Política obamista y seguridad nacional
Una audiencia reciente en Washington de la que casi no se ha hablado en
Miami
Arnaldo M. Fernández, Broward | 02/03/2015 12:17 pm
El jueves 26 de febrero prestaron testimonio, ante el Subcomité para el
Hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara
de Representantes y sobre las consecuencias de la nueva política hacia
Cuba de la Casa Blanca para la seguridad nacional de Estados Unidos,
tres expertos:
- El teniente coronel (retirado) Christopher S. Simmons, de la
contrainteligencia militar, quien participó en la detección e
interrogatorio de la superespía de Castro en el Pentágono, Ana Belén
Montes, así como en la expulsión de 13 diplomáticos cubanos en 2003 bajo
cargos de espionaje
- El Dr. José Azel, investigador principal asociado del Instituto de
Estudios Cubanos y Cubano-Americanos (ICASS) de la Universidad de Miami
El Sr. Fernando Menéndez, ejecutivo principal para iniciativas
estratégicas del Centro para una Sociedad Libre y Segura (Washington, DC)
- El diplomático (retirado) Dennis K. Hays, exembajador (1997-2000) en
Surinam y exdirector de la Oficina de Asuntos Mexicanos del Departamento
de Estado
Fortalecimiento de la inteligencia castrista
El Tte. Coronel Simmons argumentó que la nueva política favorecerá al
aparato de inteligencia en Cuba tornándolo más eficaz, eficiente y
rentable. A este respecto expuso cinco razones:
1. Las oportunidades más amplias de los ciudadanos estadounidenses para
viajar a Cuba incrementarán el flujo de moneda dura que recibirán los
servicios de inteligencia, sobre todo a través de las empresas
turísticas administradas por los ministerios del Interior y de las
Fuerzas Armadas.
2. El flujo de turistas estadounidenses concederá a la Dirección de
Inteligencia (DI) castrista home field advantage: a más bajo costo podrá
contactar con sus agentes en la Isla y reclutar allí mismo nuevos traidores
3. El acceso comercial legal a la tecnología estadounidense mejorará las
capacidades técnicas para el espionaje en el exterior y la represión
interna, sin el gasto de tiempo y dinero que hoy implica burlar el embargo
4. La cancelación de las restricciones de movimiento de los diplomáticos
cubanos y la apertura de embajada y consulados (al triunfo de Castro,
Cuba tenía 28 consulados en EEUU), así como de oficinas de prensa,
propiciará que cundan por el territorio estadounidense los oficiales de
inteligencia bajo cobertura diplomática o periodística
5. La nueva política de la administración Obama hacia Cuba potenciará la
noción mitológica, difundida por Castro durante décadas, de que Cuba no
constituye amenaza alguna para EEUU
Inversión académica de la historia
El Dr. Azel reiteró los lugares comunes del discurso contrario a la
nueva política de la administración Obama y aprovechó la ocasión para
dar vuelo a su ensayo "WWCD: What Would Castro Do?" (El Nuevo Herald, 5
de noviembre de 2014) como planteo de qué haría Castro al levantarse
unilateral e incondicionalmente las sanciones económicas. Agregó que,al
intervenir en la III Cumbre de la CELAC (Costa Rica, 28 de enero de
2015), el General Raúl Castro había dado respuesta exhaustiva a la
pregunta formulada en el ensayo:
1. El cese incondicional de todas las sanciones económicas
2. La devolución de la base naval de Guantánamo
3. El cese de las transmisiones de Radio y TV Martí
4. La compensación por supposed damages causados por el embargo
5. La supresión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo
Aquel ensayo más bien fingió que formuló una pregunta, por la sencilla
razón de que la respuesta se conocía de antemano. Los cinco puntos
aparecen explícita y reiteradamente en discursos e intervenciones de
Fidel Castro (Raúl es mero avatar) mucho antes del acuerdo Cuba-EEUU
para normalizar relaciones.
Desde que sacó partido de la estupidez exiliar de arrogarse la
emancipación del balserito Elián González, Castro dejó bien claro en el
Juramento de Baraguá (2000) que la batalla por Eliancito era "el primer
episodio de una lucha más prolongada", resumió sus exigencias a EEUU y
advirtió que quien imaginara que Cuba se cansaría sería lo
"suficientemente estúpido" como para mandarlo "de por vida a un manicomio".
El contexto totalitario
El Sr. Menéndez precisó que, antes que determinado sistema económico o
social, "la concentración del poder en el grupo gobernante definía hoy a
la revolución en Cuba" y esta dinámica interna contextualizaba tanto los
efectos de normalizar las relaciones como las perspectivas de levantar
el embargo.
El monopolio estatal sobre el capital, la tierra y la fuerza de trabajo
predetermina que el gobierno se quede con la parte del león respecto al
flujo de moneda dura propiciado por el alivio de las sanciones económicas.
No obstante, Menéndez subrayó que no se puede subestimar ni sobrestimar:
"los eventos, ideas y actores están cambiando drásticamente. En cinco
años, la Cuba que conocemos habrá cambiado y en diez, pudiera ser
irreconocible".
Luego señaló que Cuba proveyó a Venezuela y otros países del ALBA sus
sistemas de identificación biométrica para enlazarlo con que, según
inteligencia canadiense, al menos 173 ciudadanos de Irán, Irak, Siria,
Líbano y Jordania usaron documentos migratorios de Venezuela para entrar
a Canadá. Menéndez concluyó su testimonio con una de cal y otra de arena:
- Si la crisis económica generara cambios políticos y sociales, entonces
tales cambios hubieran sobrevenido durante el Período Especial, cuando
el colapso de la Unión Soviética provocó la contracción de la economía
cubana en 35-50 % según las estimaciones.
- Hoy la posibilidad de profundos cambios económicos, políticos y
sociales radica en las aspiraciones crecientes de una nueva generación
de cubanos que, a diferencia de sus predecesores, no están dispuestos a
sacrificar sus vidas por una utopía
El patrocinio del terrorismo
El embajador Hays propuso que, para sacarla de la lista de países
patrocinadores del terrorismo, se exigiera como requisitos mínimos:
1. Devolver los fugitivos de la justicia estadounidense refugiados en
Cuba, desde Joanne Chesimard [Assata Shakur], pasando por los
terroristas puertoriqueños, hasta los cubanos involucrados en fraude al
Medicare
2. Sacar todos los oficiales cubanos de inteligencia y seguridad en
Venezuela, Nicaragua y otros países del hemisferio
3. Extraditar al general Rubén Martínez Puente y los pilotos Lorenzo
Alberto y Francisco Pérez-Pérez para juzgarlos por el derribo de las
avionetas de Hermanos al Rescate
4. Expulsar a todos los miembros "impenitentes" de FARC, ETA, Hezbollah
y otras organizaciones terroristas
5. Dar informe completo sobre los envíos de armas a Corea del Norte y
aplicar sanciones a todos los funcionarios responsables
Dejar de apoyar a Irán
6. Prohibir que Rusia y China usen las estaciones de inteligencia de
señales (SIGINT, por sus siglas en inglés) ubicadas en la Isla
Coda
Los testimonios (en inglés) están disponibles aquí:
http://foreignaffairs.house.gov/hearing/subcommittee-hearing-president-s-new-cuba-policy-and-us-national-security
Source: Política obamista y seguridad nacional - Artículos - Cuba - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/politica-obamista-y-seguridad-nacional-322116
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