Friday, February 13, 2015

Nadie tiene la exclusiva de la oposición

Nadie tiene la exclusiva de la oposición
Un debate serio no puede basarse en tergiversar las ideas del adversario
RENÉ GÓMEZ MANZANO, La Habana | Febrero 12, 2015

En el artículo " Hablar con la misma voz", de Antonio Rodiles, no
encuentro una sola frase en la que se discrepe de pedir la "liberación
incondicional de todos los presos por motivos políticos", el respeto de
los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos" o la ratificación ("sin
reservas") de "los pactos internacionales" en esa materia. Tampoco se
rechaza el "reconocimiento de la legitimidad de la sociedad civil
cubana", o "una reforma constitucional y también legal" con vistas a
efectuar "elecciones libres, democráticas y competitivas".

En vista de esa ausencia de objeciones de principio a lo firmado en el
Espacio Abierto de la Sociedad Civil Cubana, me pregunto qué
motivaciones tuvo el líder de Estado de SATS para levantar bandera
aparte. También considero que, en lo fundamental, él aceptó de manera
tácita la tesis que enuncia el título del trabajo que me publicó sobre
este tema 14ymedio: " No hay diferencia sustancial entre los Cuatro
Puntos y la Hoja de Ruta". Que era justamente lo que yo aspiraba a
demostrar.

Desde los tiempos de Concilio Cubano, se evitó centrar las divergencias
internas de la disidencia en políticas de países extranjeros. Se eludía
así el falso dilema "embargo sí-embargo no". Rodiles olvida esto al
aseverar que "el anuncio realizado por el presidente Barack Obama el
pasado 17 de diciembre polarizó la oposición en dos tendencias". También
habla de "diferencias esenciales entre los dos grupos", y afirma que
ellas "no están sólo en si se apoyan o no las medidas lanzadas por Obama".

Hay varias razones por las que no resulta posible tomar en serio la
pretensión del ex profesor de Ciencias Exactas de atribuirse el trazado,
dentro de la oposición interna, de un hipotético parteaguas que separa a
los demás de los adscritos al Foro por los Derechos y Libertades.

La primera razón para rechazar esa aspiración son los nombres que se
repiten. De un modo u otro, varios de los opositores más conocidos y
prestigiosos que respaldaron a Rodiles figuran también en el otro grupo.
Berta Soler fue una de quienes en Madrid redactaron y firmaron los
Cuatro Puntos. Guillermo Fariñas, Félix Navarro y Eduardo Díaz Fleitas,
que asistieron al Foro, participan en los consensos alcanzados en el
Espacio Abierto.

Pretender que esos prominentes compatriotas, cuando apoyan los Cuatro
Puntos, están aceptando que "el proceso de transición vaya
principalmente, o al menos en un inicio, de la mano de los actores
políticos del régimen" —por sólo poner ejemplos tomados del mismo
Rodiles— y que a los varios días, al entrar en la sede de Estado de
SATS, se niegan a concebir "el futuro de Cuba de la mano de los
herederos políticos y familiares de los Castro", parece aún más grotesco
que absurdo.

No pongo en duda que los coaligados en el Foro tengan los criterios que
"Hablar con la misma voz" les atribuye. Sí impugno la pretensión de que
ellos sean los únicos que actúen con "total transparencia", o tengan la
exclusiva en considerar ilegítimo al actual régimen.

Por otra parte, es lamentable la forma en que Rodiles, de manera
arbitraria, endilga ideas a quienes no lo apoyan. El párrafo que habla
de "la política de Obama" asegura que ella "es aplaudida por quienes se
agrupan en el Espacio Abierto". Después agrega: "Se considera que los
cambios democráticos vendrán como evolución de supuestas
transformaciones económicas que el régimen se verá motivado o presionado
a realizar".

¿En base a qué hace esas afirmaciones? ¿De dónde las sacó? ¡En ninguno
de los dos escritos consensuados y publicados el 22 de diciembre se
plantean esas cosas! Por supuesto que cada uno de los firmantes de los
Cuatro Puntos puede expresar todas las opiniones que estime conveniente,
¿pero qué derecho hay a extrapolarlas al resto de los participantes,
como si también ellas fuesen comunes?

En el citado párrafo de su trabajo, supuestamente consagrado a enumerar
de manera ordenada las características del Espacio Abierto y sus
documentos, se entremezclan en forma confusa y lamentable cuestiones
esencialmente diferentes. Lo mismo se habla de la política exterior
norteamericana en el apartado primero ("se le da legitimidad al régimen
al restablecer relaciones diplomáticas") que de cuestiones internas
cubanas en el siguiente ("se piden los 4 puntos mencionados, sin fijar
la metodología"). ¡Menuda mescolanza!

¿Alguien puede discrepar de lo oportuno que es "discutir con total
claridad"? ¿Cabe rechazar la idea de un "debate serio y directo"? Es
evidente que no; pero tampoco esa discusión puede basarse en alegatos
arbitrarios como los arriba señalados.

Source: Nadie tiene la exclusiva de la oposición -
http://www.14ymedio.com/opinion/Nadie-exclusiva-oposicion_0_1724227568.html

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