de delitos.

No sería para nada extraño que Rafael Ramos Balaguer sea enjuiciado por
ejemplo, por supuestos delitos de atentado, desacato o propaganda
enemiga y sólo por escribir en la fachada de su casa, la palabra CAMBIO.

Sin embargo, los secuaces de los dictadores se abrogan el derecho de
irrespetar la propiedad de sus detractores con impunidad absoluta y esto
lo demuestra el hecho de que los agentes de la policía Seguridad del
Estado, después de haber detenido a Ramos Balaguer, procedieron a borrar
con pintura la palabra CAMBIO y con la sumisión repugnante y el
servilismo que les destaca, escribieron a cambio, la frase que ningún
cubano desea escuchar: ¡VIVA FIDEL..!
nelsonchartrand@gmail.com; Nelson Rodríguez Chartrand

Source: Desfachatez difícil de tolerar | Primavera Digital -
https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/desfachatez-dificil-de-tolerar/

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