Wednesday, March 23, 2016

Hacia dónde va Cuba después de la visita de Obama?

¿Hacia dónde va Cuba después de la visita de Obama?
JOSÉ HUGO FERNÁNDEZ | Miami | 23 Mar 2016 - 11:57 am.

Por obvia, la respuesta equivale a la de aquel viejo chiste que pregunta
de qué color era el caballo blanco del Llanero Solitario. Después de la
visita de Obama, Cuba irá hacia donde mismo iba con anterioridad,
incluso antes del 17 de diciembre de 2015, cuando nuestros caciques
reiniciaron relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Lo difícil en
todo caso sería establecer exactamente hacia dónde va.

Se ha dicho que avanza hacia un neocomunismo con base capitalista, lo
que en nuestras circunstancias de caos no podría responder al modelo
chino o vietnamita, ni al de ningún país real, sino más bien al de
ciertas sectas latinoamericanas (como la llamada Pare de Sufrir), que
hoy viven sumidas en el patriarcado más bárbaro, pero conformes con la
esperanza que les sobra y con todo lo demás que les falta.

Claro que de momento —y ojalá no solo sea de momento— las esperanzas se
justifican. Pues ya empieza a ser corriente la publicación de noticias
sobre nuevos convenios y planes de progresos económicos, por más que
hasta ahora ninguno se ha revertido ni promete revertirse a corto plazo
en mejoras para las mesas de los pobres, que es la mayor parte de la
población. Esperanzas a un lado, lo verdaderamente constatable es que
los cubanos de a pie continúan siendo como aquellos caramelos que no
pueden participar en la fiesta de los bombones. Por más que se inflen
los verbos a la hora de pronosticar las cosas buenas que les esperan,
ellos continúan estando olímpicamente al margen. El hecho de que
celebren la visita de Obama, no los suma en modo alguno a esos planes en
los que no han tenido la menor posibilidad de involucrarse, como no sea
emocionalmente.

Hubo un momento, con las primeras noticias sobre la reanudación de
relaciones Cuba-EEUU, en que pareció que al fin la gente iba a despertar
de la vieja modorra. Sin embargo, muy pronto, mucho antes que los
politólogos, la propia población pudo intuir que más allá de la
esperanza, la novedad no les traería sino lo mismo con casi lo mismo.
Demasiados años de adiestramiento les desarrolló el olfato para
identificar los rejuegos y las manipulaciones políticas a una distancia
infinitamente superior a aquella en que el macho de la polilla puede
oler a su hembra.

Existe otra hipótesis con respecto hacia dónde se dirigirá Cuba después
de la visita de Obama. Esta hipótesis, que parece estar mejor fundada
que la anterior, se basa en la teoría del punto de no retorno.
Esencialmente, cualquier avance económico o socio-político que
experimente la población gracias al acercamiento con EEUU representará
un escalón hacia la independencia económica, así que política, aun
cuando no pase de ser eso, un mero escalón de una larga escalera.

Antes y después de la visita, los dogmas ideológicos continuarán
primando sobre la racionalidad económica. El PIB seguirá meciéndose sin
remedio en el cachumbambé de los retrocesos y las ralentizaciones. El
panorama de las importaciones se mantendrá sin encontrar sostén en el
crecimiento de las exportaciones. Los economistas y tecnócratas del
régimen seguirán comportándose como el carpintero loco, un martillazo
sobre el clavo y 99 sobre el dedo. Los caciques o sus herederos no van a
encontrar el modo (porque no existe para ellos) de fortalecer el mercado
interno con el fin de reevaluar la moneda nacional y potenciar la
producción. Y aun cuando se atrevan a dictar una ley que afiance la
pequeña y mediana empresa privada, lo harán mañosamente, calculando sus
beneficios por encima de todo lo demás. Así que la situación financiera
del país seguirá siendo de bomba de tiempo, con incremento de la deuda
externa, insolvencia bancaria, exceso de liquidez en las calles, aumento
del déficit presupuestario, y con la amenaza de inflación planeando
siempre sobre nuestras cabezas.

Lo poco que va a quedar, luego del derroche, el robo y la malversación
del dinero ingresado por las nuevas inversiones, o el turismo, o la
exportación esclavista de servicios profesionales, o las remesas y
alguna que otra venta de materias primas, tendrán que utilizarlo para
importar todo lo que consume el país, que ahora mismo es todo, desde el
arroz hasta el papel sanitario. Ciertamente a los caciques de Cuba, o a
sus descendientes, no les quedará otro remedio que acoger al mercado
mundial, pero seguirán insistiendo en hacerlo a su mañosa forma, que es
aquella en que únicamente ganan ellos y su parentela, a costa de la
desgracia nacional.

En fin, ya que los milagros no tienen cabida en la política, y muchísimo
menos dentro de las dictaduras totalitarias, todo indica que después de
esta visita de Obama, Cuba seguirá marchando irremisiblemente hacia
donde el régimen quiera llevarla.

Puesto que el nuestro es un destino de barranca sin frenos, con
itinerario que nos fue trazado con el dedo del diablo desde 1959, y
puesto que por ese itinerario nos conducen los pies sin que intervengan
las cabezas, tal vez, en el mejor de los casos, vayamos hacia cierto
tipo de Medioevo con dólares. Y aunque resulte triste reconocerlo, al
mismo tiempo en que el mundo civilizado aplaude y apuesta por ese
destino, a nosotros, los únicos reales dolientes, no parece importarnos
demasiado.

Source: ¿Hacia dónde va Cuba después de la visita de Obama? | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1458693127_21143.html

No comments:

Post a Comment