La pobreza de Nérida
1 noviembre, 2016 5:40 pm por Tania de la Torre Montesinos
Granma, Manzanillo, Tania de la Torre, (PD) Se es pobre si no se dispone
de ingresos o bienes suficientes, pero agudiza este estado la
imposibilidad de alcanzar un mínimo de realización vital por verse
privado de las capacidades y derechos básicos para hacerlo, despojado de
todo en una sociedad que dice estar basada en la igualdad.
La pobreza que a través de los años ha afectado a una gran parte de la
población cubana, podría ser definida como una pobreza de desarrollo
humano, donde prima un estado de privación o falta de recursos incluso-
hasta para poder adquirir los alimentos necesarios para vivir.
Además de los problemas que se derivan de la ineficiencia del sistema,
están otros, como los que trae la naturaleza, los llamados huracanes que
han atravesado nuestro país y que dejan a su paso un horrible rastro de
miseria.
A las autoridades poco les interesa lo que le sucede al pueblo, a no ser
que le sirva para su propaganda política.
En la entrada de Manzanillo, en el Consejo Popular número 6, en la
céntrica avenida Paquito Rosales, en el número 65, puede verse un
ejemplo de la desidia estatal.
Allí vive Nérida María Durán Lastre, en una pobreza extrema.
Su vivienda ha perdido el techo. La lluvia ha provocado una enorme
humedad en las paredes.
Con ella viven, en constante peligro, su anciana madre y dos hijos
menores de edad.
No tienen entrada de agua y no le es suministrada por carros pipas.
Aprovechan para bañarse el agua de un salidero cercano y la de lluvia
que recogen. A veces se bañan sin jabón porque no tienen los cinco pesos
para comprarlo: Nérida recibe mensualmente una asistencia social de 165
pesos, para cubrir todas las necesidades de los cuatro miembros de la
familia.
La falta de higiene los ha llevado a adquirir afecciones como:
pediculosis, escabiosis y amebas, para los cuales generalmente no
encuentran los medicamentos.
Realizan sus necesidades fisiológicas en bolsas de nylon que arrojan a
la calle porque no tienen servicio sanitario.
En su patio hay una fosa vertiendo, que contamina con su fetidez el
ambiente.
Cuando la epidemia de cólera, las autoridades sanitarias les ofrecieron
construirles una letrina sanitaria, pero no lo hicieron. Solo les
entregaron un pequeño tanque de fibrocemento para almacenar agua, pero
como tiene filtraciones, no lo han podido utilizar.
La familia se alimenta cuando tienen dinero para comprar comida y leña
con qué cocinar.
En varias ocasiones les han cortado la electricidad por no contar con el
dinero para el pago del servicio.
Los niños, por falta de alimentación, sufren en ocasiones desmayos.
Refiere Nérida que vendió su refrigerador, porque de todas formas, no
tenía nada que guardar en él.
La delegada del Poder Popular, Marta Labrada, la visitó recientemente y
sonriéndose le comunico que la mandaría con Xiomara, otra delegada que
se ocuparía de su caso. Y Nérida le respondió: "Que lastima que en Cuba
los dirigentes no vean lo que necesitan los pobres".
Después de conocer las condiciones en que vive esta familia, estará de
acuerdo conmigo en que este caso es una pobreza de desarrollo humano.
comuni.red.comunitaria@gmail.com; Tania de la Torre; Teléfono: 23574953
*Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Source: La pobreza de Nérida | Primavera Digital -
http://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/la-pobreza-de-nerida/
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