Friday, January 15, 2016

El fin de un drama migratorio

EN NUESTRA OPINIÓN: El fin de un drama migratorio
JUNTA EDITORIAL

Al fin se ha comenzado a solucionar el drama de los cubanos que
permanecían varados en Costa Rica, después que el gobierno de Nicaragua
decidió cerrar la frontera el 13 de noviembre del año pasado. Los
primeros 180 –139 hombres y 41 mujeres– llegaron a la frontera sur de
México el miércoles, tras pasar por El Salvador y Guatemala, y de
inmediato comenzaron a planear la forma de cruzar el vasto país para
llegar a la frontera con Estados Unidos.

Ahí, a orillas del río Grande, los espera la mano generosa de la Ley de
Ajuste Cubano, una medida promulgada en 1966 que otorga la residencia
permanente a los inmigrantes de la isla al año y un día de haber llegado
a suelo norteamericano.

El temor de que Estados Unidos derogue esa ley ha precipitado el éxodo
de miles de cubanos, aunque el gobierno norteamericano ha dicho
reiteradamente que no tiene planes de modificar esa ley ni la
disposición de pies secos/pies mojados, implementada en 1994 por el
presidente Bill Clinton. Sin embargo, el cambio de la situación en la
isla –a la que muchos cubanos exiliados regresan de visita todos los
años– y las nuevas relaciones entre Washington y La Habana hacen pensar
que esas medidas de la época de la Guerra Fría no resistirán la prueba
del tiempo.

El gobierno de México, de forma excepcional, otorgó a todos los cubanos
recién llegados un documento de tránsito por 20 días. Para evitar abusos
de funcionarios corruptos y mantener a raya a los traficantes de seres
humanos, que siempre están al acecho cuando se produce un fenómeno
migratorio como el que ha lanzado a miles de cubanos hacia Estados
Unidos en una larga y azarosa odisea, las autoridades mexicanas han
enfatizado que el permiso de tránsito es gratuito, que nadie puede
detener a los cubanos, a menos que cometan un delito, y que nadie puede
pedirles dinero por cruzar México.

Es una medida digna de elogio. Pero mientras se ha llegado a un acuerdo
para permitir el paso de los cubanos varados en Costa Rica hasta el río
Grande, no se debe olvidar la penosa situación de otros inmigrantes,
procedentes de varios países latinoamericanos y del mismo México, que no
tienen la misma suerte que los cubanos que ya empiezan a salir de su
limbo en Costa Rica. Esos otros inmigrantes no cuentan con una ley
beneficiosa como la Ley de Ajuste Cubano, ni las autoridades de los
países de tránsito se movilizan para protegerlos en su largo y peligroso
camino, e incluso muchas veces los rechazan o los maltratan.

La penuria de los cubanos varados exigía una solución para que no
llegara a convertirse en una tragedia humanitaria de mayores
proporciones. Pero el drama de los inmigrantes de otras nacionalidades,
que huyen de la violencia de las pandillas criminales, de la miseria y
del hambre, también requiere una solución rápida y humana que ponga fin
a una de las grandes crisis de nuestro tiempo.

Source: EN NUESTRA OPINIÓN: El fin de un drama migratorio | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/en-nuestra-opinion/article54760445.html

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