Monday, September 14, 2015

Una gran estafa

Una gran estafa
HILDEBRANDO CHAVIANO MONTES | La Habana | 14 Sep 2015 - 10:39 am.

A pesar de que alardea de fortaleza, Raúl Castro no parece estar muy
seguro. Los indultos ante la llegada del Papa así lo demuestran.

De entre los 3.522 presos indultados por el Consejo de Estado, no hay
ningún sancionado por los llamados delitos Contra la Seguridad del
Estado, donde son comprendidos tanto los casos de terrorismo y
espionaje, como los delitos que no lo son: asociación, reunión,
manifestación, expresión, etc.

Al parecer, el Gobierno sigue jugando al duro con los derechos civiles y
políticos, y en esta oportunidad llega al extremo de comparar a los
prisioneros políticos con vulgares violadores, pederastas, cuatreros,
asesinos y ladrones. Humillación sobre la humillación, el régimen reta
al Vaticano, a la Unión Europea y a Estados Unidos. Envia un mensaje a
los cubanos y al mundo de que no tiene interés en cambiar nada, que así
está bien.

Qué buena oportunidad ha perdido Raúl Castro de ganar algo en
credibilidad. Sobre todo teniendo en cuenta que una buena parte de la
población penal ha sido víctima de juicios sin garantías y acusados de
aberraciones jurídicas tales como el "estado de peligrosidad pre
delictiva" o la "actividad económica ilícita".

No se puede pasar por alto que el Código Penal cubano está repleto de
figuras delictivas surgidas de la situación anormal que vive el país
desde hace casi 60 años. Un racionamiento estricto de los productos de
primera necesidad, control absoluto de las actividades laborales,
escasez de viviendas, medios de transporte y alimentos, deficiente
educación moral y cívica con la consiguiente inversión o perversión de
los valores humanos y en medio de este caos, el Estado regulando todo,
prohibiendo a diestra y siniestra y lo que no está prohibido debe estar
expresamente permitido porque de lo contrario tampoco se puede hacer.

Por eso existe la exagerada población penal compuesta en su mayoría por
jóvenes nacidos y criados en la Cuba del máximo líder y el guerrillero
heroico, la internacionalista, socialista y hambreada Cuba del siglo
XXI, gobernada según los cánones del XIX.

Difíciles que son las dictaduras, aunque su reino sea una pequeña isla
en el Caribe, ante una visita en actitud de respeto, tolerancia y
conmiseración del Papa, le ofrecen como si fuera un regalo la liberación
de un puñado de presos, ninguno de ellos políticos.

Será miedo del dictador a parecer flojo a los ojos de la izquierda
latinoamericana. A pesar de que alardea de la fortaleza del régimen y la
unidad del pueblo con la Revolución y el Partido Comunista, Raúl Castro
no parece estar muy seguro, por lo que no solo seguirán encarcelados los
presos políticos, sino que las celdas desocupadas ahora, pueden llenarse
con nuevos inquilinos una vez que el Sumo Pontífice abandone la Isla.
Ya se verá.

Es un ciclo que se repite con la pretensión de ganar simpatías o tiempo,
o ambos, como parte de la política del castrismo de no ceder y lograr
beneficios a toda costa hasta ver qué sucede.

Los indultos a conveniencia, junto a las promesas de cambios en la
Constitución, el Código Penal y la Ley Electoral, entran en el mismo
juego macabro destinado al consumo psicodélico de políticos europeos y
norteamericanos, mientras el régimen procura financiamiento de manera
desesperada bajo la mirada expectante y calculadora de sus nuevos
socios capitalistas.

Pero toda esta maniobra raulista tendrá un efecto temporal, la trampa ya
está descubierta y el cerco al régimen es cada vez más estrecho, hasta
que tenga que rendirse ante la evidencia de que una dictadura comunista
no tiene posibilidad de traer la felicidad a este país ni a ningún otro
porque el comunismo, al decir de Eudocio Ravines, es una gran estafa.

Source: Una gran estafa | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1442219975_16898.html

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