Friday, April 24, 2015

Internet - Un espacio para la diversidad y la libertad de expresión

Internet: Un espacio para la diversidad y la libertad de expresión
Habría que preguntarse cuánto invierte el gobierno cubano en restringir
esta herramienta de información esencial en nuestra época, bloquearla y
hasta minimizar los "efectos nocivos" de su uso libre y generalizado
viernes, abril 24, 2015 | Ernesto Pérez Chang

LA HABANA, Cuba. -Ante el problema de las limitaciones al acceso a
internet en Cuba, habría que preguntarse no cuánto invierte el gobierno
cubano en ampliar el alcance de esta herramienta de información,
esencial en nuestra época, sino a cuánto ascienden los gastos para
restringirla, bloquearla y hasta minimizar los "efectos nocivos" de su
uso libre y generalizado.

Se sabe que cada empresa, instituto y organismo estatal cuentan con un
departamento de informática encargado no solo de gestionar la internet
sino de monitorear la navegación de cada uno de los usuarios, censurarla
y reportar cualquier "maniobra sospechosa". Los especialistas no obran
por voluntad propia sino que deben cumplir al pie de la letra las
rigurosas indicaciones que provienen de un equipo nacional de Seguridad
Informática fuertemente vinculado al Ministerio del Interior.

Gran parte de los recursos del Estado se vuelcan en el control estricto
de la información y en el filtraje de las comunicaciones de
absolutamente todas las cuentas de correo alojadas en servidores cubanos
o que los utilizan, según nos asegura un trabajador de la red de Infomed
que prefiere no ser identificado. Según esta persona, que vive de
ofrecer servicio de correo en el mercado negro, todos los mensajes que
pasan por el servidor son pesquisados rigurosamente. Mediante programas
especializados, se estudian patrones, se marcan palabras y nombres
claves, se suprimen elementos como práctica rutinaria.

Una revisión de los anuncios de la página de clasificados Revolico.com,
revela de inmediato cuán exhaustivamente son vigiladas las conexiones a
internet y las cuentas de correo. Casi todos quienes solicitan los
servicios a proveedores clandestinos advierten que solo los emplearán
para fines "familiares" o "serios". Aunque venden en el mercado negro,
los vendedores de horas de conexión prohíben hacer búsquedas
"problemáticas" o enviar contenidos "contrarios a la revolución". De ese
modo, a cualquier opositor en Cuba se le hace muy difícil pactar la
compra de una cuenta de internet o de correo con salida internacional.
Son muy pocos los informáticos que se arriesgan con tales clientes y,
cuando lo hacen, redoblan los precios debido a los peligros que pueden
correr.

La censura disfrazada

En los umbrales del nuevo milenio, la creación en Cuba de la Universidad
de Ciencias Informáticas (UCI) y el incremento de los centros para el
desarrollo de softwares no estuvieron vinculados con una voluntad de
puesta al día de nuestros conocimientos en esas nuevas áreas del
universo científico sino como una estrategia defensiva ante la
"penetración de la información", el más temido de todos los fantasmas en
un ambiente totalitario. No obstante, todos los proyectos de resguardo
cibernético se han convertido en un arma de doble filo debido a que una
tarea de censura informática tan descomunal y en un país hundido en la
miseria, debe movilizar a miles de personas a las que se les debe dar
acceso a aquello que habrán de prohibir, y estas usarán su "poder" no
para ejercerlo a cabalidad sino para encontrar las fisuras en el sistema
que le permitirán sacar provechos personales.

Aunque la Universidad de Ciencias Informáticas es el centro de estudios
más vigilado y controlado por el gobierno cubano, tanto en esta como en
cualquiera de los departamentos de informática del país, son muchísimos
los estudiantes y especialistas que viven no de sus estipendios y
salarios sino de proveer clandestinamente servicios relacionados con el
internet. Quienes revisen todos los discursos de Fidel Castro donde
abordó el tema del internet podrán reconocer su insistencia, por no
decir su desesperación, por crear un escudo cibernético para
invisibilizar el mundo y continuar con sus maniobras desinformativas.

Muchos software y aplicaciones creados en instituciones oficiales
cubanas están dirigidos al control de la red y su accesibilidad. Las
llamadas "iniciativas" para llevar la información a todas las personas
en Cuba están destinadas no a propiciar la conectividad libre para todos
los ciudadanos y el cese de los privilegios sino a la "diversificación
vigilada" de la intranet cubana y a la creación de sitios con dominio
.cu que funcionen como sucedáneos de la verdadera red de redes y donde
el tema "Cuba" solo sea abordado desde la perspectiva del régimen.

De diversificarse las plataformas cubanas para blogs, siguiendo el
historial de censura de la primera, se continuará exigiendo la lealtad
al sistema o la abstención de opinar libremente; los sitios de
clasificados ligados a la prensa oficial se sabe que, más que prestar un
servicio, pretenden desplazar al incontrolable Revolico.com; las
enciclopedias cubanas, desactualizadas e ideologizantes, mal imitan la
Wikipedia. Estos son algunos de los productos "estériles" que el
gobierno pretende oponer a la "peligrosa Internet".

Cuando escucho a los dirigentes cubanos manejar con tanta insistencia la
idea del "uso responsable de la información y la internet", siento que
están poniendo el parche sobre el inmenso abismo informativo que
generará la censura. Sin dudas, al no poder dominar al monstruo,
continuarán generando leyes mucho más absurdas que las actuales para
castigar las libertades, de modo que será como me ha dicho alguien: "Le
permitirán a todos los cubanos sentarse frente a una computadora, pero
estará prohibido encenderla".

Es sorprendente el número de estudiantes de informática, sobre todo en
los niveles medios, que no saben qué cosa es navegar por internet.
Algunos ni siquiera cuentan con un ordenador en sus casas. En las
universidades cubanas es un verdadero calvario tanto para estudiantes
como profesores obtener un permiso de acceso libre a internet.

La juventud pasa de discursos gastados

Ya no es noticia afirmar que la gran mayoría de los jóvenes cubanos se
desentienden de los discursos políticos, de los compromisos de lealtad a
un régimen y del modelo social a seguir. La televisión, la radio, la
prensa, los noticiarios y las mesas redondas y todos los aparatos de
manipulación de las masas que entre los años 60 y 90 fueron efectivos
para el régimen, ahora son mundos ajenos para las nuevas generaciones
que han aprendido, debido a las amargas experiencias de sus padres, a
anular aquello que les resulta "fastidioso" y a buscar alternativas de
escape, tanto físico como espiritual.

Varios jóvenes confiesan no interesarles absolutamente lo relacionado
con la revolución y sus dirigentes. Muchos admiten no haber leído jamás
el periódico Granma ni haber visto el noticiero ni la Mesa Redonda,
incluso hay quienes jamás ni han escuchado ni leído un discurso de Fidel
Castro y mucho menos de Raúl, a pesar de ser de estudio obligatorio en
todas las escuelas cubanas.

Una joven vecina, estudiante de enseñanza secundaria, me ha dicho: "Yo
quisiera que tú vieras a la gente de mi escuela cuando el director mete
esas charlas de política. Todos se ponen los audífonos y se acabó. Igual
que en el aula. A nadie le interesa nada de eso. Cuando mandan a hacer
un trabajo sobre Fidel o cualquier basura de esas, yo le digo a mi papá
que lo haga o le pago al profesor pero yo no pierdo mi tiempo. Para
obligarnos a leer el Granma, a veces nos piden que hablemos de alguna
noticia pero la gente inventa cualquier cosa sobre la papa o los médicos
en Venezuela o cualquier chisme que salió por la antena y con eso mato.
Al final, en el televisor siempre dicen lo mismo y el profesor tampoco
pierde su tiempo en eso".

No obstante, cada año que pasa las tecnologías irán desarrollando nuevos
medios para que la información esté al alcance de todos y, al mismo
tiempo, alejada del dominio de unos pocos. A pesar de saberse peleando
una batalla perdida, los dirigentes cubanos siguen invirtiendo recursos
solo para hacer mucho más lento el derrumbe inminente. Los teléfonos
móviles, la internet y el llamado "paquete de la semana" (programación
televisiva internacional y otros contenidos prohibidos en Cuba que las
personas se transmiten por medio de dispositivos digitales) han
conseguido en pocos años lo que no habían podido lograr los opositores
del régimen en más de medio siglo. Internet le está dando el tiro de
gracia a la dictadura y lo más interesante de eso es que no lo ha hecho
ni con discursos políticos ni programas de acción sino proveyendo un
espacio para la diversidad y la libertad de expresión, los más temibles
enemigos.

Source: Internet: Un espacio para la diversidad y la libertad de
expresión | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad-destacados/internet-un-espacio-para-la-diversidad-y-la-libertad-de-expresion/

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