La economía cubana se estanca, mientras el gobierno cierra puertas a
negocios con EEUU
NORA GÁMEZ TORRES
ngameztorres@elnuevoherald.com
La economía cubana cerrará el año con una contracción, según expertos,
pero el gobierno de la isla parece dar pasos atrás en su reforma
económica y en la apertura de negocios con Estados Unidos.
Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera
soltó la bomba en en la Feria Internacional de La Habana, que comenzó el
lunes, al sugerir que al cierre del 2016 la economía cubana podría no
llegar a crecer ni siquiera el uno por ciento alcanzado en el primer
semestre.
"Cuba atraviesa limitaciones financieras coyunturales. Esto ha afectado
el ritmo de crecimiento del PIB en el primer semestre, que ha sido menor
de lo esperado. Y esas limitaciones comprometen las proyecciones para el
cierre del año", señaló el ministro en la apertura del evento con
participación de 73 países y una docena de compañías de EEUU.
El periódico oficial Granma editó los comentarios del Ministro y dejó
fuera su pronóstico sobre el crecimiento, mientras destacaba a
Venezuela, China y Rusia como socios comerciales presentes en la Feria.
Sus declaraciones no sorprendieron, pues desde principios del 2016 se
vaticinaba un peor año para la economía cubana, con una expectativa de
crecimiento del Producto Interno Bruto del 2 por ciento, la mitad de lo
alcanzado en el 2015. El gobierno rebajó aún más el estimado en julio, a
un 1% cuando admitió el impacto en la economía de la disminución de los
suministros de petróleo venezolano y que no podría pagar a sus
acreedores en el segundo semestre del año.
"La situación de Venezuela nos impacta extraordinariamente, pero lo
curioso es que eso se sabe desde hace tiempo, y se venía advirtiendo",
comentó al Nuevo Herald el economista cubano Omar Everleny. Esta misma
semana trascendió que una refinería operada como una empresa mixta
cubanovenezolana en Cienfuegos redujo su producción a la mitad este año,
tras la caída en el suministro de petróleo desde ese país.
Pavel Vidal, profesor de la Universidad Javeriana en Colombia y autor de
un índice para medir la economía cubana (CSETI) estima incluso que el
año cerrará con una contracción del PIB.
"La actualización de Cuba Standard Economic Trend Index (CSETI) hasta
septiembre del 2016 no deja duda de los problemas de balanza de pagos
por los que atraviesa la economía cubana y confirma las proyecciones
hacia una desaceleración y posible recesión en la actividad económica",
comentó Vidal a el Nuevo Herald.
El economista estima que el PIB caerá este año en alrededor de 1 por
cientocon una disminución del 17 por ciento en las inversiones y del 3
por ciento en el consumo.
Everleny explicó que "el primer semestre de la economía cubana es el que
más crece siempre. Es la temporada alta del turismo, que son 3 meses, y
la zafra que se termina en mayo. Esto quiere decir que cuando [el
crecimiento en] el primer semestre es 1%, es difícil sobrepasarlo en el
año". A ello se suma los recortes "de los planes de empresas por falta
de combustibles" y "la política del gobierno de ponerle más controles al
sector no estatal".
Este mismo mes, el gobierno anunció que no otorgaría más permisos para
abrir nuevos restaurantes privados conocidos como "paladares". Dueños de
129 paladares o cafeterías recibieron advertencias sobre "tendencias
negativas" en esos establecimientos, mientras las autoridades cerraban
populares clubes nocturnos privados en La Habana como el Shangri-La y El
Sarao.
Los paladares florecieron de nuevo en el país a partir de una serie de
cambios introducidos por Raúl Castro, que su gobierno llama la
"actualización del modelo económico". La reciente medida parece ponerle
freno al desarrollo del empresariado privado en la isla, al que EEUU ha
decidido apoyar como parte de su política de "empoderamiento" de actores
no estatales en la isla. Entre otras medidas adoptadas por la actual
Administración para favorecer a este sector se encuentra la autorización
para exportar directamente a los cuentapropistas y las ventas online de
productos a los cubanos, ninguna de las cuales ha sido permitida por Cuba.
La Feria, a la que asiste una delegación de la Cámara de Comercio de
EEUU, trajo otras malas noticias para las compañías estadounidenses
interesadas en invertir en Cuba. El primer proyecto de inversión con
capital 100% estadounidense, para ensamblar tractores en una fábrica en
el Mariel, se fue a pique. Las autoridades cubanas le dijeron al
fundador de la compañía Cleber LLC, Saul Berenthal que abandonara sus
planes de construir tractores en Cuba sin más explicaciones, según
reportó AP.
Rosenthal había compartido su entusiasmo apenas hace unas semanas en
Miami, cuando comunicó durante una conferencia sobre negocios en Cuba
que había recibido una licencia de EEUU que le habría permitido, además,
vender productos para la agricultura y la construcción directamente a
empresas estatales cubanas.
La inversión de Cleber requería que el gobierno cubano tomara demasiados
riesgos ideológicos, opina John Kavulich, director del US-Cuba Trade and
Economic Council. Aceptar el proyecto "se percibiría como que el país
está aceptando los estatutos, reglamentos y políticas actuales de los
Estados Unidos. Que se han rendido", dijo.
"Se sienten seguros de que con las subvenciones, los préstamos, la
reestructuración de las obligaciones existentes, los proyectos centrados
en la energía, los ingresos de los visitantes de los Estados Unidos y
otros países, el gobierno tendrá la capacidad de mantener su resistencia
a un compromiso comercial y económico significativo con las empresas
basadas en Estados Unidos", agregó.
Malmierca reconoció que Cuba estaba lejos de su meta de captar $2,500
millones anuales en inversión extranjera, con 83 proyectos aprobados por
un valor aproximado de $1,300 millones desde la aprobación de la nueva
ley de inversión extranjera en el 2014.
Sin embargo, en las últimas semanas el gobierno cubano ha dejado claro
que no piensa avanzar en una relación comercial con Estados Unidos
mientras no se levanten las restricciones restantes del embargo, que
tiene efectos "intimidatorios" para las compañías de otros países, según
declaró el canciller cubano en la ONU recientemente. Malmierca reiteró
en la apertura de la FIHAV que el embargo se mantenía como el principal
obstáculo para unas relaciones normales entre ambos países.
"No es mentira que la inversión extranjera se frene por el embargo, pero
ese no es el único problema. Hay empresas de otras latitudes que se
quejan que el gobierno cubano se demora excesivamente en darle la
aprobación, es decir hay empresas que han presentado proyectos y no se
aprueban", opinó Everleny.
Vidal y su equipo de la revista Cuba Standard realizan periódicamente
una encuesta sobre el clima de negocios en Cuba. Aunque el embargo es
citado por más de la mitad de los encuestados, "del segundo al tercer
trimestre del 2016 los dos obstáculos que más crecieron fueron: la
'burocracia del gobierno cubano' (de ser señalado por 55.1 por ciento de
los encuestados pasó al 73.3 por ciento) y las ineficiencias de las
empresas estatales (de 31.6 por ciento aumentó 45 por ciento)", explicó
el profesor.
En esta difícil coyuntura, el gobierno ha insistido en que pagará la
deuda renegociada con los miembros del Club de París y otros países, con
un primer pago ya realizado en octubre. Malmierca reiteró a los
empresarios reunidos en la Feria que Cuba cumpliría con sus obligaciones.
"Realmente tiene un impacto en la economía el tener que pagar los
compromisos contraídos en la condonación de las deudas", valoró
Everleny, pero el factor principal que ha impedido el crecimiento es, en
su opinión, la ineficiencia de la economía centralizada cubana. "Ya está
más que demostrado que la empresa estatal sola no funciona en ningún
lugar del mundo".
Nora Gámez Torres: @ngameztorres
Source: La economía cubana no crece, pero el gobierno no da luz verde a
negocios con EEUU | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article111907772.html
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