El Noticiero de la Television y la serie Cuba Dice
[19-06-2014 13:47:03]
Mario Hechavarría Driggs
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuba dice, es el título de una serie de
reportajes televisivos de actualidad, presentados desde hace algún
tiempo con el protagonismo de la periodista Talía González. No pudieron
los realizadores sustraerse a la muy bien llamada noticia del año, el
escándalo de fraude académico correspondiente a las pruebas estatales de
ingreso a la educación superior.
El reportaje ofrece diversas opiniones condenatorias de los bochornosos
sucesos, aportadas por alumnos cuyos exámenes debieron repetirse debido
a lo que bien pueden llamarse las últimas "filtraciones rápidas" en
Cuba. También reproduce los criterios de varios cubanos tomados al azar,
por supuesto, condenando enérgicamente los hechos, tal como debió ser la
señal dada a los reporteros nacionales a la hora de abordar tan
peliagudo asunto.
Una vez más Cuba dice peca por omisión, o sea, por lo que NO DICE.
Resulta inadmisible hacernos perder el tiempo con tantas opiniones
condenando el lamentable fraude académico, otra respuesta sería
imposible de exigirle a cualquier persona dispuesta a declarar
públicamente al respecto. Ni siquiera ofreció este Cuba "dice"
declaraciones de las autoridades del Ministerio de Educación en torno a
un acontecimiento de su entera responsabilidad.
Al parecer estamos ante un auténtico misterio digno de los más célebres
detectives del mundo. La prensa quedará al margen, maniatada por el
secretismo, esperando la nota oficial del Ministerio del Interior,
cuando los involucrados en la divulgación anticipada de los
cuestionarios y su comercialización sean capturados, esperando la
sanción legal correspondiente. Caerá sobre estos delincuentes la
condición de auténticos culpables.
Sin embargo, en la calle corría de boca en boca entre los estudiantes
una cifra conocida como CIEN, significa el precio de 100 Pesos
Convertibles (CUC), iguales a 100 USD, por cada uno de los cuestionarios
"filtrados". Una frase a voz callada se repetía: la matrícula
universitaria cuesta 300 CUC.
La centralización de estos exámenes estatales, el misterio que los
envuelve, así como la forma enrevesada de su posterior calificación,
apuntan directamente hacia la intención de las autoridades del sistema
educacional, empeñadas en evitar lo que penosamente sucedió. Es evidente
la falta de confianza en los educadores cubanos, aunque el discurso
oficial diga lo contrario.
Esta triste realidad se sustenta en una crisis de valores inmersa en la
sociedad, cuya reversión sólo será posible cuando estemos dispuestos, la
prensa en primer lugar, a desnudar esa realidad, enfrentando las
consecuencias de un debate agrio, pero necesario, como el vino
proclamado por el Maestro Martí.
Leí el excelente artículo de mi colega Erasmo, cuyas opiniones sobre
cómo evitar el extendido fraude académico, comparto casi totalmente.
Sólo deseo agregar esta sugerencia:
Desde mis años de estudiante universitario, combinados con los de
profesor desde el nivel medio hasta el superior, aseguro que un tribunal
formado por tres educadores competentes, está ampliamente capacitado
para determinar si un estudiante tiene los requisitos básicos de ingreso
a la educación superior.
Reconozco la necesidad de garantizar la imparcialidad de este jurado
académico, evitando su relación con sus alumnos habituales, además de
cualquier otro vínculo tendiente a la falta de transparencia de los
juicios emitidos. Tal jurado podría escogerse previo a las pruebas que
ahora son noticia, entre los mejores profesionales del sistema, votados
en asambleas con la participación de todo el personal docente educativo.
Adicionar preguntas escritas debe ser una facultad del tribunal
evaluador si así lo considera necesario o preverlo como parte del
proceso propuesto. Siempre tendrá el tribunal académico las facultades
máximas luego de ser elegido. Hay que devolverle la confianza a quiénes
enseñan con honor en las aulas cubanas.
Lo contrario es la actual crisis de extendida desconfianza, resultado de
la corrupción frecuente en cuanto a las calificaciones adquiridas
mediante soborno, asunto comentado por la siempre acertada Vox populi.
Padres, alumnos y maestros, en buena medida, andan sumergidos en una
cloaca cuya limpieza exige medidas extremas desde la base, no el
secretismo y la centralización como soluciones, finalmente destinadas a
tapar el excremento, impedir la extensión del mal olor, pero incapaces
de higienizar el ambiente.
Mientras tanto esperamos porque los periodistas estatales cumplan al
menos lo proclamado en el último congreso de su organización, la UPEC,
supuesto reflejo de las orientaciones del Partido Comunista de Cuba.
Bastaría con plasmar en los medios de comunicación tales preceptos para
poder decir esta vez Cuba DICE.
Source: El Noticiero de la Television y la serie Cuba Dice - Misceláneas
de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53a2cdb73a682e1658eb2d47#.U6P4XfmSwx4
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