Thursday, February 12, 2015

El divorcio en Cuba

El divorcio en Cuba

Mi madre decía siempre que uno no debe saber con quién se casa, sino: de
quién se divorcia.

Las separaciones en todas partes del mundo suelen ser traumáticas,
alteran tu mapa de rituales, te abandonan o abandonas a parte de tus
amigos, familia adoptiva, pierdes el capital afectivo, y hasta dudas de
tu capacidad de selección, comprensión, entrega y construcción de una
relación inteligente y sana.

Dime cómo te divorcias y te diré quién eres.

En cuanto a los asuntos materiales, en esta isla puedes pasar años para
-tras un divorcio- volver a adquirir un televisor, un refrigerador, una
cocina de gas, un aire acondicionado; y en muy pero muy pocos casos, una
casa propia. De una fragmentación matrimonial pocos salen ilesos, pero,
pienso que los cubanos de esta isla no tienen nada que perder y es por
eso que el trámite se simplifica, aquí casi las tres cuartas partes de
los divorcios se producen de mutuo acuerdo.

Cuando sales de la isla escuchas los complejos y delicados trances
económicos que atraviesan amigos o colegas en sus dramáticos y largos
procesos de divorcio. En el resto del mundo, por lo general, se
relaciona el divorcio con pérdidas materiales. Del litigio quedan
heridas incurables que casi siempre heredan los hijos, rencores pasados
que pocas veces sanan, pero sobre todas las cosas, la sensación de ver
claramente quién es quién al querer sacar partido de una relación
amorosa que ha derivado en el peor escenario posible para dos amantes:
un lamentable campo de batalla bordado de intereses.

Las personas se transparentan de un modo insospechado, y por fin
conocemos, a fondo, la verdadera naturaleza de quien por años o décadas
nos acompañara.

En Cuba hay divorcios terribles, largos. Aquí, como en todas partes, un
divorcio puede generar diversos trastornos, desde una discusión
acalorada, un ataquito de celos e histeria, hasta un crimen pasional,
porque siempre hay excepciones, pero, tal vez por lo poco que se pone
sobre la mesa en el momento de los rompimientos, lo más frecuente, lo
que ocurre a diario es ponerse de acuerdo sin mucha tragedia.

Superado el trago amargo de los primeros meses, pasamos mucho tiempo con
nuestros ex. Nuestros ex suegros, ex cuñados, ex maridos, son parte
activa de la vida doméstica cubana. ¿Qué haríamos las cubanas sin
nuestros ex? ¿Qué harían nuestros ex sin nosotras?

¿Quiénes son nuestros invitados a las fiestas de fin de año? ¿Quiénes se
quedan con nosotros en el hospital cuando estamos enfermos? ¿Quiénes nos
acompañan en las vacaciones de verano cuando logramos alquilar, entre
todos, una casita en la playa? ¿Quiénes lloran con nosotros la muerte de
los padres, los problemas de los hijos, e incluso, nos aconsejan sobre
el nuevo desengaño amoroso?

¡Nuestros ex!

Eso lo entienden muy pocos extranjeros, que se quedan helados cuando, al
presentarlos, en cualquier fiesta o evento social, decimos: - Este es mi
ex y ella su actual esposa, los hijos de la esposa y aquellos son mis
hijos con él.

Ahora veamos cuáles son las reglas legales para un divorcio en este país.

Hay dos formas:

-Ante Notario: Van las dos personas, juntas, de acuerdo en todos los
aspectos y se divorcian. Vale 80 pesos cubanos y tres sellos de cinco
pesos cubanos. (Recordemos que 25 pesos cubanos es equivalente a 1 Cuc)

-Ante el Tribunal: Una de las partes nombra Abogado en Bufete Colectivo,
el cual establece una demanda y la presenta en el Tribunal. Vale el
convenio 95 pesos cubanos y diez pesos cubanos en sellos. Si la otra
parte muestra su conformidad con el divorcio, entonces tiene que hacer
un convenio con otro Abogado de allanamiento, que vale 45 pesos cubanos
el contrato y diez pesos cubanos en sellos. Si no hay acuerdo pues se
abre el proceso a prueba, y luego el Tribunal dicta sentencia.

En ambos casos la pensión alimenticia no esta establecida en la Ley,
quiero decir, ganas tanto y te toca tanto, no es así, es por acuerdo de
las partes, si hay litis el tribunal la fija, teniendo en cuenta los
salarios, o si la mujer no trabaja, a la cual también se le puede pasar
una pensión o viceversa, pero no hay una regla predeterminada por la Ley.

En los divorcios, cuando hay vivienda en común, también hay que
pronunciarse sobre ella y ya sea por sentencia o por escritura notarial,
lo que se determine servirá de título de propiedad sobre el inmueble.
Cuando hay vivienda el divorcio notarial vale más, porque se cobra el
acto de liquidación de la comunidad, constitución de copropiedad por
cuotas y cesión de participación, según sea el caso. En fin, que el
trámite de divorcio en Cuba con o sin hijos vale 80 pesos cubanos. Tres
dólares y un poco.

Tal vez por lo poco que vale un divorcio en Cuba la gente no respeta la
institución del matrimonio, y eso ese es nuestro terrible, mayor y
verdadero drama. Casarse y divorciarse se hace tan normal, sin mucha
ceremonia. La institución familiar, el núcleo social ha sido abandonado,
y una sociedad que no respeta a la familia no puede ser legitimada.

No es de celebrar que, el tener poco pueda eliminar conflictos entre los
cónyuges. Lo normal sería compartir y entenderse en una situación
afectiva y económica coherente. Yo crecí al lado de mi madre con un
sueldo de 168 pesos cubanos mensuales y una pensión alimenticia de mi
padre de 40 pesos cubanos. No era la única en mi generación que pasó por
esto, que por demás, resulta muy injusto. ¿Cómo se las ingeniaba mi
madre? ¿Cuál es la magia que nos hizo crecer sin pedir nada a nadie?
Nunca lo sabremos.

Cuba sigue siendo, para mal y para bien, un caso excepcional, y
nosotros, seguimos siendo seres con un historial diferente al del resto
del mundo, unidos en la felicidad y en la desgracia que crea una vida
emergente, pero ojo, eso no nos puede convertir en malas personas.
Agradecidos con quienes nos amaron y nos aman, coherentes con nuestras
existencias, conservando una buena memoria para saber quiénes fuimos, de
dónde venimos y qué somos hoy tras haber bebido del acervo y la
sabiduría de quienes nos acompañaron en este complejo y maravilloso
viaje de dos, podremos decir que los cubanos, a pesar de todo, somos
seres diferentes y diáfanos hasta para decirnos adiós.

Source: El divorcio en Cuba | Habáname | Blogs | elmundo.es -
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/habaname/2015/02/12/el-divorcio-en-cuba.html

No comments:

Post a Comment