Monday, March 21, 2016

Obama y las calendas habaneras

Obama y las calendas habaneras
MIGUEL SALES | Málaga | 21 Mar 2016 - 11:04 am.

Imaginen la escena: A punto de terminar su segundo mandato, en marzo de
1987, el presidente de los Estados Unidos de América, Ronald Reagan,
llega al aeropuerto de Santiago de Chile para visitar oficialmente ese
país hermano y entrevistarse con el general Augusto Pinochet.

El Sr. Reagan sabe que el régimen chileno mantiene a centenares de
ciudadanos encarcelados por motivos políticos (¡14 años después del
asalto al poder!), que censura la prensa, reprime a la oposición y no
permite que los partidos políticos actúen públicamente ni voten en
elecciones libres. Sabe también que miles de chilenos han abandonado el
país en busca de libertad y, de paso, con ánimo de mejorar su situación
económica.

Al bajar del avión, el mandatario estadounidense se acerca a los
periodistas reunidos en la terminal aérea y declara: "Sé que todavía hay
muchos aspectos de esta realidad en los que el general Pinochet y yo
estamos en desacuerdo. Pero confío que, con el desarrollo de los lazos
comerciales y culturales entre los dos países, mejorará la situación de
los derechos humanos en Chile y el régimen evolucionará hacia la
libertad y la democracia".

Imaginen ahora cuál habría sido la reacción de la prensa internacional y
las cancillerías de todo el planeta, si esa visita se hubiera producido.

Pues bien, eso es lo que, mutatis mutandi, está haciendo el presidente
Barack Obama durante su visita de estos días a La Habana. Con la gran
diferencia de que su viaje, en vez de acarrearle la crítica y la condena
del mundo entero, se realiza en medio del elogio casi universal y la
beata admiración de la prensa "progresista".

Lo peor del asunto no es que el Sr. Obama legitime con su presencia a un
régimen que ha asesinado a miles de personas, mantiene en sus cárceles a
centenares de presos políticos (sí, ¡57 años después del asalto al
poder!), prohíbe los partidos políticos y reprime a los opositores,
monopoliza los medios de comunicación, genera millares de balseros y
tiene enquistadas en la Constitución y el Código Penal múltiples
violaciones de derechos humanos, que de esa manera puede perpetrar
"legalmente".

Lo peor es que el presidente de los Estados Unidos de América ha
renunciado públicamente a los instrumentos que le hubieran permitido
presionar al régimen cubano en favor de una transformación de sentido
liberal y democrático, y se apunta a la evolución paulatina de la
economía y la cultura de la Isla como fuentes de "empoderamiento" de la
sociedad civil. O sea, que tras impugnar el medio siglo de inmovilismo
que, según él, ha prevalecido en Washington con respecto a Cuba, el Sr.
Obama inaugura una nueva estrategia basada… en el largo plazo. Solo
que, como solía señalar John Maynard Keynes, a largo plazo, todos
calvos. "In the long run, we are all dead".

El desarrollo económico y la prosperidad son quizá condiciones
necesarias para el surgimiento de una democracia liberal, pero no son
suficientes. La experiencia de algunos países asiáticos demuestra que
una sociedad dinámica y próspera bien puede medrar bajo un gobierno post
totalitario. El monopolio del poder político, la carencia de derechos y
el control policial que asfixian a la población en China no han sido
incompatibles con el rápido crecimiento de la economía y la consiguiente
elevación del nivel de vida.

Habida cuenta de la endeblez de la sociedad civil cubana, el ínfimo
nivel de vida que padece y la poca disposición de la jerarquía castrista
a cambiar un sistema que, pese a sus muchos fracasos, ha sido sumamente
eficaz en la tarea de conservar el poder y aplastar a la oposición, la
estrategia del Sr. Obama y sus asesores les ofrece a los cubanos 20 años
más de castrismo descafeinado y remite la democratización de la Isla a
las calendas habaneras. Que como todo el mundo sabe, son aún más
inexistentes que las griegas.

Miguel Sales Figueroa preside la Unión Liberal Cubana y es
vicepresidente de la Internacional Liberal.

Source: Obama y las calendas habaneras | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1458554447_21085.html

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