La Cuba proyectada y la real en FIHAV 2015
ADRIANA ZAMORA | La Habana | 8 Nov 2015 - 11:09 am.
Ron, medicinas y equipos médicos son los atractivos comerciales
autóctonos en la feria, ante el asombro del cubano de a pie.
La Feria Internacional de La Habana FIHAV 2015 concluyó el sábado. Esta
ha sido su edición número 33 y en ella participaron, según el diario
Granma "cerca de 900 empresas, de las cuales alrededor de 300 son
cubanas". Para ser el último día de feria y sábado además, el evento
parecía deslucido.
El público que asistió a Expocuba no pudo disfrutar siquiera de una
tercera parte de las supuestas empresas extranjeras participantes, pues
la mayoría de los stands foráneos se encontraban ya cerrados. A la
pregunta "¿Qué tal está la feria?", formulada por un taxista de
Marianao, sus pasajeros respondieron: "Aburrida. No pudimos ver casi
nada. Ya no estaban las exposiciones de Rusia, Bélgica, México, Francia.
Ni siquiera la de Venezuela, ni la de Corea del Sur, que dicen que el
año pasado estaba echando humo".
El área expositiva de Cuba —cuyas 300 empresas no llegaban a 100 en
realidad— no parecía ser de gran interés para los espectadores. Algunos
miraban los stands, pero solo había público congregado en el de Cubaron,
un ingenioso tonel con telarañas incluidas, que ofrecía muestras
gratuitas de sus productos.
El stand de ron Legendario, por su interactividad con el público,
llamaba la atención de uno que otro asistente. Consistía en paredes
blancas sobre las que cualquiera podía escribir con un marcador
permanente disponible para todos. La necesidad de expresión del cubano
garantizó que para este día de cierre las paredes estuvieran
completamente cubiertas de letreros de todo tipo, desde los relacionados
con el producto como "Mi mejor curda ha sido con Legendario", hasta
otros tan aleatorios como "Cuquita ama a Yasmani".
"Aquí está la Cuba que queremos mostrar", comentaba una muchacha luego
de recorrer el pabellón expositivo.
Y la Cuba que se quiere mostrar consiste básicamente en un mar de ron:
Cubaron, Legendario, Habana Club, Caney, Ron Varadero, Vigía, Santero y
Mulata. En medio de ese mar, algunas islitas, empresas como Combiomed y
Neuronic, que diseñan y fabrican equipamiento para la salud, como
aparatos de monitoreo para unidades de cuidados intensivos y escáneres
craneales, porque Cuba es una "potencia médica".
Mientras los expositores aseguran que sus equipos están disponibles "en
la mayoría de las clínicas y hospitales del país", una mujer se pregunta
porqué entonces es tan difícil hacerse un ultrasonido en esta ciudad.
De igual modo, varios stands con muestras abigarradas de medicamentos,
la mitad de los cuales están "en falta" hace meses en las farmacias
cubanas. Y como somos un paraíso tropical, tampoco pueden faltar las
confituras y conservas de frutas, como las de marca Conchita, que se
comercializan en divisas y las Taoro, que nadie sabe dónde se
comercializan, porque hace años que son tan escurridizas como los fantasmas.
Pero la Cuba real también estaba en exhibición. Para verla, bastaba con
seguir al público.
Una buena parte se aglomeraba dentro y en los alrededores del stand de
ETECSA, para comprar tarjetas de recarga para Nauta y conectarse en la
red WiFi que abarcaba los 20.000 metros cuadrados del área expositiva y
funcionaba sin "bloqueos". "¿Por qué no puede funcionar así la del
boulevard de San Rafael?", preguntaba un adolescente a sus amigos.
Otra parte se concentraba en los puestos de venta de comida y bebida,
diseñados, al parecer, para que la gente se emborrachara, puesto que el
alimento más barato costaba cinco veces el precio de un vaso de cerveza.
Familias enteras ocupaban mesas presididas por botellas de ron y vasos
de cerveza, sin ningún apuro por explorar la feria, o esperaban en
interminables colas para montar los aparatos del parque de diversiones.
El stand de la empresa china Huawei acaparó la atención de jóvenes y
niños que vieron la posibilidad de manipular y explorar con sus propias
manos los teléfonos inteligentes que no se venden en los puntos de
ETECSA. Y eso sin que nadie estuviera encima de ellos vigilándolos como
si de potenciales ladrones se tratara.
El resto de la Cuba real aprovechó para visitar la exposición de
Alemania, todavía activa en horas de la tarde y soñar boquiabierta
frente a los tres imponentes Mercedes Benz, mientras comentaba, en
palabras de un jovencito que iba del brazo de su novia: "Los alemanes sí
saben lo que hacen".
Source: La Cuba proyectada y la real en FIHAV 2015 | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1446973779_17981.html
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