Friday, May 20, 2016

La España del PP recupera a Cuba

La España del PP recupera a Cuba
No fue la del PSOE ni la de Podemos
jueves, mayo 19, 2016 | Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba.- Raúl Castro acogió el 16 de mayo a José Manuel García
Margallo, ministro de Relaciones Exteriores de España, para abandonar 20
años de hostilidades entre la Perla de la Corona y la Madre Patria, que
tuvo una repercusión negativa sobre el papel de Madrid en el concierto
Iberoamericano y de la Unión Europea. El Partido Popular (PP), no el
Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ni Podemos, encarriló
nuevamente las relaciones con Cuba.

Mariano Rajoy logró impulsar las relaciones con el gobierno cubano,
cuando ejerce aún la presidencia de un país inmerso en una crisis
política única en el período democrático y antes de las elecciones de
junio. El Partido Popular, que alcanzó la Posición Común (PC) de la
Unión Europea en 1996, ha contribuido a desmontarla hasta su
eliminación –probablemente durante 2016–.

Cuando la PC se aprobó, los cambios parecían inevitables en Cuba debido
a la repercusión política del desplome del 'socialismo real' y la crisis
económica llamada Período Especial, originada por la pérdida de los
subsidios del bloque comunista. Pero Fidel Castro sustituyó la Unión
Soviética por Venezuela, y en 2003 encarceló a 75 pacíficos opositores y
fusiló a tres jóvenes, lo que motivó la condena internacional,
destacadamente de la Unión Europea. La PC se convirtió en el pretexto
justificativo de todos los problemas en Cuba, junto al embargo de
Estados Unidos.

El general-presidente heredó en 2006 un país destruido, y entendió que
para comenzar a recuperarlo necesitaba un capital que el chavismo en
declive acelerado no podría garantizar. El Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) había retornado a la presidencia de España en 2004, y
José Luís Rodríguez Zapatero pretendió utilizar en provecho propio la
hostilidad personal de Fidel Castro con José María Aznar por la Posición
Común. Dio la espalda a los cubanos y asumió las demandas de las
autoridades isleñas; había que eliminar la Posición Común sin
contrapartida y olvidarse de los 75 y sus familias. Afortunadamente, la
mayoría de los miembros de la Unión Europea mantuvo posiciones dignas.

Además, Raúl Castro sabía que necesitaba limpiar la imagen internacional
del gobierno cubano, abarcar América Latina y abrir brechas al embargo
norteamericano. A fines de 2009 obtuvo un reo más valioso que los 75:
Alan Gross. Durante 2010-2011, los 54 prisioneros de los 75 que aún
permanecían confinados, luego de que otros habían recibido licencia
extrapenal por motivos de salud, fueron igualmente excarcelados con la
opción de radicarse en España acompañados por muchos familiares.

Esto fue el resultado de un proceso de conversaciones del cardenal
Jaime Ortega y la Conferencia de Obispos Católicos Cubanos con el
presidente cubano y, aunque no satisfizo a todos, allanó el camino para
las negociaciones de la Unión Europea, la liberación del contratista
norteamericano, y los acuerdos entre Barack Obama y Raúl Castro.

A Cuba retornan España y Estados Unidos. Ahora no hay una rivalidad
armada, sino la aproximación política para avanzar la competencia
económica por posicionarse en la Isla, cuya revolución todopoderosa
llega muy achacosa a sus 57 años y trata de prolongarse en herederos
incondicionales. Raúl Castro afronta sus últimos años en el poder,
cuando sus apoyos se resquebrajan política y económicamente,
fundamentalmente Venezuela, Brasil y Argentina; y la situación en
América Latina está en proceso de modificación.

Los cubanos no son los mismos, pues casi el 80% nació después de 1959,
se crío entre privaciones con promesas de bienestar cada día más
imposibles y el gobierno perdió credibilidad. El efecto Obama sobrepasó
la sostenibilidad económica y el intercambio personal de millones de
cubanos, por el impacto de las palabras de un presidente de Estados
Unidos joven y afable sobre las posibilidades de realizar la prosperidad
en democracia, al lado de un presidente de Cuba desgastado y repetitivo
de exigencias ajenas a la realidad.

Quizás Mariano Rajoy no podrá visitar Cuba como presidente del gobierno
debido a la inminencia de las elecciones, que aunque las encuestas
parecen favorables al PP, no aseguran aun la solución de la crisis en
curso desde las elecciones de diciembre de 2015. No obstante, merece el
reconocimiento por los logros en La Habana con el auxilio del ministro
Margallo y el empuje de las empresas españolas.

Raúl Castro, auxiliado por España logró resolver el impago de las de
dudas pendientes desde 1986, con la posibilidad de acceso a créditos y
otras ventajas económicas, y la cercana suscripción del Acuerdo de
Cooperación con la UE, aunque con el reto de utilizarlos en provecho de
la nación. Las críticas de José María Aznar son lógicas porque se
desmonta su Posición Común, pero España retoma su papel sin la
genuflexión de Rodríguez Zapatero. El Rey Felipe VI podría realizar la
visita oficial que Juan Carlos I no efectuó.

Todos los ejecutores mundiales tienen la posibilidad de conjugar los
intereses económicos con el reclamo del respeto efectivo de los derechos
de los cubanos. Ciertamente, el futuro de Cuba depende de los ciudadanos
en el pequeño archipiélago, pero en las condiciones impuestas por un
sistema absolutamente totalitario, el apoyo internacional es muy importante.

Source: La España del PP recupera a Cuba | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/la-espana-del-pp-recupera-a-cuba/

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