Entre San Lázaro y la CIA
lunes, 9 de marzo de 2015
En las primeras declaraciones a un medio norteamericano, el espía cubano
Gerardo Hernández Nordelo hizo varios comentarios curiosos, que
evidencian una vez más el tránsito, de la ideología marxista al
desparpajo cubano, en que vive el país.
En una entrevista exclusiva con Yahoo! News en La Habana, Hernández no
colocó su labor a la par de lo realizado por otros agentes comunistas en
el pasado, combatientes internacionalistas cubanos o luchadores contra
la explotación capitalista en todo el mundo. No, prefirió un ejemplo más
cercano, cotidiano y quizá inconscientemente mirado con envidia: se
comparó con un agente de la CIA. Consideró los esfuerzos de su grupo
similares a los intentos de la Agencia Central de Inteligencia por
infiltrarse en organizaciones terroristas como Al Qaida y el Estado
Islámico.
Claro que su objetivo no era elogiar la inteligencia estadounidense,
sino denigrar los grupos exiliados, al punto de igualar al activista
exiliado José Basulto con Osama bin Laden.
Refutar esa tergiversación no es el objeto de este artículo. Por otra
parte, el propio Basulto se limitó a catalogarla adecuadamente. Cuando
se le preguntó al respecto en el sitio CaféFuerte, dijo que tales
declaraciones eran "parte del surrealismo cubano", y agregó: "Las cosas
relacionadas con Cuba van cada vez más de lo sublime a lo ridículo y
pasaron ya la línea de lo racional".
Lo que se destaca en esta columna es la referencia y no la imputación.
De pronto ciertas acciones de la CIA adquieren carta no solo de
legitimidad sino de ejemplo. Todo vale a la hora de ponerse a tono, en
momentos en que Cuba ha reiterado su interés en ser excluida de la lista
de países que apoyan o protegen el terrorismo, y lo criticable aquí es
el oportunismo y no el documento en sí —ya se sabe que quien la escribe
está a favor de la salida de Cuba de la lista.
A la comparación oportunista se suma una negativa. "Hernández confesó
que no es de su competencia evaluar ahora si fue una decisión correcta o
no derribar las dos avionetas de la organización Hermanos al Rescate el
24 de febrero de 1996", de acuerdo a CaféFuerte.
En negarse a opinar no acaban las piruetas del espía.
"El hecho de que volvimos el 17 de diciembre le hace decir a muchos
cubanos que no es una coincidencia", dijo Hernández delante de una
imagen de San Lázaro, durante un recorrido con el periodista por un
barrio pobre habanero.
"Por 16 años, muchos cubanos oraron y pidieron a San Lázaro por el
milagro de que Los Cinco volvieran. Entonces, ¿quién les va a decir
ahora que el milagro no fue les concedido por San Lázaro?".
No es que el agente se declare creyente. Al final todo lo resuelve con
reír, mirar al cielo y destacar que lo que cuenta es su regreso:
"Gracias, a lo que sea". Pero de nuevo vale la pena señalar la referencia.
Más allá de lo que dice, gesticula o ríe Hernández, hay hechos precisos,
que van desde militares cubanos rezando fervorosos en una iglesia de La
Habana, por la salud del luego fallecido presidente venezolano Hugo
Chávez, hasta santeros "oficialistas" que leen una "Letra del Año" lo
más inofensiva posible para el régimen.
Durante décadas, en Cuba el uso operativo de consignas, frases,
discursos y hasta siglas no formó parte de la superestructura ideológica
—tal como lo enuncia el marxismo tradicional— sino se integró al
acontecer nacional e internacional como motor económico, y al mismo
tiempo parte del desastre administrativo. La ideología era parte de la
estructura. Eso comenzó a cambiar con la llegada de Raúl Castro a la
presidencia.
Lo demás ha sido una preparación para un "posfidelcastrismo", en que
poco a poco se relega la ideología y se impone una realidad económica.
Precisamente en torno a un 17 de diciembre, en el año 2012, se celebró
en La Habana el Séptimo Congreso Espiritista Mundial, una reunión en que
participaron al menos mil delegados de 24 países.
El evento se llevó a cabo bajo el lema de "Ponle corazón al espiritismo
de Cuba", pero no todo fue pura espiritualidad en las reuniones.
Olga Salanueva, esposa de René González, uno de los espías que entonces
cumplía condena en Estados Unidos, pidió la solidaridad del movimiento
espiritista internacional en la petición a Washington para que fueran
liberados los agentes.
De un consumo excesivo de ideología, el país ha pasado a refugiarse,
cada vez con mayor frecuencia, en el oscurantismo. Y ello con el
beneplácito del régimen.
No es negar que en Cuba se ha logrado un avance en el derecho individual
e institucional a la práctica religiosa. Es aclarar que este avance
tiene un concomitante político.
El proyecto revolucionario está agotado, pero los mecanismos de
supervivencia permanecen. Este afán de sobrevivir genera tanto caos y
violencia como desilusión, apatía y cinismo.
Ello permite ahora al espía Gerardo Hernández Nordelo, en su cómodo
refugio habanero, citar a la CIA y evocar a San Lázaro.
Source: CUADERNO DE CUBA: Entre San Lázaro y la CIA -
http://armengol.blogspot.com.es/2015/03/entre-san-lazaro-y-la-cia.html
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