La apuesta energética de Cuba
abril 17, 2014
Fernando Ravsberg*
HAVANA TIMES — Se constituyó en Cuba un grupo de trabajo para la
promoción de las energías renovables, es un espacio donde debatir
diferentes puntos de vista sobre cuáles son las fuentes que podrían
contribuir a un desarrollo económico sostenible del archipiélago.
Solo el 5% de la energía que consume Cuba es renovable. La dependencia
petrolera la llevó ya varias veces al borde del precipicio con el
Embargo de EEUU, la desaparición de la Unión Soviética y ahora a
expensas de lo que ocurra en Venezuela.
Desde hace algunos años el país ha empezado a invertir en energía solar,
eólica, biomasa o aprovechando el gas acompañante. Y ahora se profundiza
con la búsqueda de empresas dispuestas a invertir U$D 3000 millones en
el sector.
Es cierto que estas fuentes son caras pero con el petróleo a U$D 100 el
barril y en ascenso lo que se invierta será rentable a largo plazo. Le
dará a Cuba la independencia que necesita para desarrollar su economía
sin más sobresaltos que los propios.
Uruguay lo está logrando, toda la generación eléctrica del país se
producirá por hidroeléctricas y parques eólicos con lo cual el Director
de Energía asegura que el próximo año los ciudadanos ya pagarán menores
tarifas de electricidad.
Ese puede ser el camino de Cuba: crear más parques eólicos,
transformadores de gas acompañante, paneles solares, generadores de
bagazo y escuchar los estudios cubanos que proponen también utilizar con
el mismo fin el marabú.
Nadie puede negar la posibilidad de que algún día se encuentre petróleo
de buena calidad pero creo que no se debería apostar todo a un billete
de lotería en forma de pozo maravilloso que inunde la isla de crudo y la
convierta en miembro de la OPEP.
Con la partida de la plataforma petrolera de las aguas cubanas no quedan
muchas esperanzas de encontrarlo en el mar. Y tampoco conviene volver a
soñar construir centrales atómicas como las que provocaron graves
accidentes en EEUU, Ucrania o Japón.
Las autoridades cubanas parecen comprenderlo y están dando los primeros
pasos en el camino hacia la independencia energética, con la gran
ventaja adicional de utilizar tecnologías que no dañarán al medio
ambiente ni pondrán en peligro la vida humana.
Cuba en lo profundo
Pero aumentar las fuentes de energía renovable no resulta sencillo, se
necesita mucho tiempo, grandes capitales y tecnología de punta. Eso
explica por qué Cuba brinda enormes facilidades fiscales a los
empresarios que quieran invertir en ese sector.
A nivel macro no hay nada que objetar pero se podría avanzar mucho más
rápido si hubiera una versión micro del mismo proyecto, en la que los
ciudadanos pudieran participar, ahorrando combustible a la nación y
dinero a sus propios bolsillo.
Sin embargo, es casi imposible para un cubano comprar un equipo de
energía solar para su casa, molinos de viento o mini hidroeléctricas
para generar al menos una parte de la electricidad que necesitan en sus
fincas.
En Pinar del Río he estado en zonas tabacaleras donde no hay energía
eléctrica. A pesar de que la mayoría de esos campesinos ganan buen
dinero y en moneda dura no pueden ver televisión, tener un refrigerador
o disfrutar de un ventilador.
Los equipos generadores de energía renovable deberían estar a la venta y
a precio de costo, no valen las miserias de bodeguero cuando se trata de
los intereses de la nación. Las ganancias del Estado vendrán con el
ahorro en su factura petrolera.
A nivel vehicular tampoco se refleja el proyecto alternativo, no se
importan automóviles eléctricos ni se permite utilizar gas, como ocurre
en otros países de la región. No hay más opción que la gasolina o el
diésel y a un valor que quita el hipo.
Los actuales precios de los vehículos en Cuba dan sobrado margen para
hacer descuentos en la compra de autos eléctricos, los cuales se cargan
fundamentalmente durante la noche, tiempo en el que la mayor parte de la
electricidad generada se pierde sin que nadie la utilice.
También se podrían traer dispositivos de gas que ahorran enormes
cantidades de gasolina. Paradójicamente, hoy las autoridades multan a
cualquiera que utilice esta tecnología y en caso de ser reincidente
pueden incluso decomisar el vehículo.
No se trata de criticar la decisión de utilizar energías renovables, por
el contrario hay que generalizarla lo más posible, siguiendo aquel
refrán que dice que si te ya te has decidido a tirarte al agua, lo
inteligente es hacerlo en lo más profundo.
—–
(*) Visita el blog de Fernando Ravsberg.
Source: La apuesta energética de Cuba - Havana Times en español -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=95222
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