Saturday, October 17, 2015

No me callarán

No me callarán
octubre 14, 2015 2:52 pm·

Cidra, Matanzas, Oscar Sánchez Madan, (PD) En los últimos 16 años,
agentes de los Órganos de la Seguridad del Estado han trabajado mucho
para silenciarme, a pesar de que saben que no lo lograrán.

A estos servidores de la dictadura les molesta mucho mi posición
política y las ideas que expreso y defiendo.

Miles de opositores, dentro y fuera de Cuba, han sufrido y aún sufren
las consecuencias del enfrentamiento abierto al totalitarismo comunista.
Los paredones de fusilamiento, los calabozos de la policía y las
cárceles son los mejores testigos de esta grave situación.

Es cierto que es peligroso desobedecer las órdenes de tiranos como Fidel
y Raúl Castro, incapaces de pensar en la felicidad de nuestro pueblo;
pero pocos seres humanos logran resignarse a vivir por siempre en la
pobreza, amordazados y encadenados por quienes se autoproclamaron
libertadores de nuestra nación.

Cuando el alma de un pueblo es lacerada por hombres mezquinos que sólo
defienden sus intereses, los mejores hijos del país, esos que saben
enfrentar el miedo, la cárcel y la tortura, alzan indefinidamente su voz
y se transforman en el escudo protector de los ciudadanos enmudecidos,
medrosos y desposeídos.

Para hacerme callar, los policías de Seguridad del Estado han utilizado
una estrategia basada en tres aspectos esenciales: tratar de hacer creer
que soy uno de sus agentes, un aberrado sexual o un enfermo mental.
Apelan a la mentira y la descalificación porque no tienen argumentos
para cuestionar las ideas de la oposición que yo, como un disidente más,
sostengo.

La descalificación de sus oponentes es un arma empleada por el régimen
para disimular su incompetencia y sus crímenes. Por eso gastan millones
de dólares en organizar campañas propagandísticas, mediante las cuales,
difunde sus mentiras, mientras son caros los productos básicos y
minúsculos los salarios de los trabajadores.

Tal vez en alguna ocasión los tanques pensantes de la policía política
difundan algún vídeo tendencioso para desacreditarme, como esos que
utilizan para descalificar a las valientes integrantes del movimiento
Damas de Blanco. No me preocupa. Sabría responder con hidalguía a
cualquier ataque mediático.

Por el momento sé que los rumores infundados propagados en mi contra por
los desesperados mercenarios del régimen, en mi barrio, el exilio, y en
un sector de la oposición interna, han servido de poco. Esto se debe que
las verdades enarboladas por la disidencia han servido para destruir los
gigantescos muros de la mentira.

Cierto es que defendí la Revolución cuando era joven, como me dijo un
oficial, pero eso fue por falta de información e inmadurez política.
Rectifiqué a tiempo.

También es verdad que he enfrentado estados depresivos, como me recordó
otro agente policial, debido a la persecución de que he sido víctima.
Sin embargo, soy un hombre lúcido.

Raúl Castro sabe que las palabras con filo que empleo en mis trabajos
periodísticos para desenmascarar a los sinvergüenzas del régimen son las
que han estimulado a sus gorilas de la Seguridad del Estado a tramar mi
asesinato político.

No les ha bastado utilizar a algunos de mis familiares para vigilarme,
robarme, e incluso golpearme.

Esta indigna labor también la realizaban los corrompidos agentes de la
otrora KGB, en la desaparecida Unión Soviética y en el resto de los
países comunistas que giraban alrededor de su órbita totalitaria.

Nada bueno debe esperarse de policías que sirven a un dictador como Raúl
Castro. Agreden a hombres, mujeres, ancianos y niños que se niegan a
reverenciar al astuto general, y a Fidel Castro, su anciano hermano,
quien en política hace tiempo que está muerto.

Y para que no existan dudas de que no dejaré de trabajar para que Cuba
avance hacia la democracia, esta es la respuesta que van a escuchar
siempre de mi boca los representantes de la oligarquía castrista:
"¡Nunca me silenciarán, ingenuos!".
sanchesmadan61@yahoo.com; Oscar Sánchez Madan

Source: No me callarán | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/no-me-callaran/

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