¿Podría Cuba ser una potencia minera y petrolera?
Redacción BBC Mundo
24 abril 2015
Desde que se anunció el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos a
finales del año pasado, muchos han dejado volar su imaginación acerca de
lo que ocurrirá cuando la isla restablezca vínculos comerciales plenos
con su vecino al norte.
Algunos anticipan tiendas de Apple en La Habana y autos Ford nuevos en
las calles del país para reemplazar a los vetustos ejemplares de los
años 50 que aún ruedan, por efectos del embargo.
Pero también otra idea ronda en la cabeza de algunos observadores de la
economía cubana: la posibilidad de un aumento en su actividad minera y
petrolera cuando finalmente las empresas estadounidenses puedan entrar
al terreno que les ha sido vedado desde que inició la Revolución.
Hoy las normas del embargo de EE.UU. a Cuba hacen que sea ilegal para
empresas estadounidenses invertir en proyectos mineros o petroleros en
la isla.
Esto podría cambiar en los próximos años, si, como muchos esperan, el
embargo se va desmontando gradualmente.
Cuba es hoy uno de los diez principales productores mundiales de níquel
y cobalto y el gobierno busca nuevos recursos en los sectores minero y
petrolero, para aumentar la capacidad exportadora del país.
Los comentarios sobre el potencial de Cuba en estas actividades se
acrecentaron cuando a comienzos de mes se hizo público un informe del
Servicio Geológico del gobierno de Estados Unidos (USGS, por sus siglas
en inglés), con una descripción de las condiciones y recursos mineros y
petroleros de Cuba.
Pero, como ocurre con tantas otras iniciativas mencionadas desde que
Washington y La Habana anunciaron la descongelación de sus relaciones,
hay poco en concreto y muchas dificultades por superar antes de que Cuba
se convierta en una potencia minero-energética como resultado de nueva
inversión estadounidense.
Tras US$8.000 millones
Como lo señala el informe del USGS, en noviembre pasado el Ministerio de
Comercio Exterior e Inversión Extranjera del gobierno cubano anunció que
estaba buscando US$8.000 millones en inversión extranjera para 246
proyectos de desarrollo.
"El sector de petróleo ofreció el mayor número de potenciales
oportunidades de inversión, seguido por la manufactura y la minería",
indica el documento de USGS.
Y en diciembre se conoció la decisión de Barack Obama y Raúl Castro de
buscar enmendar relaciones económicas después de más de cinco décadas de
embargo.
Algunos indicaron la posibilidad, o al menos la esperanza, de que las
nuevas relaciones políticas llevaran a más inversión al área de minería
y petróleo en Cuba.
Entre ellos estaba David Pathe, presidente de la empresa minera
canadiense Sherritt, el mayor inversionista extranjero en Cuba.
Pathe, cuya empresa opera desde hace décadas un complejo de níquel en
Cuba, decía en una entrevista a la agencia Bloomberg en enero de este
año que "podría haber más interés de compañías internacionales".
Pero el mismo señalaba que esto tomaría tiempo.
Una posición que comparte Arch Ritter, profesor de economía en la
universidad de Carleton en Canadá y experto en la economía cubana.
"No estoy tan seguro de qué tan buenas sean las oportunidades mineras en
territorio cubano", señala a BBC Mundo.
Recuerda que en 1994, cuando Cuba expandió su apertura a la inversión
canadiense, muchas empresas de ese país emprendieron exploraciones
mineras significativas sin que se hubiesen encontrado volúmenes
significativos.
"Dudo que haya nuevos hallazgos en cobre o en oro", apunta.
Los canadienses mandan
Ritter tampoco espera mucho de las exploraciones petroleras submarinas,
en las que Cuba había empezado a poner más esperanza en años recientes
debido a las actividades de búsqueda de crudo de la firma española
Repsol en las aguas del estrecho de la Florida.
"Muchos de estos proyectos eran comercialmente inviables incluso cuando
el petróleo estaba caro", agrega.
Por lo que en esta época de precios deprimidos duda que ocurran grandes
cambios en el sector petrolero en el corto plazo.
Lea: El proyecto petrolero de Cuba que le quita el sueño a EE.UU.
Tampoco ve que la industria estadounidense pudiese traer grandes
novedades tecnológicas a la minería en Cuba.
"Las empresas canadienses, que dominan la exploración minera, ya están
allá", advierte Ritter.
Algo que podría cambiar, sin embargo, es la situación misma de las
mineras canadienses en Cuba, que actualmente sufren las consecuencias de
la Ley Helms-Burton, que regula el embargo estadounidense a la isla.
Como consecuencia de sus inversiones en Cuba, la firma canadiense
Sherritt enfrenta algunas restricciones a su capacidad de hacer negocios
con empresas estadounidenses.
Incluso su presidente, David Pathe, enfrenta una prohibición para
ingresar a Estados Unidos, según señala la agencia Bloomberg.
De modo que, en ese sentido, las mineras canadienses podrían ser grandes
beneficiadas del restablecimiento de las relaciones entre La Habana y
Washington si eventualmente el Congreso estadounidense levanta las
restricciones que pesan por el embargo.
Restricciones
El gobierno cubano advierte que seguirá la supervisión estatal a los
inversionistas.
En cualquier caso, el anuncio del gobierno cubano de noviembre pasado
aclara que, incluso si el interés de las empresas mineras extranjeras se
materializa, ocurrirá en los términos que quiere el gobierno cubano, con
sustancial control estatal.
"El gobierno cubano específicamente manifestó que Cuba seguirá siendo
una economía impulsada por el estado dominada por grandes ¨holdings"
gubernamentales y que la mayoría de las iniciativas extranjeras
retendrán una propiedad mayoritaria cubana", advierte el informe de las
autoridades estadounidenses.
Muchas cosas pueden estar a punto de cambiar drásticamente con el
acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.
Pero la industria minera y petrolera de la isla no parece ser una de
ellas en el corto plazo.
Source: ¿Podría Cuba ser una potencia minera y petrolera? - BBC Mundo -
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/04/150422_economia_cuba_mineria_lf
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