La insolencia del taekwondo cubano
Los casos de Ángel Valodia Matos y Glenhis Hernández, ambos en su
momento sancionados por conductas antideportivas, ponen de manifiesto la
crisis de valores en los atletas de la isla
Monday, November 24, 2014 | Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba -Todos recordarán el lamentable incidente protagonizado
en las Olimpiadas de Beijing 2008 por el taekwondoca cubano Ángel
Valodia Matos. Ese atleta, que anteriormente había obtenido una medalla
de oro olímpica, viajó a la capital china con la intención de coronarse
por segunda vez en esas citas.
Sin embargo, cuando se encontraba en la fase de discusión de la medalla
de bronce, fue declarado perdedor de su combate, y en consecuencia ya no
podía avanzar hacia la obtención del máximo galardón. Entonces Valodia
Matos, al no estar de acuerdo con la decisión del árbitro, le propinó a
éste una patada en el rostro, quizás con una fiereza mayor que todas las
que había ejecutado durante la competencia.
Como sanción, Valodia y su entrenador fueron descalificados de por vida
por la federación internacional de ese deporte. Siempre consideré que
semejante acción debió de haber tenido también una implicación penal
para ese atleta, pues es criminal golpear de esa manera a una persona
desprovista de la cabecera de protección que usan los taekwondocas. No
obstante, y en un gesto poco menos que increíble, en aquellos días,
Fidel Castro pidió solidaridad y comprensión para Valodia una vez que el
deportista arribó a la isla.
Y como reza una vieja sentencia, "aquellos vientos trajeron estas
tempestades". En este caso se trató de Glenhis Hernández, quien fue
declarada perdedora en su combate por la medalla de oro contra la
mexicana María Espinoza.
La taekwondoca cubana levantó el dedo del medio de su mano izquierda
durante la ceremonia de premiación, en clara señal de discrepancia con
la decisión de los jueces. El gesto fue calificado de obsceno por las
autoridades de este deporte, las que afirmaron que Glenhis ha sido
suspendida de las competencias oficiales por espacio de dos años, lo que
impedirá su participación en los juegos panamericanos de Toronto 2015.
La delegación cubana, en vez de censurar la actitud de Glenhis, trató de
justificar su proceder, alegando que tenía el dedo lesionado, y por ello
debió levantarlo durante la premiación. Las autoridades de estos juegos
centroamericanos rechazaron ese planteamiento.
Como era de esperar, la prensa oficialista cubana apenas ha informado
acerca de este suceso. Únicamente el señor Oscar Sánchez Serra (ese
subdirector del periódico Granma devenido en portavoz oficial del
deporte cubano) escribió en ese diario que todo se debió "a una foto que
ha llevado a una confusa interpretación" (edición del jueves 20 de
noviembre). De igual forma, hace seis años, cuando la incivilidad de
Valodia Matos era difundida en todo el mundo con lujo de detalles (por
supuesto, la foto incluida), los cubanos nos enteramos a duras penas
mediante vías alternativas de la información.
De confirmarse la sanción de Glenhis, será un golpe para el futuro
inmediato del taekwondo cubano, ya que ella no clasifica como una
taekwondoca más, sino que se trata de la campeona mundial en su
división. A pesar de no poder ganar este deporte en los actuales juegos
de Veracruz (México se alzó con el primer puesto por países), Cuba
aspira a que el taekwondo, junto con el boxeo, la lucha y el judo
integren un cuarteto de deportes de combate capaz de imponerse en las
próximas competencias multideportivas.
Source: La insolencia del taekwondo cubano | Cubanet -
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