"No hay que exagerar las expectativas"
¿Qué esperan Cuba, el Vaticano, y el mundo de esta visita papal a la
isla entre este 19 y 22 de septiembre?
"Que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba", pidió en 1998 Juan Pablo
II en la Plaza de Revolución. "El diálogo es el único camino", le
insistió en 2012 Benedicto XVI, al cardenal cubano, Jaime Ortega, antes
de agregar: "La Iglesia no está en el mundo para cambiar gobiernos, sino
para transformar con el Evangelio el corazón de los hombres, y esos
hombres cambiarán el mundo según la disposición de la Providencia".
El papa polaco devolvió a los cubanos el feriado de Navidad. Apuntaló
unas recién restablecidas relaciones Iglesia-Estado. Condenó el embargo
comercial de EE.UU. E intercedió por un centenar de presos políticos
ante el entonces presidente Fidel Castro. El papa alemán llegó a la isla
como "peregrino de la caridad", para celebrar el 400 aniversario del
hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de
Cuba. Se reunió con un nuevo jefe de Estado −con "mejores relaciones"
con la jerarquía eclesiástica nacional que su antecesor−, pidió reformas
relativas sobre todo a la participación de la Iglesia en la vida pública
cubana y consiguió que el Viernes Santo fuese declarado festivo.
Ahora, movidos por diversos resortes que incluyen la mediación directa
de Francisco, un papa latinoamericano, en el histórico deshielo de las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos, parece que los cambios se
aceleran en Cuba.
Maquillaje, detenciones, indultos y acuerdos oficiales
Las calles por las que pasará el pontífice, las fachadas de sus iglesias
y edificios más deteriorados, reciben pavimento, limpieza y una mano de
pintura de última hora. En el programa de esta visita se incluye un
encuentro con el Presidente Raúl Castro y se prevé otro con su hermano
Fidel, así como misas multitudinarias en La Habana, Holguín y Santiago
de Cuba.
Mientras la oposición denuncia "detenciones políticas" y aspira a una
reunión con el pontífice que no está contemplada en la agenda oficial,
el Gobierno cubano anunció un indulto masivo, que solo incluye a presos
comunes y no a quienes hayan atentado "contra la Seguridad del Estado".
"Esperamos que pueda producirse un acuerdo a nivel de la Santa Sede con
el Estado cubano sobre la Iglesia en Cuba, en el que se recoja todo lo
alcanzado, se precise que eso se mantendrá para siempre y quede, además,
un marco abierto para seguir adelante", ha dicho por su parte el
cardenal cubano, Jaime Ortega, a Palabra Nueva, la revista de la
arquidiócesis que encabeza como arzobispo de la Habana.
Renovación de la fe y continuidad de la apertura
En la isla, a Francisco le espera un pueblo que según el recientemente
fallecido Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, prominente figura de la
Iglesia y la cultura cubana, es "muy religioso, pero minoritariamente
católico, en el estricto sentido de la palabra". Las autoridades
católicas sostienen que alrededor del 60 por ciento de los 11,2 millones
de cubanos ha sido bautizado, aunque apenas el cinco por ciento asiste
regularmente a misa. Protestantes, anglicanos, judíos, espiritistas,
ortodoxos y hasta musulmanes se mezclan –en la sincrética religiosidad
cubana– con religiones de origen africano como la santería, con las que
se relaciona entre un 75 y 85 por ciento de la población.
Pero ninguna de estas religiones es tan institucional e
internacionalmente poderosa como la Iglesia Católica. Así que, "el
Gobierno espera, por supuesto, continuar revalorizándose
internacionalmente", señala a DW el politólogo alemán Andreas
Sommeregger, autor del libro "Soft Power y Religión. La Santa Sede en
las Relaciones Internacionales". Pero el Vaticano, el propio Francisco,
tiene también sus intereses, advierte.
Lea la entrevista completa a Andreas Sommeregger. Francisco en Cuba:
"Otro éxito de la diplomacia vaticana"
"El papa se muestra amistoso y simpático como el párroco de un pueblo,
quiere darle a la Iglesia un rostro más humano y piadoso. Pero la
modernización de la Iglesia Católica avanza muy lentamente". En este
sentido, el éxito de la mediación entre Cuba y Estados Unidos "es un
punto a favor de la Iglesia Católica que, ya que no puede puntuar con su
moral sexual, cuenta al menos con un claro éxito de su diplomacia", agrega.
"Creo que no hay que exagerar las expectativas", advierte Martin
Hagenmaier, responsable para Cuba en Adveniat, la institución benéfica
de los católicos alemanes para Latinoamérica "La Iglesia y los creyentes
esperan que más personas se animen a renovar y expresar su fe. La
sociedad toda tiene también expectativas muy altas en torno a la
continuidad del proceso de apertura: aspira a que Francisco −que visita
sobre todo países pobres y escucha a los necesitados− se posicione en
relación con la situación de la gente, que los refuerce en sus
aspiraciones de participar en el actual proceso de cambios, en vez de
resignarse a él sin esperanzas", enumera Hagenmeier mientras advierte
que "este es un proceso que lleva tiempo".
Source: ″No hay que exagerar las expectativas″ | América Latina | DW.COM
| 16.09.2015 -
http://www.dw.com/es/no-hay-que-exagerar-las-expectativas/a-18718486
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