Ley de Ajuste y beneficios: dos caras del mismo problema
Carlos Curbelo, en su proyecto de ley, reconoce lo que no se dice muy a
menudo en relación con el perfil del exilio cubano: "algunos son
perseguidos políticos, pero otros muchos, no. Lo declaran ellos mismos,
no es ninguna especulación"
REPORTE | 19 de Diciembre de 2015
sotalora@diariolasamericas.com
@sergiootalora
Dos hechos de esta semana podrían entenderse como consecuencia del
restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba,
anunciado hace un año, el 17 de diciembre de 2014.
El primero, la encuesta llevada a cabo por la firma investigadora
Bendixen y Amandi –especializada en el mercado hispano– en la que se
revela que después de 12 meses de negociaciones, un 56 por ciento de
cubanoamericanos respalda la política del presidente Barack Obama de
normalizar las relaciones con Cuba. Pero lo más sorprendente para
Fernand Amandi, director de la firma, es que es "la primera vez que
vemos, por lo menos en nuestros estudios, a una mayoría de
cubanoamericanos que quiere eliminar el embargo". Las cifras así lo
registran: el 53 por ciento de los encuestados afirmó que no se debe
continuar con el también llamado "bloqueo".
Pero los congresistas cubanoamericanos del sur de la Florida, no parecen
haber tomado nota de esa realidad. Ileana Ros-Lehtinen declaró, en una
rueda de prensa, que "seguirá, con sus colegas, el trabajo en el
Congreso de asegurar que el embargo se mantenga, a pesar de que el
presidente Obama dijo que su meta para el año entrante será derogarlo".
Y al igual que sus colegas, sigue en una oposición cerrada a cualquier
acercamiento del Gobierno estadounidense con el régimen de La Habana.
Beneficios
Otro hecho que marca un cambio en la percepción de lo que es el exilio
cubano es el proyecto de ley presentado por el representante
republicano, por el distrito 26, Carlos Curbelo.
Su mayor motivación es la de "frenar el abuso que existe con los
beneficios para los refugiados". Se refirió a los casos "más flagrantes"
de cubanos que vienen a Estados Unidos, reciben los beneficios que la
ley reserva para refugiados políticos, luego se devuelven a vivir a Cuba
y de nuevo regresan.
Bajo la normativa legislativa propuesta por el representante, los
cubanos que busquen beneficios federales deberán demostrar que dejaron
la isla escapando de la persecución y no podrán regresar mientras no se
acabe "la dictadura totalitaria", como lo afirmó Curbelo.
Para el abogado de inmigración, Joshua Bratter, la propuesta de este
congresista republicano expresa un "alto nivel de conciencia política",
porque representa la necesidad de intentar un diálogo más equilibrado
entre la preservación de la Ley de Ajuste Cubano, los beneficios de los
que realmente sufren la herencia dejada por la tiranía cubana y aquellos
que abusan de la disposición del Gobierno de Estados Unidos para
facilitar ese proceso humanitario a quienes han sufrido la persecución.
Abusos
Amandi dijo no conocer ningún estudio científico donde se demuestre que
una mayoría de cubanos abusa de esos beneficios, nacidos del decreto que
existe en la Ley de Asistencia en Educación de 1980, que trata a todos
los cubanos como refugiados y asilados al concederles beneficios federales.
Según el investigador, "es seguro que hay casos, no es en blanco y
negro. Pero hasta que no haya un estudio estadístico que diga, o bien
que hay un porcentaje mucho más grande de lo aceptable que abusa, o que
la mayoría de la gente no está defraudando al Gobierno o al que paga
impuestos, se debe ser muy cauteloso con ese tipo de afirmaciones de que
todos los casos o la mayoría de los casos [de refugiados] encajan dentro
de ese concepto [aprovecharse de manera ilegal de los beneficios].
La apertura de Estados Unidos hacia Cuba, para los congresistas Ileana
Ros-Lehtinen y Mario Díaz Balart, ha intensificado el abuso de los
programas de beneficios para los refugiados cubanos, según lo afirmaron
en dos comunicados enviados a DIARIO LAS AMÉRICAS.
De acuerdo con Díaz Balart, "Carlos [Curbelo] logra un importante
equilibrio que empieza con la solución al indignante abuso contra el
dinero de los contribuyentes, multiplicado por las política del
presidente Obama, al tiempo que asegura que los cubanos que huyen de la
persecución, tengan un lugar seguro en Estados Unidos".
Por su parte, la congresista Ros-Lehtinen coincidió al señalar que la
"equivocada política de la Casa Blanca ha causado incertidumbre y pánico
para los cubanos que escapan de la opresión".
En ese sentido, el abogado Bratter cree que la decisión de Obama de
restablecer relaciones con Cuba, incluyendo la apertura de embajadas en
los dos países, "estuvo inspirada en buenas intenciones de promover una
política más igualitaria y humanitaria hacia la isla". Pero para este
experto en temas de inmigración, hubo un fracaso al no dejar en claro
cómo sería la implementación, a largo plazo, de esa política. Por lo
tanto, "se ha creado esta histeria general, y ha habido un fracaso de
relaciones públicas para promover, en su integridad, las implicaciones
de esa política".
Curbelo, al plantear su proyecto de ley, reconoce lo que no se dice muy
a menudo en relación con el perfil del exilio cubano: "algunos son
perseguidos políticos, pero otros muchos, no. Lo declaran ellos mismos,
no es ninguna especulación". Desde su perspectiva, Estados Unidos se
merece tener una política coherente en cuanto a los refugiados políticos
y a los inmigrantes económicos. Y es definitivo al afirmar que "ningún
ciudadano estadounidense debe tolerar que un grupo abuse de la
generosidad de este país".
Un año después, los cubanoamericanos apoyan la política de Obama hacia Cuba
Una encuesta, recién salida del horno, realizada por la empresa Bendixen
y Amandi (dedicada al estudio de las tendencias políticas de la
comunidad hispana en Estados Unidos) da cifras muy reveladoras.
Un año después, el 46% de los cubanoamericanos cree como positivo el
desempeño del presidente Barack Obama en relación con su política hacia
la isla. El 44% opina lo contrario.
Lo más impactante es que en diciembre 17 de 2014, cuando Washington y La
Habana anunciaron el restablecimiento total de sus relaciones
diplomáticas, un 60% tenía una opinión negativa sobre ese acercamiento.
Y a pesar de todo lo anterior, otros resultados que llaman la atención
de este sondeo: el 93% de los encuestados no ha visitado la isla después
del día del anuncio, y un 61% no planea viajar a su país de origen en un
futuro próximo.
Contrario a la férrea oposición de los republicanos a cualquier asomo de
contacto entre Estados Unidos y Cuba, el 50% de los que respondieron la
encuesta pertenece al GOP, el 35% es demócrata y el 14% es independiente.
Desde el punto de vista de generaciones, el 35% de los encuestados es
mayor de 65 años y el 27% está entre los 50 y 64. Además, el 76% nació
en Cuba y el 24% en los Estados Unidos.
Source: Ley de Ajuste y beneficios: dos caras del mismo problema ::
Diario las Americas :: Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/3523404_ley-ajuste-beneficios-dos-caras-mismo-problema.html
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